veintidós

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--¡Lalisa! ¿¡Estas Bien?!

--¡Déjame! ¡No me toques!

Pude ver el dolor en la mirada de Jungkook.

--Lisa... No es lo que crees.

--¡ACABAS DE MATARLO! ¡ACABAS DE DISPARARLE COMO SI SU VIDA NO VALIERA NADA!

Grité al borde de un colapso nervioso. Estaba tan nerviosa que casi estaba perdiendo la poca cordura que me quedaba. Mis manos temblaban, de mi boca no paraban de salir balbuceos y sentía que en cualquier momento estaba por desmayarme.

--¡No le disparé en sus puntos vitales! ¡El bastardo vivirá!

Estaba tan asustada de el... que no podía pensar en otra cosa que no fuera alejarlo.

--Jae...--susurré de pronto volviendo a mi misma.

Salí de la casa prácticamente corriendo y con Jungkook detrás de mí.

--¡LUCILLE! ¿DONDE ESTAS?

--Se ha ido con los niños.

Me di media vuelta de inmediato al escuchar una voz conocida detrás de mí, sintiendo un golpe de calor en todo el cuerpo.

--¿Qué?

Taehyung se encontraba frente a mi. Llevaba un arma al igual que Jungkook en la parte delantera de sus pantalones y no me pasó desapercibido que esa arma tan peligrosa el la tenía parte de su cuerpo. Le vi la cara y parecía frustrado. Miró a Jungkook y este último lo imitó diciéndose tantas cosas con la mirada que de pronto me sentí en territorio enemigo.

No tenía tiempo de preguntarle que hacia ahí. Quería saber donde estaba Jae y la niña en ese mismo maldito instante.

--¿QUIEN DEMONIOS SE HA IDO CON LOS NIÑOS?

--Tu amiga. Lucille.

Me agache a la altura del suelo sosteniendome la cabeza, sintiendo que mi mente estaba por explotar.

--Lisa. Necesito que respires. Te necesitamos aquí. Jae te necesita.

Las lágrimas que estaba derramando manchaban el asfalto gris debajo de mi. Me sentía tan desconsolada en ese momento. No sabía porque Jungkook y Taehyung llevaban armas, o porque siquiera estaban ahí. No sabía porque Lucille se había llevado a los niños y porque me habían atacado. Sólo era una madre confundida y asustada, a la que de pronto no paraban de hostigar y asustar.

--Lisa ¿recuerdas el pañuelo que te di?

Miré a Taehyung de pronto. Claro, como olvidarlo, el pañuelo blanco y bordado.

--De donde vengo, funciona como un mensaje. Uno de ellos es fuerza y lucha. Eso es lo que eres, y es lo que necesito que seas ahora.

Pude ver como Jungkook lo miraba en silencio, pero tenía tantas emociones contenidas que no supe descifrar esa mirada.

--¿Qué es lo que tenemos que hacer?--pregunté, derrotada.

--Mi equipo de operaciones se puso en contacto. Estan rastreando el auto de Lucille. Yo anoté su patente antes de que entraran a la casa.

Taehyung entonces me había seguido hasta aquí.

Fue entonces que entendí porque Lucille tenía ese auto tan lujoso. Todo fue planeado para jodernos ¿pero porqué? ¿porqué querían a esos niños?

--Subamos al auto.--Jungkook rompió el hielo haciéndome bajar de mi nube de pensamientos.--los interceptaremos.

--Mi equipo está trabajando. Y de ninguna manera dejaremos al tipo adentro sólo.--discutió Taehyung.

--Pues quédate tú.--resolvió Jungkook impasible, aunque fastidiado por dentro.

--Te recuerdo que es mi auto y estas por interrumpir una operacion policial-Taehyung vociferó.

--Lisa está angustiada. Necesita hacer algo por ellos, Taehyung. No nos quedaremos de brazos cruzados esperando que tu equipo los rescate.

Jungkook me sujetó del brazo arrastrándome al auto. Pude ver la mirada furiosa de Taehyung, que sin embargo, no dijo nada.

Me senté en el copiloto sintiendo el sudor en mi nuca. Jungkook subió rápidamente en el asiento del piloto.

--Los interceptaremos en Insa-dong.

--¿Qué?--susurré

--Tu amiga es sólo el medio de transporte. No es la mente de la operación. Hoy es un día festivo, muchas calles estarán cortadas por las personas. Deduzco que cortara camino por Bukchon para ir a Insa-dong. No hay muchas opciones y quizás este nerviosa por llegar a destino.

Mientras decía esto lo veia acelerar más y más. Sintiendo miedo por mi vida.

Jungkook de pronto estaba más serio e imponente que nunca. Ya no era el niño de sonrisas cálidas ni bromas tontas. De pronto por como hablaba, parecía ser un adulto con 10 años más encima. Manejaba como si tuviera el demonio adentro, y lo hacía sabiendo que movimientos hacer con el auto al doblar o tener que cambiar de Carril sin necesidad de heridos.

Jae...

--¿Cómo sabes a donde irá?

--Porque me dieron información.

--¿Cómo...?

De pronto Jungkook sujetó mis manos y las puso al volante.

--Necesito que manejes, Lisa. Mira al frente y ten cuidado con los autos.

De pronto me hizo pasar por encima de el y tuve que pisar el pedal que antes estaba apretando con fuerza. Yo estaba a punto de tener un colapso nervioso. Otra vez.

Pude ver por el rabillo del ojo como Jungkook se asomaba por la ventana del auto y apuntaba su arma hacia un punto en especifico.

--¡JUNGKOOK NO!--grité.--¡HAY PEATONES!

--CONFIA EN MI. SOLO SIGUE MANEJANDO.

Afortunadamente no había muchos autos, pero a la velocidad que Jungkook manejaba era aterradora.

La adrenalina se apoderó de mi cuerpo haciéndome temblar. Oí un disparo. Oí a Jungkook maldecir. Luego otro, y otro.

--Detente, Lisa.

--Comencé a aminorar la velocidad. Miré al frente y de pronto vi un auto con las gomas de las ruedas pinchadas. Vi a Lucille salir del auto a toda velocidad y yo abrí la puerta del vehiculo al mismo tiempo corriendo hacia el auto donde estaba ella.

Casi arranqué la silla del copiloto con tal de que se inclinara y pudiera ver a los niños. Ambos lloraban y se abrazaban asustados. Al verme, Jae soltó a la niña y se fundió en mis brazos sollozando.

Yo sentí como el alma me volvía al cuerpo. Sollocé, pero de felicidad.

--Cariño, está todo bien. Estas a salvo. Puedes salir.

Intenté alzar mi mano para que la niña se acercara, sin embargo me vió desde la distancia con desconfianza.

Me sentí mal al notar su mirada, sin embargo la invité a salir de todas formas para tenerla en mi vista junto a Jae.

De pronto toda la policía nos interceptó y rodeó de inmediato. Yo sólo pude mirar a Jungkook y abrazarlo en el acto.

--Gracias...

El me rodeó con sus brazos la cintura afianzando su cuerpo contra mi.

--Por ti y Jae haría lo que sea, Lisa. Quiero que siempre lo tengas en claro.

De pronto se separó de mí y me tomó ambas manos, para besar el dorso de ellas con cariño.

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2023 ⏰

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