MI GUARDAESPALDAS //ZeeNuNew (Terminada)

Capítulo 18

¿Zee había estado comprometido?

Tarde varios minutos en asimilarlo y luego pase por su lado para meterme al carro.

Me sentía enojado, traicionado. Era absurdo porque él y yo no éramos nada a pesar de que nos besamos unas cuantas veces. Pero para mi Zee era solo mio, así de simple.

Me resultaba difícil imaginar que en otro tiempo le hubiera pertenecía a otra persona, que había estado enamorado de otra persona, que lo había considerado el amor de su vida y con quien quería permanecer el resto de sus días.

Tal vez por la actitud de ese chico, él fue quien rompió con Zee y él todavía segué sin superarlo.

Parecía satisfecho de cumplir mi promesa de no hacerle más preguntas. Es más por primera vez hice lo que más queria: que estuviera callado.

Llévame a casa de Nat—dije sin mirarlo, pero si sentí su mirada en mi por unos segundos.

—No creo que sea una buena idea...

Tengo la lleve de su apartamento así como el tenía las mías antes de que se las quitaras. Es mi mejor amigo y quiero estar con él. Lo siento pero necesito estar lejos de ti.

—No puedes simplemente estar lejos de mi...

No saldré se alli—lo interrumpí.

Zee apretó la mandíbula, parecía meditarlo. Fue hasta varios largos segundos después que suspiro y dijo:

—Dame la dirección de tu amigo.

Se la di, para luego enviarle un mensaje a Nat diciéndole que necesitaba quedarme en su piso y que estaba en camino.

Cuando llegamos, Zee se bajo del coche y vino a mi encuentro. Lo miré un instante y las palabras de Saint se reproducieron en mi cabeza.
"Aléjate de él" "Es peligroso "

¿De verdad lo era? Obviamente lo era, pero no conmigo. Él me protegía de los malos ¿cierto?

Por un momento creí que tenía algo que decirme, que me explicaría algo de lo que había ocurrido...que me diría que él ya no significaba nada.

—No hagas ninguna estupidez—fue todo lo que dijo.

¿Cómo sentir algo por ti?—solté sin pensar.

—Chawarin...

Tranquilo—lo corge—Me has dejado claro que solo te intereso para una cosa.

Me giré para irme y estúpidamente desee que me detuviera. Que me dijera que estaba equivocado en pensar aquello, pero  no lo hizo.

Cuando llegue al apartamento de Nat, todo estaba a oscuras. Recorrí el pasillo hasta llegar a su habitación y no estaba. Me quite la ropa y solo cogi una de sus camisas para luego meterme a la cama. Me costo quedarme dormido pero al final lo logré.

Desperté y me costó recordar donde estaba, ni siquiera tenia muy claro si ya era de día. Fue hasta que vi a Nat entrar con una taza de café que volví a la realidad.

—¿Qué te ha traído aquí hoy?—pregunto curioso.

Necesitaba un poco de normalidad.

Nat soltó una carcajada.

—¿En tu vida?—Hablo sonriente—Bombón, esa palabra jamás podrá definirte.

Suspiré cansado.

—¿Puedo preguntarte por qué tu guardaespaldas está en la acera del frente, durmiendo en su coche, bajo este frío de mierda?

¿De qué hablas?—Pegue un salto en la cama.

Nat se sentó en su cama.

—Lo vi cuando venia del club esta madrugada.