Perspectiva de un soldado random que a nadie le importa
Mi nombre es Steve. Me uní al Cuerpo de Caballeros del Reino de Kidoor hace no más de seis meses, ya que mi familia necesitaba dinero. Ha sido así desde que mi padre se lesionó y quedó con una lesión que le impide seguir con su trabajo de carpintero.
Mi hermana mayor solía ayudarle en su taller, y ahora es ella quien se encarga del mismo. Sin embargo, el trabajo que solían hacer dos personas es una carga demasiado pesada para ella.
Hace poco cumplí la mayoría de edad, por lo que es mi responsabilidad directa ayudarles en todo lo que pueda.
Pero volviendo a mí, como dije, no llevo mucho como caballero, si no contamos el tiempo que pasé durante las pruebas de selección, las cuales fueron un infierno en sí, del que no me gusta hablar mucho.
Y al finalizar el mismo mi destino fue que
de forma casi inmediata desde que me volví parte del Cuerpo de Caballeros de manera oficial, fui transferido a una zona de patrullaje improvisada en los bosques al sur, los cuales reciben el nombre de Ruth y Tansra, que también se les llama Bosques del Lamento y Desesperación.Suena tétrico y lo es si eres tan idiota como para adentrarte en alguno de ellos después de que se pone el sol.
Los altos mandos lo consideran un punto estratégico por esta misma razón. Supongo que simplemente se les metió en la cabeza la idea de que nadie pondría una base en ese lugar y por eso es el escondite perfecto.
Bueno, no es mi problema. Al fin de cuentas, lo único que me importa es recibir mi salario al final de todo.
Los días pasaban con relativa tranquilidad, si ignoramos alguna que otra criatura de gran tamaño que se colaba en el campamento en búsqueda de alimento. Era una vida un poco aburrida, pero en realidad me gustaba. Pero tristemente, esa tranquilidad duró hasta que alguien que creía imposible que siquiera tendría el honor de tener frente a mí iba a venir a este lugar.
El General Lancelot...
Me encontraba de guardia en la base, realizando las tareas cotidianas cuando me enteré de la noticia emocionante y a la vez aterradora.
un general famoso estaba a punto de llegar. La mera idea de estar cerca de alguien de tan alto rango y renombre me llenaba de una mezcla de emoción y ansiedad.
Incluso antes de unirme al Cuerpo de Caballeros, había escuchado innumerables historias sobre las hazañas y el liderazgo de esta persona. Su reputación lo precedía, y no podía evitar sentir una admiración profunda por él.
Sus logros no son pocos, van desde liderar una lucha de 1 contra 300 y salir victorioso hasta vencer al Rey Dragón que estaba causando estragos en Kidoor.
Logró crear un escuadrón elite al que se le considera 100% en cualquier misión que se le asigne, a base de un entrenamiento infernal que pocos logran sobrevivir.
Debido a ello, fue nombrado Héroe de la Humanidad por la mismísima Diosa Enrid, encomendándole la misión de destruir a los herejes que niegan la autoridad de su panteón.
Se rumorea que su fuerza y velocidad eran suficientes como para diezmar a una horda de guivernos en cuestión de segundos, sin despeinarse.
Sin embargo, también me invadía un sentimiento de temor.
¿Cómo podría un caballero del más bajo nivel como yo y el resto de nosotros estar a la altura de las expectativas que seguramente tendría un alto mando de su calibre?
Pero más importante... ¿Por qué vendría a un sitio tan apartado como este? ¿Esta unidad formará parte de una redada o de verdad se convirtió en un punto estratégico?
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Un isekai raro
הרפתקאות¿no que solo los japoneses van a otros mundos? ¿cómo diablos me metí en esto? ¿hice algo mal? ¿este es mi castigo por insultar a mi padre? son las cosas que me preguntaba a mi mismo mientras estaba inconsciente y al despertar lo primero que veo es a...