Había pasado un año de que Stella había llegado a la Tierra Media, hasta ahora se había acoplado muy bien al lugar, sus ropas, con las que había llegado habían sido guardadas en un ropero, en una cabaña a unos metros de la que pertenecía a Radagast. El mismo mago y Beorn, la habían ayudado a construirla, Stella intentaba mantener la información sobre este mundo, fresca en su mente, aunque tal y como Gandalf le había aconsejado no escribió nada, o habló de esta con nadie a excepción de Radagast.
"— La oscuridad querida — dijo Gandalf acercándose al fuego crepitante en la chimenea— es omnipresente, y en estos días en que parece estar resurgiendo no debemos tentarla, ni a nuestra suerte, sugiero mantengas esta información para ti misma, en un lugar que por ahora se mantiene seguro para todos, a no ser que sucumbamos ante el poder del amo de las sombras, nuestra mente"
Un cambio al que Stella había tenido que adherirse era al cambio en la coloración de su pelo, ya no era un castaño oscuro sino pelirrojo. Un gran cambio, no se veía mal, pero a veces no reconocía a la persona que le devolvía la mirada en el espejo. El resto de sus facciones seguían siendo las mismas, solo que ahora era un poco más alta, y un aire distinto sobre cual aun no podía poner un dedo para señalar exactamente qué era, la rodeaba.
Rhosgobel, el lugar donde ella y Radagast vivían era tranquilo, los árboles mecían sus copas al compás del viento en las mañanas, en las tardes el trino de las aves los acompañaba al comer y en el atardecer el color anaranjado teñía flores, pasto, casas y animales, sin dejar nada a su paso sin pintar del bello color.
La vida parecía tranquila, pero era un constante recordatorio de la oscuridad que se acercaba las criaturas corrompidas, al igual que la fauna que todos los días Radagast salía a combatir, algún que otro día llevaba a Stella consigo, a quien cariñosamente llamaba Eirien de vez en cuando, era la traduccion de su nombre en sindarin. Así enseñándole como combatir a las criaturas corrompidas, como curar a otras y al cómo utilizar sus poderes habían pasado los días.
Stella quería involucrarse solo lo mínimo y necesario en la historia, buscando todavía, aferrada a la posibilidad de que quizás había una forma de regresar a casa, con sus amigos, su familia, aunque a veces se sentía aliviada de estar lejos de todo el caos en que los había dejado, pero esas eran las menos, porque siempre los extrañaba. Había intentado recordar muchas veces lo que había pasado antes de llegar a la Tierra Media para no podía, no recordaba más que haber revisado la hora y de repente oscuridad.
Antes de desaparecer de la Tierra, Stella había dejado atrás a una familia llena de situaciones complejas, un hermano enfermo en el hospital debido a sus malas decisiones de vida. Su hermano Joshua, hospitalizado, y su abuelo quién había fallecido y a quién Stella amaba mucho.
Su madre y un padre que estaban atormentados a más no poder, pero la amaban y cuidaban de ella todo lo que podían, aún ninguno de los tres podía entender como rodeado de tanto amor y cuidados Joshua había hecho algo como eso. Stella los extrañaba tanto, había días donde esto era menor, con el pasar del tiempo sus esperanzas de regresar cada vez se hacían más chicas y sus recuerdos de la Tierra, que se sentian como otra vida se asian cada vez menos nítidos.
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Nuvanna || El Señor De Los Anillos ⸙ Legolas Fanfic
FanfictionLa Tierra Media, de esplendor inconmensurable, árboles con hojas color verde oscuro, otros con hojas verde tierno se mecen al compás de la brisa, la tierra debajo de estos se moteaba de la sombra de las temblorosas hojas. Las flores amarillas, brota...