Capítulo 34

415 73 3
                                    

—¿Qué vaya a buscarte?—pregunto indignado—Nunew, han matado a casi todos tus guardaespaldas, te atacaron en un lugar público, ¿Entiendes el peligro que significa estar contigo?

Me quedé sin palabras.

Pero...¿Cuánto tiempo voy a estar aquí?

—El tiempo que haga falta—dijo sin rodeos.

¿Y qué pasa con la universidad?

—Hijo no tengo tiempo para tus cosas, es lo último que me importa. Por favor compórtate con Jonathan.

Me daba rabia que le diera igual como me sentía yo.

—Luego hablamos.

Cuando mire la pantalla y vi que había colgado la llamada, me sentí más solo que nunca.

Mi padre me había abandonado en las manos del hombre que más daño me podría hacer.

A la mañana siguiente, volví a bajar con pantuflas a desayunar.

—Oh, no te gustan los zapatos qué hay en el armario o tienes tendencia de ir en pantuflas por todos lados—dijo Jonathan con simpatía.

No me gustan los zapatos de vestir, menos cuando estoy en casa.

Jonathan asintió despacio.

—Dime lo que quieras y te lo compraré.

No quiero que me compres nada, tengo mis cosas.

Bien, entonces mandaré a alguien a recoger tus cosas a tu departamento.

¿Por qué demonios fingía ser tan amable?

Gracias—dijo odiando el sabor de esas palabras.

—¿Necesitas algo más?

Tengo un gato...se llama Julio.

Tener a Julio conmigo al menos llenará un poco este vacío.

—Haré que lo traigas...pero con una condición.

No me esperaba menos de él.

¿Qué es lo que quieres?

—Quiero una tregua. Quiero que el tiempo que pases conmigo sea lo más agradable posible, eso incluye que cenaras todos los días conmigo y usaras la ropa que con tanto cariño mande a comprar para ti. Durante el día puedes usar lo que quieras, si te gusta andar con pantuflas no me importa. Pero las noches son para mi.

No era un juguete con él pudiera vestir cuando quisiera, no era un objeto.

No seré tuyo ni durante el dia ni durante la noche.

No parecía sorprendido por mi respuesta.

—Lo serás...antes de lo que crees—dijo muy seguro—Ahora come—añadió.

A mi apenas me entraba bocado, cuando él termino, se levanto y antes de irse dijo:

—Quiero verte en mi despacho en media hora.

No espero respuesta.

Y así lo hice. Media hora después, estaba tocando la puerta de su despacho, entre cuando me lo indicó.

Jonathan se levantó de su silla y rodeó su escritorio para luego apoyarse en el. Fue directo al grano.

—Es momento de que sepas quienes quieren matarte y por qué.

Ya lo sé, no hace falta que me lo digas.

Jonathan me miro confundido.

—¿Quién...?

MI GUARDAESPALDAS //ZeeNuNew (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora