Capitulo 11

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Luego de un sueño difícilmente agradable, una chica de cabellos azulados se despertaba entre la bruma del mareo y la confusión, ya sea por no saber dónde se encontraba o intentar recordar cómo terminó inconsciente.

Aprisionada de sus manos con cadenas que tenían una apariencia poco confiable en su espalda, cuerdas con un nudo apretado que parecía querer cortar toda circulación en mis piernas y un paño en su boca amarrado a su nuca con tanta tensión que las comisuras de la boca estaban a un paso de rasgarse.

Cuando sus ojos se acostumbraron un poco mejor a la casi absoluta oscuridad, notó siluetas de apariencias poco refinadas, o para decirlo sin rodeos, objetos inmóviles de un viejo almacén para guardar cosas que quizás nunca usarías.

Un sótano...

Sin embargo, a pesar de no ser enorme, era lo suficientemente grande como para servir como refugio para unas 50 personas.








¿Dónde puñetas estoy? ¿Y por qué diablos estoy sin ropa? -grité en mis pensamientos, tratando de moverme pero sintiendo un gran dolor en el proceso.

Solo recuerdo ser pinchado por una aguja y...



(*Silencio*)



Ya veo...

No soy idiota, sé exactamente lo que probablemente me está ocurriendo y no me gusta para nada (suspiro pesado).

Probablemente alguien me secuestró para prostituirme o algo así.

Diablos, ¿por qué la mala suerte siempre me persigue?

Primero termino en un mundo desconocido con un cuerpo que no me pertenece.

Después ese maldito dragón hijo de puta me obliga a dejar morir a las únicas personas en este sitio que verdaderamente me agradaban y para rematar termino envuelto en una porquería de trata de personas...

Esto es una mierda...

En serio, ¿Dios tendrá algo en mi contra?

Cualquiera que vea este lugar podría pensar que está abandonado, debido a los muy pocos indicios de civilización en él y a la completa oscuridad que abunda aquí.

Incluso lograr moverme un poco en la esquina donde me dejó quien sea que me trajo aquí significaba muchos problemas.

¿Cómo le haré si quiero ir al baño? Ahora que lo pienso...

Este sitio parece algún lugar que Dios abandonó hace mucho y no es tan grande si lo miras a simple vista.

Sin embargo, a pesar de que no era enorme, era lo suficientemente grande como para servir como refugio para unas 50 personas.

Ok, refugio es una palabra demasiado amable para describirlo...


El olor a polvo y las alimañas que recorrían las paredes de piedra y las bases de madera me causaban ganas de vomitar y a su vez me indicaban de forma obvia que no era usado con demasiada frecuencia.

Supongo que está pocilga tiene un presupuesto completamente lamentable.

La manera en que estaba decorado parecían ser jaulas hechas con madera de un grosor que parecía insinuar un poco de paranoia para que el que sea encerrado aquí se pensara siquiera en escapar.

El lugar que debería ser amplio, tenía muchas extrañas divisiones mal hechas, cuya única finalidad parecía ser impedir la visión de lo que había al otro lado, incluyendo puertas toscas que ni siquiera podrían ser llamadas "puertas", eran más bien un pedazo de madera que todavía tenía corteza en él, con unos pocos clavos y una platina móvil que le permitía hacer el movimiento de una puerta.

Un isekai raroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora