Capitulo 23

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Toda aquella situación de que ahora Jonathan nos controlaba, nos tenia a ambos en otro mundo.

Cuando llegó la noche, fui a buscar a Zee a su parte del apartamento. Abrí la puerta cuando me indicó que pasará y lo encontré dándole a su saco de boxeo que había colocado en el centro de la pequeña sala. No estaba usando guantes...ni camiseta. Pero lo que más llamo la atención fue aquella rabia bastante obvia con la que golpeaba el saco.

Me hizo preguntarme si fue buena idea ir a buscarlo.

Tomó su toalla que tenía a un lado—sin quitarme los ojos de encima—se paso por la cara y vino a buscarme. Tuve su lengua en mi garganta en un segundo. Sus manos me tomaron con fiereza y me empujó contra la pared.

Estaba tan enojado...y tan excitado, que sentí su dureza cuando se pegó a mi cuerpo.

Sus manos alcanzaron la parte de mi camisa y tiró de ella hacia arriba. Luego bajo mi pantalón dejándome casi desnudo. Mi respiración se aceleró por completo.

—¿Qué pasó?—pregunté entre jadeos, mientras su boca me llenaba de besos el cuello—Zee—susurre cuando su mano izquierda paso por mi ropa interior, ya apretada.

—No hables—dijo callándome con un beso profundo.

Mis manos acariciaron todo su pecho hasta llegar a su cuello. Lo atraje más hacia mi y disfrute de la calidez de sus labios.

Me levanto y me llevo hasta el sofá. Se sentó conmigo encima y siguió besándome, aún que a un ritmo más lento; también sus manos bajaron su intensidad para acariciarme con ternura.

¿Puedo hablar ya?—pregunté y bese sus labios.

—Pues ahora soy yo quien no quiere darte tregua gatito—dijo enredando sus manos en mi cabello—¿Sabes que pasaría los días haciéndote de todo, verdad?—dijo moviendo sus caderas para que nuestros miembros rozaran.

Te doy permiso para que lo hagas—No le baje la mirada.

Echo la cabeza para atrás, dejándola reposar en el respaldo del sofá y después clavó su mirada en el techo.

—¿Como está tu mejilla?—pregunto después de soltar un suspiro.

Baje la mirada y empecé a tocarla con una mano.

A penas duele.

—Voy a buscar un poco de hielo para que te sientas mejor—me puso a un costado y me ayudó a ponerme la camiseta, ignorando mis intentos por detenerlo.

—Se me fue la cabeza, perdón.

Lo mire y un deseo me embargo. Está vez no fue un deseo carnal, si no el deseo de quererlo solo para mí.

¿Puedo preguntar algo?

Zee suspiro pero asintió finalmente.

¿Hace cuántos años te separaste de Saint?

Mi pregunta lo tomo por sorpresa, a ambos para ser honesto. Pero necesitaba saber aquella historia.

—Yo tenía veintiuno.

¿Por qué su relación no funcionó?

Se pasó la mano por la cara, frustrado.

—¿A parte de que éramos jóvenes? No lo sé NuNew...hicimos cosas que no eran correctas en una relación. Tome decisiónes  que nos afectaron a ambos y todo se fue a la mierda.

¿Por qué él cree que eres peligroso?

Desde que tengo memoria estuve en casas de acogida, cuando era adolescente viví un año en las calles. Eso te marca...hice mi mayor esfuerzo para llegar hasta donde estoy hoy. Tuve que hacer terapia para llegar al dominio de mí que tengo ahora.

Me cuesta imaginar aquello. El Ser que conozco es alguien que tiene mucho autocontrol de si mismo.

Aún que a veces lo pierdo y vuelve a...

¿Dar miedo?—dije recordando la escena del coche.

—¿Te doy miedo?—pregunto preocupado.

Negué con la mirada, aunque quizá mentía un poco.

—Aun que saber que puedes matar a alguien con una sola mano, si me da escalofríos—Sonrió—¡Podrías darme clases!—Su sonrisa se borró.

¿Y si alguien vuelve a intentar hacerme daño?—dije mostrándole mi mejilla.

Zee apretó su mandíbula.

—Ve por los ojos. Métele los pulgares hasta que le perfores el cerebro.

Fruncí el ceño. No le quería perforar el cerebro a nadie.

—Deberias irte a la cama, es tarde.

Puse los ojos en blanco.

Mañana es domingo—¿Y si vemos una película juntos?

—¿Y luego te vas a la cama?

Solo si no terminamos haciendo algo mejor.

Me estire para tomar su portátil pero fue más rápido y lo tomo primero.

—Dame un segundo—dijo cerrando algunas ventanas, a penas pude alcanzar a ver un nombre: Joss Sangngern—¿Qué quieres ver?

Le quite la laptop y busque lo que tenía en mente.

—Seguro te encantará...

Nos acomodamos en el sofá, solo que él un poco lejos de mi. Así que fui yo quien invadió su espacio personal sin permiso. Puse bien el portátil en la mesa y luego lo abrace apoyando mi cabeza en su pecho.

—¿Es enserio?—dijo y no pude evitar si reir—¿Bangkok Love Story?

Será emocionate—comenté.

Zee se quedó callado y comenzó a acariciarme el cabello. Cerré los ojos notando la caricia en el centro de mi alma. ¿Que pasaría entre nosotros? Odié que la cara de Jonathan se apareciera en mi mente cuando pensaba en él y yo.

MI GUARDAESPALDAS //ZeeNuNew (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora