Capítulo 33

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Una nube espesa de humo cubrió todo el territorio de los Kang y fue visible a kilómetros a la redonda. Jisoo y Rosie, que estaban apenas regresando de su viaje, se pusieron alerta. Algo estaba pasando así que aceleraron al paso hasta llegar a Ayutthaya y así se enteraron que había un ataque en progreso y la situación de sus amigas.

Conciente de que Lalisa la necesitaría, Jisoo solo dejo a su muy consternada esposa a resguardo de Malee y, poniéndose rápidamente su armadura, emprendió la carrera a caballo hasta Banthai.

Casi medio día después, pudo ver a la coalición de aliados dirigiéndose en la misma dirección. Lalisa recibió a su amiga con un fuerte abrazo y agradeció enormemente qué hubiera llegado. En la batalla ellas eran un equipo invencible.

—No tienes nada que agradecer. No podría haber estado en otro lugar —respondió la guerrera ante el abrazo tan sentido de su amiga.

Luego de ser informada de la estrategia, decidieron detenerse a un par de kilómetros de Banthai. Era cerca de medio día, pero necesitaban prepararse antes del ataque. Desde su posición, ocultos en la selva, podían ver como la fortaleza de los Kang aun estaba en pie en lo alto de la colina. Eso tranquilizó a la princesa.

Su Ruby estaba haciendo un trabajo extraordinario y en ese momento agradeció a los cielos por su carácter tan indomable, feroz y valiente.

«Por favor mantente a salvo» es lo único en lo que podía pensar.

Todos decidieron qué atacarian por la noche, así que Lisa decidió llamar al mismo mensajero que le había llevado el mensaje de su amada y le pidió que se adentrara una vez más en la fortaleza. Ella quería enviar una nota también, un breve mensaje que les anunciara su llegada y los llenara de calma para que puedan resistir solo un poco más.

La lluvia caía con fuerza a su alrededor, y la tensión en el aire era palpable. Con determinación en su mirada, la princesa tomó un pergamino y una pluma, y comenzó a escribir.

Mi amada Ruby,

Sé que pedirte que te escondas en este momento es inútil ya que no me obedecerás. Sin embargo, por favor, mantente a salvo. Quiero que sepas que estoy cerca y que estoy haciendo todo lo que está en mi poder para liberarlos lo más pronto posible. Solo resistan un poco más.

Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, y pronto estaremos juntas de nuevo.

Con amor y anhelo,
L. M.

La princesa dobló la carta con cuidado y la selló con cera antes de entregarla al mensajero quien partiría hacia la fortaleza con la misión de entregar el mensaje a Ruby.

Mientras tanto, en la fortaleza, Ruby estaba en plena vigilancia después de haber comido solo un poco de sopa, observando con atención cada movimiento de los bandidos de Coghlan. La lluvia seguía cayendo, y la tensión continuaba creciendo.

Durante la madrugada, habían recibido solo un ataque más y eso la tenía preocupada, porque se habían apostado al rededor de la fortaleza. No cerca para no recibir algún ataque nuestro desde adentro, pero si lo suficiente para mantenernos vigilados.

Eso denotaba que no eran bandidos comunes e impulsivos. Por el contrario parecían estar meditando su siguiente movimiento y eso la asustaba más de lo que quería admitir.

Si su intención era solo saquear, se hubieran ido y rendido al no encontrar nada en el pueblo, después de todo ya habían atacado antes este lugar. ¿Por qué gastar tanta fuerza y recursos en aquella gente que apenas tenía nada de comer? No, ellos buscaban algo más y la pregunta era ¿que?

VOLVERÉ POR TI | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora