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7 de abril, 2024.

—Ese.— señalo una caja de cereales que no podía alcanzarla.

—Y agarrala.— me dice Enzo, se ganó una de mis peores miradas.

Intenté agarrarla pero no había caso, así que fui al sector de al lado por un palo de escoba, ahora si pude agarrar la caja.

—Ves que podes.—dejo de mala gana la caja en el changuito y vuelvo a llevar el palo de escoba a su sector.

¿Que le costaba alcanzármelo?

Vinimos al super a hacer las compras del mes. Juli safó porque tenía clases de inglés, por eso solo vinimos nosotros cuatro; Cuti y Licha estaban en otro sector. Nos dividimos para hacerlo mas rápido.

—Llevemos de estos también.— dice agarrando como diez cajas de los cereales de bolitas negras, las mas ricas.

—Como quieras.

—Bue pendeja mal hablada.

—¿Yo mal hablada? no me hagas reír.— es un hijo de puta.

—Todo el día me hablas mal.

—Estás flasheando mal; vos sos el que se queja de todo, querido.

—Y si a vos te molesta todo, fantasma.— decidí no seguirle la charla porque honestamente no quería discutir.— encima me dejas hablando solo, anda.

—Callate nene. Sos insoportable últimamente, ¿que pasa? ¿las minas que llevas a casa no te mantienen contento?.

—Uh flaca, siempre sacas el mismo tema.— con una mano se masajea la cien, como si estuviese frustrado el muy hijo.

—Será porque sos un irrespetuoso de mierda.

—¿O será porque vos queres ser una de esas minitas?.— mi cara se transformó.— Era eso, lamento decirte que no va a poder ser, respeto nuestra amistad.

Indignada agarré el changuito y seguí el camino por el sector.No puedo creer lo que me dijo. Prefiero no darle mas bola por ahora.

—¿Por qué no me respondes cuando te hablo?.— vuelve a hablar el muy pesado.

—Porque solo servis para decir boludeces.—entramos al sector de las golosinas y obviamente enloqueci.

—Después te quejas de que no te hablo.

—No me quejo, me molesta las actitudes que tenes.— agarro los paquetes de gomitas y los meto en el changuito.

—A vos solo te molesta que lleve chicas a la casa.

—Te voy a corregir.— me paro frente a él y se hizo muy notoria la diferencia de altura.— Vos con tu vida podes hacer lo que se te cante, pero mi casa la respetas. ¿Queres estar con una mina? bueno, andate a la casa o de última pagate un telo, no seas rata.

—Mira pendeja, si me las quiero coger en mi casa, lo hago.

—Bueno, cuando yo lleve a chicos vas a darte cuenta de la incomodidad que es.

Daylight. ENZO FERNANDEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora