ALANYS:
El primer día fue lo suficiente intenso para encontrarme al salir de clase muy cansada. Mi hermana vino a recogerme con una resplandeciente sonrisa. Me acerque a ella a paso lento, pero con una sonrisa igualmente sincera. Le di un beso en la mejilla comenzando a andar a su vera, para mi sorpresa no fuimos hacía el puente por el que vine con Ilda, giramos a la izquierda del instituto siguiendo un camino de piedra que llevaba a una enorme calle llena de vida.
- ¿Qué tal el primer día? - Me encogí de hombros. – Venga, ¡cuéntame!
Rodé los ojos divertida.
- Bueno, he conocido a Jheremi y Amanda, dos chicos bastante agradables la verdad. – Esta asintió saludando a una chica que pasaba por nuestro lado. – Enserio, ¿ya conoces a la gente?
- Me he pegado toda la mañana haciendo arreglos florales para aquella chica, se casa en dos días y me ha pedido ayuda. – Le miré de reojo asintiendo.
- ¿Dónde vamos? – Pregunté curiosa observando que no estábamos dirigiéndonos a casa.
- Con las prisas de irte a buscar se me ha olvidado mi bolso. – Esta soltó una pequeña risa. – Ya sabes lo despistada que soy.
Entramos en aquella calle llena de tiendecitas, mi hermana paro en seco señalándome una tienda a nuestra derecha, la fachada era de piedra, aunque la entrada y escaparate estaban hechos de madera pintada de un verde claro y desgastado, estaba lleno de flores así que supuse que aquí trabajaba ella.
Realmente esto estaba al lado de mi instituto, apenas a cinco minutos.
- Voy a por el bolso, ¿vienes o me esperas aquí?
Su pregunta hizo que, con curiosidad, mirase a mi alrededor. Divise una librería con una entrada de madera marrón antigua, en la que incluso fuera tenía expuesto un montón de libros.
- Creo que ire a mirar libros. – Señale con la mirada. – Te espero ahí.
Asintió dándose la vuelta, mientras tanto yo me fui hacia aquella bonita librería llamada "Cuentos maravillosos". Con interés comencé a mirar los libros de uno de los estantes que estaban en la calle, ladeé la cabeza observando una edición antigua de "Las mil y una noches". Alargué el brazo para cogerlo, con cuidado lo miré embelesada, era increíblemente hermosa aquella edición, una pasada. Paseé mi mano por su portada aterciopelada de color azul zafiro. Estaba completamente intacta y pondría la mano en el fuego que aquel libro tenía bastantes años.
De repente los bellos de la nuca se me erizaron al completo, aquella sensación que tuve unas horas atrás estaba ahí de nuevo. Trague saliva sintiendo su presencia cerca, eleve mi cabeza hacia la derecha cuando escuche su voz leer el título del tomo que llevaba en las manos.
- "Las mil y una noches". – Su voz sonó ronca y dura, pero joder, su mirada era tan intensa que sentía en mis huesos que podía atravesarme. - ¿Lo has leído?
Apreté con fuerza el libro entre mis manos.
- Si. – Este asintió con seriedad.
¿No sabe que sonreír es gratis?
- ¿Te gusto? – Arqueé una ceja ante su impasible rostro.
- Si, está bien. – Me encogí de hombros dejando aquel libro en su sitio.
Así podía dejar de mirar sus asquerosos y preciosos ojos que me intimidaban un montón, pero eso era algo no iba a admitir ni a mostrar.
- ¡Alanys! – Mi hermana se acercó a trote con su bolso en el hombro. – Oh, hola. – Se quedó paralizada delante de Tristán. – Soy Iría, hermana de Alanys.
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Full Moon, eras tú.
Hombres LoboLa decisión de mudarse a un nuevo hogar no fue para nada del agrado de Alanys Hughes, ella era una joven bruja de diecisiete años que tenia que poner su vida patas arriba porque sus padres decidieron que mudarse a Claddagh, una manada demasiado al n...