La noche llegó y los guerreros no regresaron. Aquello ocasionó infinidad de
habladurías entre el personal de la fortaleza y los aldeanos que vivían alrededor. Si habían atacado las tierras de los Kang, podían atacarlos a ellos también. Incrédula por el ambiente de nerviosismo que encontraba a su alrededor, Jennie los observó. Ver el miedo de las mujeres y
ancianos en sus gestos, la impactó. No podía entender que nadie quisiera hacerle daño a aquellas personas que se desvivían por atender sus campos, cuidar a su familia y poco más.La ausencia de Lalisa le dio que pensar. ¿Se estaba enamorando de ella? ¿Era buena idea
continuar con sus encuentros? Pero por más vueltas que daba al tema, su cabeza se negaba a razonar. Sólo deseaba sentir sus labios ardientes, cerrar los ojos y escuchar su voz ronca cuando le hacía el amor.Aquello comenzaba a írsele de las manos, pero no lo quería cambiar.
Esperaron la llegada de la comitiva hasta altas horas de la madrugada, pero no aparecieron y, animadas por Malee, finalmente todos se marcharon a descansar a excepción de la guardia. Con seguridad el siguiente día traería noticias.
Y así fue.
Malee recibió una misiva de su nieta en la que se requería la presencia de su gente en las tierras de los Kang. Necesitaban ayuda.
Sin perder tiempo, Malee organizó la partida. De madrugada, todo el mundo salvo los más mayores y una pequeña guardia que se quedó en el fuerte. Llegaron a las tierras de los Kang al caer la noche del día siguiente.
-Abuela -saludó Lalisa saliendo de la fortaleza-. Gracias por acudir tan rápido.
-Hija, en cuanto recibí tu misiva organicé el viaje ¿cómo están Mina y Mew?
Lisa no quiso mirar directamente a la mujer que le había robado la paz. Desde que había
salido de Ayutthaya no había pasado un segundo del día, o de la noche, que no la hubiera recordado. Por ello, y consciente de las miradas que seguían sus movimientos, sonrió a su pequeña hermana Maud que
caminaba entre Ruby y Chaeyoung y volvió a dirigir la mirada hacia su abuela.-Mina está bien, aunque Mew no ha mejorado desde la última vez que le vimos.
La anciana se dirigió hacia una de las jóvenes, que en ese momento se bajaba de uno de los carros.
-Irene, tú que entiendes de remedios y medicinas, ¿me acompañas a ver a Mew?
-Por supuesto Malee, ahora mismo.
Segundos después las dos traspasaron el umbral de la enorme puerta de la fortaleza dejando a Lisa frente a su hermana y las dos mujeres. Al ver a la niña bostezar, hizo una seña a una joven de cabellos claros que, cogiendo a la pequeña, se la llevó para acostarla.
-Hola -saludó Jennie al ver que por fin la miraba.
-Hola, Ruby. ¿Qué tal fue el viaje? -preguntó tuteándola, sin tener en cuenta de pronto lo que pensaran los demás. Ella estaba allí y era lo único que le importaba.
-El viaje bien -sonrió como una boba-, pero tu abuela estaba muy preocupada y nerviosa. Sinceramente, creo que ahora que ya hemos llegado se relajará.
Lisa la entendió. Su abuela se preocupaba excesivamente por toda persona que conocía.
-O nos volverá locos. Con ella nunca se sabe -murmuró de buen humor. Rosé, que era testigo mudo de aquel acercamiento entre ellas, miró a su amiga y luego a la princesa.
¿Desde cuándo hablaban con tanta tranquilidad y se tuteaban? Y sobre todo, a que se debía esa sonrisita tota que tenia su amiga en toda la cara; eso sin decir nada de la de tailandesa. Pero consciente de que no era momento de preguntar aquello, prefirió enterarse de lo que realmente la preocupaba.
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VOLVERÉ POR TI | JENLISA
FanfictionDos mujeres con las almas enlazadas en el tiempo y 300 años de diferencia ¿qué podría pasar? . . . . ©️ Esta historia es una adaptación de la novela "Te esperaré toda mi vida" de Megan Maxwell. Todos los derechos a ella por la maravillosa idea...