MI GUARDAESPALDAS //ZeeNuNew (Terminada)

Capitulo 59

Mañana iba a teñirme el cabello. No estaba muy contento, pero eran órdenes y debía obedecer.

Zee estaba acostado junto a mi y por su respiración, sabía que no estaba dormido. Así que me pegue a su cuerpo y él automáticamente me pasó el brazo por la cintura. No quería ser negativo pero, nunca se sabía si tendríamos la oportunidad de volver a estar así...debía aprovecharlo.

En la tarde, pareció una chica del FBI acompañada por un agente. Se presentaron como la agente Stone y el agente Smith. Note que Zee no estaba muy feliz de tenerlos encima y eso me causo desconfianza.

—¿Chawarin?—me pregunto la chica, yo asentí. Parecía como si tampoco estuviera muy contenta de tener que trabajar conmigo—Acabemos con esto de una vez—dijo dirigiéndose al baño con una maleta.

La seguí sin comprender del todo a que se refería. Pero lo supe cuando saco varios tintes.

—He traído varios colores pero recomiendo que vayamos por el color amarillo—colocó una caja de amarillo platino sobre el lavado—Entre más cambiado, mejor. No queremos arriesgarnos a que te reconozcan.

Era fácil decir eso cuando no era tu cabello al que coloreas.

Entonces el cambio comenzó, no podia dejar de hacer muecas frente al espejo en el transcurso. Estaba nervioso.

—Esperemos todo salga bien—me dijo—Ayer pase toda la noche viendo videos de como hacerlo.

Abrí los ojos como platos. ¡Tenía que ser una maldita broma!

Finalmente veía el resultado. Sentí una sensación extraña, pero no porque me viera mal, sino porque con este color me parecía más a mi madre. Ella también traía el cabello rubio.

—¿Vez que no lo he hecho mal? Aun que con esa cara...¿Se te podria ver algo mal?

Ahora sabía que su nombre era Adele. Está salió del baño y entonces Zee vino a ver el resultado. Él me había dejado claro que era sólo temporal, que no tenía porque preocuparme.

Sus ojos se encontraron con los míos a través del espejo.

¿Qué tal?—pregunté al ver que no decía nada.

—Aun con el cabello blanco, yo te seguiría viendo guapísimo—me dijo abrazándome desde la espalda, yo recosté un poco mi cabeza en su hombro mientras nos mirábamos por el espejo.

Di un suspiro.

—¿Estás bien?—pregunto dándome un beso en el cuello. Asentí.

Estoy listo.

—Muy bien, porque debes ir con Joss y encontrarte con Ping en una hora.

Zee no vendría con nosotros. De hecho sólo seríamos Joss y yo, quedamos de vernos en una pequeña plaza cerca de nuestro edificio. Tomamos asiento desde que llegamos para esperarla.

—¿No que el objetivo de cambiar el look era no llamar la atención?—Asentí—Pues hicieron mal su trabajo—ambos reímos.

Nunca te lo había preguntado—dije girándome hacia él, poniendo una pierna a cada lado del banco—¿Por qué te metiste en esto?

—¿No es el sueño de cualquier niño? ¿Acabar con los malos?—Guarde silencio, consciente de eso no era toda la historia, finalmente suspiro y dijo—No es una historia bonita...

Casi ninguna lo es Joss.

Volteo su vista a la nada y luego de un rato volvió hablar.

—Hace quince años, secuestraron a mi hermana cuando fue de vacaciones a Camboya con su grupo de escuela.

Mi cuerpo se tenso y mi corazón se aceleró.

—Mi madre me llamo preocupada. Me dijo que no llego a casa, la tarde que tenía que llegar. Fue como si se la tragase la tierra. Moví cielo y tierra buscándola, termine quedándome en Camboya más de tres años. Pregunté a sus compañeros pero lo único que me dijeron es que ella desapareció cuando entraron a un Club a pasar el rato. ¿Te imaginas los titulares? *Adolescente tailandesa desaparecida en sus vacaciones en Camboya*. Entonces descubrí la mierda que esconde el mundo y lo hijo de puta que es el ser humano. En todos estos años buscándola, he visto cosas que ni me atrevería a contarte. Me he convencido que todo pasa por algo, qué tal vez esto era mi propósito en la vida...luchar contra ese tipo de hombres para ayudar a personas que caen en sus manos...porque es lo que me hubiera gustado que alguien hiciera por Malee.

Me limpie las lágrimas y le tome la mano con fuerza.

Lo siento tanto.

Joss me sonrió con tristeza.

No sabía que decir, no podía ni imaginar que en este momento hay cientos de personas buscando a sus hijxs, sobrinxs, amigos, hermanxs....incluso ¿Había alguien quien buscaba a mi madre?

¿No has vuelto a saber nada?

Joss sacó su billetera de sus pantalones y desdobló una foto.

—Esa foto es de hace quince años.

Era una chica muy hermosa, tenía ojos claros y una sonrisa espléndida. Estaba con un traje tradicional de Tailandia, muy típicas de aquel país.

—Esta tan sonriente...—dijo viendo la foto con nostalgia.

Le di una palmaditas en su hombro.

—Disculpen—dijo una voz a nuestra espalda, nos giramos y vimos a una mujer de unos treinta años, rasgos asiáticos. Parecía nerviosa—Soy Ping, y no tengo mucho tiempo.