Capitulo 8

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Esos días del demonio finalmente se han acabado y desde que Kris por fin se dignó a dejar de verme la cara de retrasado y explicarme lo de los conjuros y afinidades elementales. Cosa que obviamente me creó la duda de cuáles eran las mías en cuestión. 

Esa idea por supuesto eliminó cualquier posibilidad de conciliar el sueño hasta que pudiera averiguarlo

Y  no fue tan hacerlo difícil en realidad... ya que implemente intenté imitar los conjuros que ya había visto hacer a los demás hasta saberlo. sin embargo no hace falta mencionar es obvio que el resultado que obtuve al hacerlo no fue ni remotamente cercano a la referencia que utilicé.

Aunque..... Esto no me desmotivó en absoluto, al contrario, me siento bastante bien al respecto, ya que con ello pude determinar mis afinidades, que eran lo que buscaba en un inicio.

Empecemos por el primero : 

soy afín al elemento fuego, aunque eso era un poco obvio ya que fue el elemento que logré manifestar de forma involuntaria en la biblioteca. También lo soy al elemento aire o viento y, por último, pero no menos importante, también soy compatible con el elemento agua.


Estoy exactamente en el promedio...

Que alguien sea afín a 3 elementos, es básicamente el estándar, así que dudo que se me considere especial en ese aspecto y eso me frustra sobremanera.

Intenté con todas mis fuerzas invocar los otros elementos, luz, oscuridad y tierra, solo para no tener éxito alguno y acabar en el suelo por el agotamiento.



Fácilmente desperdicié varias horas de mi tiempo libre junto a cantidades absurdas de mana al intentar invocarlos sin lograr nada y al mismo tiempo quedarme completamente agotado y sin energías como para poderme mover de alguna manera durante un largo rato.


Cierto... Olvidé mencionarlo...


El maná funciona de forma muy similar y al mismo tiempo que los P.M (puntos de magia) de los juegos RPG en los que solía enviciarme de forma magistral.

Principalmente, debido a que el maná es una energía que proviene del alma, existe un límite en cuanto a esta puede producir y utilizar.


El maná definitivamente no es solo combustible para hacer magia, como intenté hacerme creer a mí mismo, ya que a medida que te quedas sin reservas de maná, te sentirás cada vez más y más débil. Pero si se sigue insistiendo, tus órganos inevitablemente comenzarán a fallar y dejándote en coma en un 90% de las ocasiones, con la posibilidad de quedarte en ese estado durante meses.


En el dado caso de que alguien agotara por completo todas sus reservas de maná, su alma se apagará y dejará de existir, por así decirlo.


Es algo bastante perturbador si lo piensas bien, pero trato de no pensar mucho en ello por el bien de la poca sanidad mental que me queda.

Ahora que lo pienso...


¿Existen psiquiatras en este mundo?


Sé que es poco probable, pero aún si existieran, dudo que me pudieran ayudar de alguna manera.

(Suspiro pesado)




Un isekai raroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora