Daylight. ENZO FERNANDEZ

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29 de junio, 2024.

—Para Cuti, pueden hablarlo.— traté de sostenerlo pero era mas fuerte que yo.

—No te metas, Maca. Vos sabías todo boluda, no me dijiste nada.— estaba re mil caliente.

—Tampoco para hablarle así, Cristian.— le dijo Juli que estaba en el medio por si se me zafaba entre los brazos.

—Y si me vieron la cara de boludo.

—Le correspondía a Lisandro contartelo.— habló Enzo.

—Lo quiero hablar pero calmados.— por fin habló Lisandro.

—¿Calmados? te estás cogiendo a mi hermana, gil.

—Juli, ayudame.— los brazos me dolían por la fuerza que hacía Cristian.

Julián empujó con toda su fuerza a Cuti, para alejarlo y sacarlo de la cocina. Yo suspiré del cansancio y luego observé a Licha.

—Es mejor que te vayas ahora y cuando esté tranquilo yo te llamo.— él asintió y se fue de la cocina, a los segundos se escuchó la puerta de la entrada ser cerrada.

—¿Que quilombito, no?.— preguntó Enzo.

—Sos tan bocón a veces.

—Que sabía que Cuti estaba ahi, boluda.

—Ya está, ahora hay que esperar a que todo se calme.— suspiré pesadamente.— voy a ver si Teo se despertó.

Caminé hasta el living y allí estaba Juli jugando al fifa y Teo durmiendo entre dos almohadones.

—Se duerme profundo parece Enzito.— me dijo haciendo referencia a nuestro gatito.

—Y es un bebé...

—Que paja todo, boluda. Se la re mandó Licha.— cambió de tema y yo hice una mueca.

—No se si se la mandó... a él le gusta Leia.

—Pero hubiese sido sincero con Cristian, ahora está re caliente encerrado en el cuarto.

—Es dificil, Licha sabía que Cuti se iba a enojar.

—Dejen de chusmear sin mi.— apareció Enzo, sentandose en el sofá y palmeandose las piernas para que me siente, cosa que hice felizmente.

—No estábamos chusmeando, boludo.

—Un poco.— dije y Enzo me miró de reojo.

—Vos solo chusmeas conmigo, pendeja.— Juli rodeó los ojos y yo me reí.

—Hablamos de Cuti que se encerró y está re caliente.

—Ya se le va a pasar.—dijo seguro.

—Hay que llamar a la hermana, que trate de calmarlo.—tiró Juli su idea.

—No creo, va a decirle cosas feas de caliente, ya saben como es Cristian.— hice una mueca recordando la vez que Cuti y su ex mujer discutieron feo.

—Es tremendo el Licha.— se ríe Enzo y yo negué con mi cabeza. Él se ríe en las peores situaciones.

—Encima con la hermanita, boludo.— no quise opinar sobre el comentario de Julián. Lisandro siempre fue impulsivo al tomar decisiones, pero estoy segura que él está enamorado de Leia, porque de no ser así no se hubiera metido ahí.

—¿Pueden dejar de hablar de eso?.— la voz de Cuti logró que me enderezara para poder observarlo.

—Perdón.— dijimos los tres al unísono.

—Ya se me pasó. Díganle al pelotudo de Licha que vuelva.— nos miramos confundidos, ¿por qué se le pasó rápido el enojo?.

—¿Tan rápido se te pasó el enojo?.— preguntó el nueve de la selección argentina.

—Si. Él me perdonó cuando me comí a su ex.

—¿Qué?.— pregunté sorprendida.

—Fua amigo, todos con todos.— la risa de Enzo no tardó en escucharse por la casa.— Andan re zarpados ustedes. Que ni les pinte tocarla a Maca.— rodeé los ojos.

—¿Quién la va a querer tocar?.— preguntó Cuti con cierto gesto de desagrado en su cara.

—Eeeh, no seas así.— lo miré mal.

—Mejor.— las manos de Enzo se cerraron fuertemente en mi cintura y suspiré al sentir sus labios cerca de mi oreja.— unas ganas de llevarte arriba y cachetearte el orto.

Es tan inoportuno.

Me gusta.

—Aguantate las ganas porque tengo que cuidar a Teo.— le susurré para que los chicos no nos escucharan, porque sabía que nos iban a joder.

—Ufaa.

—VOLVÍ.— el gritó de Licha al entrar a la casa provocó que se despertara mi primito.

—La concha de tu madre, Lisandro.— le dijo Enzo con mal humor, ya que tuve que levantarme de sus piernas.

—Bue, para que me llaman.

—Vamo' a hablar, pajero. Tenemos que dejar unas cositas claras.— dijo Cuti y ambos se fueron al patio. Dejándonos a nosotros en el living, yo con Teo en brazos, Juli jugando al fifa solo y Enzo renegando porque rechazaba sus toqueteos.

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Holis. Perdoooon por no actualizar!! no me maten por fa. Lxs amo! 💓

con mucho amor,
Josefina.