MI GUARDAESPALDAS //ZeeNuNew (Terminada)

Capítulo 32

ZEE

Me dolió tener que haberlo drogado para llevarlo hasta el bastarde de mi enemigo.

Llevaba una hora sentado a su lado del coche, esperando a que el efecto de la pastilla se le pasará. Estábamos frente al avión privado de Sumettikul; esta vez no iría con él, no le tomaría la mano durante el viaje. Pero no sólo era eso, tenía que separarme y dejarlo ir.

Nunew comenzó a moverse y me preparé por lo que fuera a pasar.

Sus hermosos ojos se abrieron despacio. Al verme a su lado un brillo único paso por su mirada. Pero no duró mucho ya que pareció recordar las últimas horas.

—¿Dónde estamos?—pregunto viendo hacia todos lados y deteniéndose en el avión a unos metros de nosotros.

En el aeropuerto.

No quería ni saber lo que pasaba por su cabeza, lo asustado que tenia que estar. Saber que no podía hacer nada para ayudarlo.

—¿Me drogaste?

Lo mire y antes de que pudiera salir corriendo, eché los pestillos del coche.

Solo te di una píldora, necesitabas descansar y yo necesitaba traerte...

—¡Eso es drogarme, imbécil!

Se giró para abrir la puerta y al ver que no abría, me fulmino con sus hermosos ojos.

—Abre la puta puerta, Zee.

Lo haré, pero necesito que entiendas porque te he traído aquí...

—No pienso subirme a ese avión.

No será mucho tiempo. Te esperan en New York, solo hasta que encuentre la manera de proceder.

—¡No pienso subir a ese avión!—gritó mientras intentaba abrir la puerta una y otra vez.

¡Nhu, escúchame!—lo tome de sus hombros al notar que su pánico estaba subiendo—Te sacaré de allí ¿si? Lo prometo.

—¿Por qué iba a creerte? Me has mentido desde que te conozco.

Me vas a creer porque yo te amo ¿me escuchaste?—tire su nuca y junte nuestras frentes—Si hubiera un lugar más seguro para ti, tomaría el coche y nos largaríamos. Pero no lo hay, no llegaríamos muy lejos antes de que nos maten. No voy a permitir que te maten ¿entiendes?

Nunew pestañeo intentando liberarse de las lágrimas que tapaban su visión. Mi alma sangraba.

—Me estás mintiendo...

¿De qué me sirve mentirte cuando podrían matarme por sentir lo que siento por ti?

Elevó su mirada hasta la mía.

—¿Por qué me lo dices hasta ahora?

Porque esperaba a que desapareciera. Pero solo se ha hecho más grande e insoportable.

Cerró los ojos y desee llevarlo lejos, para ahora si contarle toda la verdad...pero mo pude, no lo hice.

—Pues no voy a corresponderte, Zee. No vas a oírme decir lo mismo.

Fue como si clavara una daga a mi corazón, pero me lo merecía.

—Para mi tu siempre serás el cobarde que después de hacer el amor conmigo me entrega a otro hombre, que aparte es un jodido psicópata.

Sin que me diera cuanta, apretó el botón de desbloqueo y abrió su puerta para salir corriendo.

Conseguí alcanzarlo a varios metros, lo sostuve con fuerza.

—¡Déjame ir!—gritó sin dejar de intentar liberarse de mis brazos que lo sujetaban desde atrás—¡No pienso ir!—sollozó.

No hay otra opción.

Mis palabras se adelantaron en él y dejó de zarandearse.

Entonces finalmente lo solté y lo giré para que pudiera verme.

Averiguaré la forma de cuidar de ti ahí adentro, solo dame tiempo.

Él prácticamente temblaba y me dolió ver sus ojos rojos. No puedo evitar traerlo hacia mi en un abrazo; al principio se resistió, pero entonces metio las manos dentro de mi chaqueta y me correspondió el abrazo.

Un segundo después se apartó de mi de un empujón y me apunto con mi pistola directamente en la cabeza.

Maldije en voz alta y levanté las manos con cuidado.

Su mano temblaba por el peso del arma.

Nhu...

—Vas a llevarme a casa.

No puedo.

—¡Busca la forma!

Nos miramos un largo rato.

No vas a dispararme—le dije tranquilo.

No siquiera tenía miedo por mí. Ver a NuNew empuñando un arma era mi peor pesadilla convertida en realidad.

Dame el arma, gatito...

Entonces tomó el arma con ambas manos.

—No pienso ir con Jonathan...—Di un paso hacia él —¡No te muevas!—me exigió. Pero lo ignore.

Seguí caminando hasta que la pistola rozó mi pecho. Lo miré directamente a los ojos.

No vas a disparar.

Nunew demoró unos segundos en acabar de derrumbarse del todo.

Tome mi pistola y lo atraje hacia mi. Esta vez me abrazó de verdad y tuve que hacer mucho esfuerzo para no derrumbarme con él.

Confía en mi, Nunew—le susurré—Te sacaré de alli—Hice que me viera a los ojos para entender que no mentía.

Al ver que no decía nada, me desespere y lo bese con fuerza. ¿Quién sabe si iba a poder volverlo a hacer?

Un dia lo entenderás todo, gatito. Lo prometo...

—Deja de hacerme promesas que no podrás cumplir—Y con el dolor de mi alma...se alejó de mi. Miró fijamente hacia el avión.

Cogió aire varias veces y cuando por fin pudo, volvió hablar.

—Adiós, Zee.

Empezó a caminar hacia el avión. No miro atrás, no titubeo.  Se montó en el avión y no había nada que yo pudiera hacer.

Ya estaba hecho. No había vuelta atrás. Acabo de entregar al amor de mi vida a mi peor enemigo.

No importa a dónde vayas, yo siempre te estaré amando y extrañando así estemos a miles de kilómetros de distancia.