Los dias despues de la pelea fueron de reconstruccion, en realidad los daños fueron minimos, pero se tomaron el tiempo de volver a tener todo como estaba. A la vez se comenzo a preparar todo para la ceremonia de union entre la Olo'ektan y el primogenito de Toruk Makto, Neteyam no tuvo que involucrarse en mucho, ademas de que no deseaba hacerlo, el clan era muy organizado y las tareas se distribuyen perfectamente.
Neteyam se limitaba a practicar los rituales que llevaban en el clan y a vagar por el lugar, visitaba con frecuencia el arbol de las almas y el estanque donde los jovenes tuvieron su ultimo beso, muy apenas le dirige la palabra a su futura compañera cuando se encontraban, aunque ella tampoco se veia que compartiera un minimo de interes por el, el chico esta cadi seguro que la union es meramente un trato estrategico.
Por otro lado Nanari estuvo en cama una semana, con tratamientos y sesiones frecuentes con su abuela, Neteyam veia a la mujer entrar y salir del lugar donde vive la chica, tardaba aproximadamente 30 minutos dentro, no volvio a entrar a ver a la joven, no es como que no lo haya deseado, sin embargo sabia que ella no lo recibirá, tambien Arut'ey la visita, el tarda mas tiempo dentro del lugar que la anciana y Neteyam trata de pensar en que Arut'ey sera una excelente pareja para Nanari, no le encanta la idea pero ya que es inevitable se alegra de que sea el.
La ceremonia de union está destinada para 10 dias despues del anuncio de casamiento, periodo del cual ya han pasado 9 dias, cumpliéndose asi la mayor parte del tiempo de espera, la boda es al dia siguiente y todo esta listo para ese momento, posterior a su semana de reposo Nanari ha vuelto a sus deberes como miembro del clan, recoleccion, ganadería, entrenamiento y aumentando ahora el patrullaje periodico, deseando que no vuelva a pasar otro escenario como el previo pero aun asi preparandose por si sucede.
Junto con sus tareas la joven tambien debe volver a hacerse cargo de la integracion de Neteyam, su primer dia logro evadirlo con la excusa de ponerse al dia con todo lo demas, sin embargo Arut'ey se hizo cargo de que no tuviera tareas atrasadas, asi que no podia seguir evitando ver al joven Omatikaya por mas tiempo, ya que a la vista de todos ellos son amigos, no tendrian razon para no hablar entre ellos y mucho menos para detener el entrenamiento.
Mirarse nuevamente fue extraño, hablarse aun mas, incomodo hasta cierto punto, comenzaron con la recoleccion de suministros y plantar nuevos, Neteyam buscaba la mirada de la chica en cada oportunidad, aunque no podia estar con ella, aun la atesoraba desde la lejania, la mira detenidamente y se memoriza cada parte de su rostro, cada color, cada textura en su piel y la manera en que huele, una deliciosa mezcla entre el olor a agua fresca y bayas moradas.
Pasar al entrenamiento de pelea fue una sorpresa para Neteyam quien pensaba en que no lo harian, por la herida reciente de Nanari, pero conociendola eso no la frenaria
-Ahora seras el segundo al mando, no puedes continuar siendo una verguenza peleando- fue la respuesta que ella le dio ante el cuestionamiento de suspender el ejercicio por hoy.
Comenzaron con pequeños ataques de lejos, Neteyam se limitaba intentando no herir mas a la chica, sin embargo ella estaba dando ataques precisos, parece como si no tuviera una herida de pocos dias en el abdomen, al contrario, incluso daba ataques mas certeros que si lograron ser dolorosos para el chico, cuando el entrenamiento paso a un conbate mas cercano, Neteyam noto que la fuerza de Nanari, aunque sigue siendo superior, disminuyo en cierta medida, el dolor de alguna manera influia en ella.
Por el contrario se notaba coraje en ella, como si este ejercicio fuera la manera en que ella se desahoga, el chico era continuamente tirado al suelo, ella le permitia levantarse con paciencia, pero en el momento en que volvian a pelear ella lo vencia sin mas, Neteyam no es precisamente un mal contrincante, ha sido entrenado por su padre, es bueno, pero la realidad es que Nanari es mucho mejor que él, aun mas si esta molesta, contrario a lo que pareciera ella no está molesta con él, está molesta con la situación e incluso está molesta consigo misma por preferir a su gente por sobre su propia felicidad.
El entrenamiento se vuelve cada vez mas acalorado hasta que estan ambos chicos forcejeando con el otro y Nanari deja escapar un quejido de dolor, la presion en su estomago ha sido demasiada, provocando una sensacion de que sus musculos se estiran, haciendo que perciba un dolor agudo en su vientre. Neteyam la suelta enseguida y la chica se duele
-Lo siento, lo siento, lo siento- el chico se disculpa una y otra vez dudando en que deberia de hacer, darle un momento a Nanari para que se recupere, revisar la gerida por si mismo o levantarla para llevarla con la curandera, pero termina haciendo nada.
-Tranquilo...- respira pesadamente Nanari a la vez que responde - estoy bien, solo... Dejemoslo aqui por hoy- logra terminar antes de levantarse e irse por el cendero a su hogar. Neteyam esta aturdido, preocupado y tambien enojado, molesto porque ahora el ni siquiera sabe como actuar ante ella y todo será mayor mañana, el día de la boda.
En el eclipse al chico le resultó imposible dormir pensando en todo lo que cambiaría al día siguiente, todo lo que dejaría atrás y todo lo que estaría por venir, todo el eclipse y toda la mañana siguiente era como un fantasma en pena rondando por los rincones de la caverna Huyutikaya, aún incluso despues de que lo dejaran solo para comenzar a prepararse con las vestimentas especiales para la ceremonia, con ropa hecha con raices y plumas en su mayoria de color verde y violeta, penso en que habia llegado el momento, era inevitable ahora, ya no había más que hacer, ya estaba en esta situación y no tiene cómo salir de ella o eso penso hasta que una figura entró por la puerta de su cabaña
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Darkness (Neteyam Sully)
RomanceTenemos una relacion especial con la muerte, la muerte es nuestra amiga, la muerte es nuestra compañera y nos acompaña como una guardiana en todos los caminos que decidimos tomar... Hasta que un dia es nuestro turno de acompañarla. . . . . Es cierto...
