Capitulo 9

45 4 7
                                    

Al final me acabé quedando dormida mientras lloraba.

Me desperté pero no sabía si ya era de día o no ya que el sótano no tenía ningún reloj por ningún sitio y tampoco tenía ventanas.

Me tumbe para ver si podía seguir durmiendo ya que no tenía nada más que hacer pero no pude ya que no paraba de venir una y otra vez a mi mente todo lo sucedido hace unas horas.

Traté de dejar de pensar en eso y comencé a pensar en Chandler y en mis amigas.

Pensé en los buenos momentos que pasé con Chandler, pero ni eso me quitaba el miedo que tenía ahora por si volvía mi padre.

La última vez que abusó de mí fue el año pasado, pasó algo parecido.

Mi padre lleva abusando de mi desde los 9 años peor nunca lo dije por miedo a que no me creyeran.

Mis amigas ni siquiera lo saben, ellas saben que él me castiga pero no saben que de esta forma.

Seguí pensando en todo hasta que la puerta se abrió.

- Buenos días hija - dijo mi padre al entrar.

No podía verle mucho ya que la única luz que había era la que entraba por la puerta abierta.

- Hola - dije en tono bajo.

- ¿Quieres algo de comer?

Asentí con la cabeza y él se fue.

Me quedé ahí sentada sin hacer nada y después de un rato el vino.

- Te he traído un zumo de naranja y un croissant, tu desayuno favorito - sonrió.

Se agachó, me dio la bandeja y me pasó un mechón de pelo por detrás de la oreja.

- Eres muy linda hija.

Yo solo le miraba con miedo, podía averiguar sus intenciones.

- ¿Cuando me vas a dejar salir?

- Debes aprender a respetar las reglas Atenea - seguía acariciandome el pelo.

- Ya he aprendido, te lo prometo - mis ganas de llorar comenzaron.

- Eso dijiste el año pasado cariño, pero yo me voy a asegurar de que aprendas bien.

Apartó la bandeja de comida y me comenzó a besar en el cuello.

Forcejee un poco pero no sirvió de nada.

*2 semanas después*

Por fin mi padre me ha dejado salir.

Nada más me dejó salir me di una ducha, lo necesitaba, me sentia sucia.
Hacia un año que no me sentía así.

Después de una larga ducha salí y me puse el pantalón del pijama con una camisa larga negra de manga corta.

Me encontré en mi cama mi móvil así que lo encendí y llamé a mis amigas.

Timbro unas pocas veces y todas respondieron.

- !Atenea! - dijeron todas a la vez.

- Hola chicas.

- ¿Por fin ha terminado tu castigo?

- Sí Stef, por fin ha terminado.

- Menos mal, ya extrañábamos hablar contigo - dijo Eli.

- Yo también extrañaba hablar con vosotras.
Por cierto, ¿hablasteis con Chandler?

Hubo un silencio algo largo.

More time - Chandler Riggs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora