Capítulo 50

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ZEE

Tener a Nunew en mis brazos otra vez... joder, era lo que habías estado deseando desde que tuve que obligarlo a marcharse.

La forma en la que me había mirado esta mañana, suplicándome que no me fuera...me había dado esperanzas. Entendí que seguía importándole, al ver como sus bonitos ojitos hinchados de tanto haber llorado se llenaban de alivio infinito al verme entrar por la puerta.

Él podia repetir miles de veces que me odiaba, que estaba enojado, que nunca me perdonaría lo que hice, pero yo sabía que él en el fondo me quería, o al menos es lo que esperaba con todas mis fuerzas.

Besé sus hermosos labios y lo levanté por la cintura para sentirlo contra mi. Estaba mucho más delgado que antes y también me sentía culpable por eso.

Apreté con fuerza sus caderas y lo empujé contra la pared. Sabía lo que él notaría, estaba totalmente duro, joder, como una maldita piedra. No entendí como podía seguirme poniendo así tan fácilmente, menos después de todo lo que había pasado, pero este hermoso hombre despertaba mis instintos más primitivos, mis ganas por tenerlo nublaron cualquier pensamiento racional.

Sujete su bonita cara con mi mano para que no se moviera y le mordi el labio inferior...
Esa boquita...joder, esa deliciosa boca.

—Zee...—suspiro contra mis labios cuando movi mis caderas en círculos, cuando presioné mi entrepierna con la suya, provocándolo, animándolo a que me deseara igual que yo a él.

No quería que nada interrumpiera lo que sentía en aquel momento. Me aparte un segundo para bajar mis manos hasta sus caderas y tirar de su camiseta hacia arriba. Era imposible no prestarle atención a esos bonitos botones rosas. Fui hasta ellos y los devoré mientras escuchaba sus fuertes suspiros.

Luego de succionarlos los solté para que volviera a estar de pie y fui agachándome poco a poco a la vez que dejaba un camino de besos por su pecho, su estómago plano, su ombligo, su preciosa y pequeña cintura...

Me arrodilló ante él y lo miré desde abajo. Sus ojitos estaban vidriosos, cargados de deseo y podía sentir su latir de su corazón.

—Oye no me mires tan serio—me dijo y no pude evitar sonreír.

Ojalá pudiera ser tan relajado como tú, gatito...pero sabes que eso no va conmigo.

Sus manos traviesas se encontraron con mi cabello y supe lo que eso significaba.

Coloque mis dedos en su pantalón y desabroche el botón, desde ya podía sentir su erección. Luego baje la cremallera y besé sobre su ropa interior.

Él se movió inquieto y baje el pantalón que llevaba.

Le levante una de sus bonitas y suaves piernas y la coloqué sobre mi hombro para besarle los muslos. Mis dientes se abrieron paso a su delicada piel, mordiéndolo y dejando marcas rojas a las que besaba con mucho esmero.

Después me acerqué al centro de su cuerpo y aspiré el aroma a excitación que desprendía todo él.

Lo volví a besar sobre la tela de su ropa interior y note lo duro que también estaba.

Estaba completamente excitación y erecto por mi...

Estaba tan metido en el asunto que mi cerebro no registro las marcas que habían en su cuerpo. O tal vez mi mente no quiso volver a apuñalarme en ese momento, quizás quiso darme un respiro para no joder este momento por culpa de terceros.

Lo bese con ganas, pasando mi lengua por cima de la ropa. Note que mi miembro se sacudía contra mí pantalón de lo excitado que estaba por volver a probarlo.

Entonces sus pequeñas manos soltaron mi cabello para ser él quien finalmente se baje los bóxer y liberará su miembro. Ese gesto sin duda me volvió loco.

Lo sujete fuerte con mis dos manos por sus voluptuosas nalgas y no dude en metérmelo a la boca y comérmelo entero.

Supe que iba por buen camino cuando empezó a soltar gemidos, suspiros y palabras sin sentido.

Subi una de mis manos y metí dos dedos para prepararlo y llevarlo directo al placer exquisito. Saque su miembro de mi boca, saque mis dedos y lo giré contra la pared.

Baje mi pantalón liberando mi erecto pene para después alinearlo en medio de sus nalgas y entrar suavemente, despacio y de forma de delicada no quería lastimarlo.

Al momento de entrar sentí como su interior me recibía y apretaba cada vez qué me hundía más en él.

Soltó gemidos de placer, lo abrace por la cintura con ambos brazos y bese y succióne su cuello. Le estaba haciendo el amor contra la pared y su cuerpo me apretada deliciosamente.

Mis manos subieron hasta sus precioso botones rosas y jugue con ellas. Lo estimulaba con movimiento circulares y sus gemidos y suspiros eran música para mis oídos.

Seguí penetrando unos minutos más antes de hacerlo girar sin sacar mi miembro de su interior y ponerlo frente a mi.

Él enrollo sus piernas en mis caderas y continúe pentreando su interior. Volví a devorar sus rojizos labios metí mi legua en su boca y nuestras lagunas bailaban al compás de nuestros gemidos.

Lo llevé cargando hasta la cama matrimonial que se encontraba justo a la derecha de nosotros. Lo coloque sobre ella despacio quedándome encima de él. Tome sus dos piernas y las lleve a mis hombros para así penetrarlo con más profundidad.

¡Aahh! ¡Mmm! Zee...—me miraba con sus ojos envueltos en deseo.

Se quejaba del placer removiéndose sobre aquella cama.

Abandonde su interior para girarlo nuevamente y dejarle boca abajo. Coloque una almohada en su vientre para que alzará su redondo trasero para mi. Y nuevamente volví a penetrarlo despacio y rápido al mismo tiempo.

El sonido de nuestros cuerpos chocando se escuchaban en toda la habitación, espero no, nos hayan escuchado.

—Zee...voy a venirme—dijo mi pequeño gatito con la voz agitada.

Empecé a moverme más rápido y minutos después ambos nos corrimos juntos, el contra la bendita almohada y yo dentro de él.

Salí despacio de él, me recosté a su lado y lo envolví contra mí cuerpo. Quisiera detener el tiempo y quedarme así junto a él. No pude evitar besar sus mejillas, cuando lo miré me di cuenta que de lo cansado que estaba se había quedado dormido entre mis brazos. Lo limpie, lo vestí con su pijama y abracé su cuerpo con más fuerza. Cerré los ojos aspirando su dulce aroma.

MI GUARDAESPALDAS //ZeeNuNew (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora