Día 1 - Caricia

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Llevaba un par de horas dando vueltas en la cama intentado encontrar la postura más cómoda para dormir. Aunque debería de admitir que la postura no es del todo el problema de su insomnio. Le daba comezón cuando empezaba a adormilarse aunque sea un poco y sumado a ello, sus dedos se movían inconscientemente con el ritmo del rap que había estado practicando toda la semana. Estaba ansioso.

Todos en la casa lo están. En 2 días será la presentación que determinara si debutan como un grupo de nueve o no solo 7. Si bien podría estar más tranquilo ya que él no se encuentra en peligro de debutar, la realidad es que se ha encariñado mucho con ellos, bueno, tal vez no tanto con Han con quien a tenido varios roces, pero aún así debe reconocer que es muy buen rapero y sería un placer continuar trabajando en el futuro.

Suspiró frustrado y se dio por vencido. Se había convencido de que no podría dormir esa noche y antes de despertar a los demás por estarse moviendo en la cama, prefirió salir de la habitación e irse a la sala, tal vez así podría practicar en voz baja hasta que el cansancio lo ayude a dormir.

Silencioso, se escapó al espacio que comparten en sus ratos libres, los cuales en esos días no son muchos. Son las 3 de la mañana, sabe que Bangchan regreso hace hora y media, ya que se había quedado revisando todo para que la presentación sea un éxito.

Se sentó en el sofá trayendo consigo las notas que ha hecho y se pone a vocalizar sobre todo las palabras para que al momento de darles velocidad estás sean comprensibles. Changbin le ha enseñado una técnica distinta a la sugerida a JYP, lo cual es una bendición ya que le estaban lastimando mucho los labios al sostener ese lápiz tanto tiempo entre los dientes.

Estaba tan concentrado en pronunciar las palabras adecuadamente, que se sorprende cuando ve frente a él al pequeño australiano.

- ¡Dios! ¡Me asustaste! – dijo posando su mano sobre su pecho de forma dramática.

- Lo siento – respondió apenado, retrocediendo un par de pasos inconscientemente.

- Esta bien, solo, no me lo esperaba – dijo, mirando que traía un vaso con agua.

- ¿No podías dormir? – preguntó el rubio sentándose a su lado.

- No, no dejaba de dar vueltas – confesó dejando de lado sus notas, estirándose – Cuando estaba en casa con Kkami, siempre se acurrucaba conmigo hasta que me quedaba dormido.

- Yo... tal vez podría ayudarte – ofreció el australiano luego de unos minutos en silencio

- ¿Ayudarme?

- Si, cuando mi hermana no podía dormir, yo... - se sonrojó ligeramente, pensado repentinamente que no era muy buena idea – le acariciaba el cabello...

- Oh... - exclamó Hyunjin, sentándose derecho sin darse cuenta, algo sorprendido por la oferta que el más chico le hacía.

A lo largo de esos meses había visto que era afectuoso con los demás, entre ellos solo habían tenido un par de contactos físicos, uno de ellos hacía casi 15 días, cuando Felix había sido expulsado y se habían aferrado entre lágrimas. Si bien cuando volvió le dio mucho gusto verlo, no pudo evitar sentirse apenado ante el recuerdo de como lo había sostenido contra él motivado por la tristeza que había sentido al pensar que no volverían a estar juntos.

- Esta bien, solo... solo era una opción – dijo Felix al notar el cambio de actitud de Hyunjin.

No respondió, lo siguió mirando, para el australiano aparentemente no había sido algo malo o desagradable al haberlo tenido tan cerca ese día, después de todo, siguió orbitando a su alrededor e incluso le hizo aquel ofrecimiento, tal vez... no era tan malo como él lo pensaba.

- Bueno, creo que mejor te... - comenzó a decir el menor, mientras se ponía de pie.

- Esta bien, me gustaría que me ayudaras – dijo pronto antes de que ambos se arrepintieran de sus impulsivas palabras.

- ¿Estás seguro? No tienes que aceptar si no estás cómodo – quiso decir el rubio, sin sentarse todavía.

- Si, estoy seguro, es solo que... - se encogió de hombros – No sé qué tengo que hacer.

Felix sonrió y dejó el vaso sobre la improvisada mesa. Se sentó esta vez en una orilla del sillón y palmeó entonces sobre sus muslos.

- Pon tu cabeza aquí – explicó con amabilidad.

El mayor dudo unos segundos ante lo intimo de la posición, sin embargo, recordó que ya había visto que lo demás comenzaban a ser más cercanos entre sí, como Han y Lee Know, probablemente no era algo extraño.

Hizo lo que le habían indicado y cuando estuvo acomodado sobre los suaves y pequeños muslos, sus ojos quedaron clavados en los del menor, quien le miraba con una hermosa sonrisa.

- Trata de relajarte... - sugirió el rubio, entonces comenzó a acariciar su cabello.

Los primeros minutos fue realmente incomodo, no puede negarlo, ese tipo de gesto solo lo había tenido con su madre y habían pasado muchos años de ello, sin embargo, la mirada cálida de Felix, su sonrisa amable, las pequeñas y delicadas manos pasando entre sus cabellos realmente comenzaban a tranquilizarlo.

Estaba por cerrar los ojos cuando el australiano comenzó a tararear una melodía suave, haciendo que volviera a mirarlo a los ojos, a la sonrisa tan llena de paz, tan satisfecha... Dios... quería seguirla viendo... no solo hoy, siempre..., quería que esos transparentes ojos lo miraran así, siempre... quería tener las cálidas manos de Felix solo para él...

Lucho lo más que pudo contra el sueño que ahora se encontraba cerca pero que ante el hermoso espectáculo frente a sí se negaba a seguir, no obstante, solo fueron un par de segundos más antes de que se perdiera en la inconsciencia con la sonrisa de aquel ángel sin alas grabada en su memoria.

Los encontraron en la mañana dormidos en el sofá juntos, Felix con una mano aún en su cabello y la otra sobre el corazón del mayor, como si quisiera protegerlo, mientras Hyunjin sostenía esa misma mano, como si no quisiera dejarlo ir, durmiendo ambos sin pesadillas por primera vez en muchos meses. 

Hyunlix - Inktober 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora