𝐀𝐙𝐔𝐑 [𝓣𝓪𝓮𝓚𝓸𝓸𝓴]

8

— ¡Jungkookie!— escuche el grito de mi jefe quien se encontraba sentado en una pequeña banca que estaba al frente de mi casa.

Después de darme una relajante ducha en el hospital me vestí con la ropa que mi madre había llevado. Taehyung decidió venirse antes diciendo que tenía cosas que hacer, no quise decir nada porque a como habíamos hablado, él tenía cosas que hacer de acuerdo a su trabajo. Luego de una pequeña consulta con el doctor Namjoon pude venir con madre. Ella llevó su auto así que no tuve que caminar mucho para tomar un taxi.

—- Hola Eunwoo— Salude luego de bajar del auto y caminar con cuidado hacia él, que al tenerme cerca me axfisio entre sus brazos.

— Estaba preocupado por ti, te llame y no contestabas.

Mamá me había llevado el teléfono, y al revisarlo entendí su preocupación, tenía 5 llamadas perdidas de él, otras 5 de Jackson y otras 5 de Hyunha.

— No me sentía bien, lo siento— me separe del abrazo y el me acaricio la cabeza, tenía una venda y comprendí su cara de preocupación total.

— Pero mira lo que te has hecho, ya me contó toda tú mamá, enserió Jungkook, nos has preocupado— entramos a la casa y fui directamente al sofá a descansar

— Creo que voy a tener que renunci-

— ¡¿QUÉ?!— Soltó un grito exaltado— No es necesario, puedo darte las vacaciones de paternidad, pagadas, no será mucho pero te ayudará en algo.

— No Woo, podre hacer algo para solventar mis gastos, las vacaciones de paternidad son hasta los 8 meses— Hable dejando unos golpecitos encima de su mano, realmente me agradaba que se preocupara por mi, pero tampoco quería abusar de su amistad.

— Yo te puedo ayudar en algo Jungkook, no te preocupes, para eso están los padres— mamá se acercó con unas tazas de leche recién cocida y agradecí.

— Aunque no quieras te daré las vacaciones, hablaré con los chicos para ver si alguno puede tomar tú lugar por mientras.

— No es necesario.

-— ¡Claro que lo es!— hablaron al unismo mientras me miraban con reproche.

Mi lobo se removió intranquilo y mis emociones explotaron, llevaba tiempo reprimiendo mis emociones que lo único que hice fue soltarme a llorar, el embarazo me mantenía sensible y lloraba por todo y a la vez por nada.

— No, no llores— Eunwoo se acercó a mi preocupado y me abrazo dejando besitos en mi cabellera.

— Los quiero mucho— gimotee entre lágrimas sintiendo mi ser en paz, con un pañuelito sacudí mi nariz—. Enserió se los agradezco.

— Vendré cada fin, y le diré a los chicos que vengan a visitarte también, nunca olvides esto: no estas solo.

Solté a llorar más fuerte mientras balbuceaba palabras sin sentido, solo quería agradecerles por no dejarme de lado en estos momentos.

+

Era casi mediodía cuando sono el timbre. Mamá se encontraba cocinando algo con Eunwoo, este no se quería separar de mi. Al verlos inspirados en la cocina camine despacio hacia la entrada.

— Un momento— dije cuando senti las feromonas del alfa vecino, algo avergonzado acomode mi cabello y abrí la puerta.

Del otro lado se encontraba el alfa, su cabello estaba algo mojado y tenia ropa casual, mire lo que traía en sus manos.

— ¡Hola! Mi nombre es Kim Taehyung, vivo en la casa vecina— con el pulgar de su mano derecha apunto hacia tras y le sonreí— me han dicho que eres nuevo asi que prepare esta tarta de fresas para darle su bienvenida.