┕━━☽【 I don't wanna look at anything else now that I saw you, I don't wanna think of anything else now that I thought of you.】☾━━┙
Fanfic de Enzo Fernandez.
Es el segundo y último día de mis papás en Londres, así que nos vinimos a la casa de mi tía, quien nos recibió con una re merienda. Yo cómo hambrienta estoy comiendo TODO.
—Decime que es una joda.— le dice mi viejo a Amelia. Dejé de comer y presté atención a la conversación.
—¿Cómo va a ser una joda, Manuel?.— mi vieja estaba que echaba humo, y yo seguía sin entender la situación.
—Me dijo que no estaba preparado para ser padre y se fue. Ayer me enteré que anda por Francia con una amiga de la hermana.
No me la contes. En shock quedé al entender la situación. Lo primero que me nació hacer fue abrazar a mi tía; ella sacrificó mucho para estar con él, literalmente, dejó su último año de medicina para venirse a vivir con él.
—Vamos a hacer una cosa.— habló mi mamá después de unos minutos de silencio.— me voy a quedar unos días mas acá para ayudarte en lo que necesites.
—Me parece bien.— mi papá besó la mejilla de mi mamá.
—No quiero que me tengan lastima, tienen cosas que hacer ustedes.— mi tía se limpió las lagrimas que caían por sus mejillas.
—Nosotras te vamos a ayudar, Teo es bebé y seguro necesitas descansar. Somos familia, tía. Así que no rechaces la ayuda.— le dije y ella se puso a llorar peor. Mi papá le alcanzó servilletas para que se limpiara las lágrimas.
—Tranqui Ame. Todo va a estar bien, es doloroso, pero tenes que pensar en tu hijo ahora.— mi viejo trató de calmarla.
—Es que es un hijo de puta, le cortaría los huevos.— traté de no reírme, es que me pongo nerviosa en situaciones así y lo único que hago es reírme.
Mi mamá me hacía señas para que no haga algo desubicado. Tuve que pensar en la vez que Lisandro dejó la canilla de la bañadero abierta y casi inunda el baño.
—Vamos a lavarte la cara. Maca, anda a chusmear al gordito.— me pide mi mamá y yo sin quejarme voy.
Teo durmiendo es un santito, pero si se despierta es un diablo. No exagero. Me senté en un sillón que había cerca de la cuna, vigilando que esté bien.
Hoy ni vi a los chicos, y aunque no quiera admitirlo, los extraño.
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