La decisión más dificil (TERMINADA)

Capítulo 30: Desesperante (2/2)

La mañana había transcurrido más desesperante que nunca en la vida.

Thane había estado todo el día pegado a Liv, mostrándole distintas partes de la escuela, y yo que sé que más. Había pasado toda la mañana sin prestarnos atención a ninguno de nosotros tres; excepto en el almuerzo, cuando se sentaron con nosotros, pero así y todo, seguía hablando solo con ella. Yo trataba de no desquitarme, mucho, con mi comida, ya que no tenía la culpa.

Summer, intentaba tranquilizarme diciendo que ella intentaba adaptarse y que él solo quería ayudarla con ello. Pero claro... solo era una vil mentira para que yo no golpee al primero que se me cruce.

Estaba en la cocina, tomando agua, cuando escuché el motor de un auto. Mis padres no eran, ya que llegaban mucho más tarde; tampoco era el de Laynette. Era el de Ray.

Me sorprendió verlo aquí, a esta hora. Por lo que me quedé husmeando por la ventana, tratando de que las cortinas taparan mi cara, para no dejar que se vean a través del cristal.

Mi hermana bajó del lado del copiloto, con ayuda de Raymond. Caminaron hasta esta cerca de la entrada, dándome un mejor ángulo para espiar. Se podía notar que hablaban, pero no se escuchaba nada. Ray le decía cosas a Laynette, provocando que ella baje la cabeza y se ruborice notablemente. Él la besó en la mejilla, y se subió a su auto y luego se fue. Laynette entró a la casa.

- ¡Hola! - dije cuando caí a su lado. Ella saltó alarmada.

- ¡¿De dónde saliste, loca?! - me preguntó alterada con una mano en su pecho.

- Creo que del vientre de mamá - puse mi mano en mi barbilla y miré hacia arriba, como si pensara - pero...

- ¡Me refiero a que por qué me asustas así! - no me dejó terminar mi hipótesis.

- ¿Cuándo ibas a contarme que sales con Ray? - ignoré su anterior pregunta.

- No estoy saliendo con Ray...

- Bueno, pues entonces no dejes que crea que sí lo están. - Me crucé de brazos -. Cuéntame todo.

Ella suspiró, y se sentó en el sillón. Yo hice lo mismo.

- Ayer, por la tarde, me llegó un mensaje... - Su voz se cortó -. Era de Connor. Al principio pensé que él había escrito algo como ''Lamento no haberte contestado en todo el fin de semana. Es que estuve muy ocupado'', o algo similar, pero... - respiró hondo - cuando vi la foto de él besándose con una rubia... mi mundo se derrumbó. - Pude ver sus ojos llenarse de lágrimas; pero en su mirada no había tristeza, o pena. Se podía distinguir la furia -. En ese momento había salido de la universidad. No vine a casa porque tú no estabas, y sabía que mamá y papá volvían tarde; además se preocuparían mucho. Bryony está muy ocupada con el tema de su boda, así que no se me ocurrió mejor idea que ir a la pizzería ''de Ray'' - suspiró -. Estaba cerrada, pero él estaba dentro. Él me abrió, y le conté todo, lloré, mucho. Hablamos un buen rato, hasta que el me trajo a casa, y lo invité a pasar, y vimos algunas películas, y ambos nos quedamos dormidos.

Ella me miró fijamente, por lo que supe que su ''explicación'' se había terminado. Sabía que ella estaba obviando varios detalles, pero no la presionaría.

- Tu no te mereces a ese chico - dije de mala gana, acusándola con la mirada.

- Tu apoyo moral es impresionantemente bueno - me dijo con sarcasmo, y me miraba con los ojos entrecerrados.

- Yo solo estoy diciéndote la verdad - levanté mis manos. Pero en ese momento, una punzada de culpa me atravesó, al decir aquellas palabras. No estaba diciéndole toda la verdad -. Yo...

Ella me miraba fijamente. Estaba poniéndome nerviosa.

- ¿Si, Macy? - se cruzó de brazos, e hizo lo mismo con las piernas -. ¿Tienes algo que contar, tú también?

- Si, pues... - Es mi hermana, no podía ponerme tan nerviosa -. El Domingo, cuando salí con Thane, vimos a Connor con... la rubia, y yo la enfrenté y le dije ''No sabría si la engaña a ella contigo, o a ti con ella'', refiriéndome a ti a la rubia. Ella se enojó y se fue corriendo, odiándolo, supongo. Y cuando él intentó correr tras ella, lo tomé del brazo, y le dije que si no te lo decia él, ll haría yo. En ese momento me fui furiosa y Thane me confesó que él está enamorado de mí. - Dije rápido, para camuflarlo un poco. Ella estaba con la boca abierta, una mano sobre ella, y la mirada perdida detrás de mí.

- Él... - me miró - ¡Thane te confesó que está enamorado de ti!

Saldó sobre mí, y me empezó a mover por los hombros.

- Acabo de decirte que vi a tu novio engañándote... ¡¿y tú solo le prestas atención a esa parte?!

- Bueno... - se sentó de nuevo, con la espalda recta, y mirándome ofendida - ¡Perdóname por preocuparme por ti!

- Me encanta que te preocupes por mí... - dije despacio - Pero... Creí que querrías romper algo, golpearme, gritar o algo agresivo.

- No te digo que no me haya molestado, dolido y eso, pero... me di cuenta de que él no era para mí, y que tampoco duraríamos mucho tiempo juntos. Lo supe desde el primer beso... porque ese es el momento indicado para saberlo. - Su mirada estaba perdida en el suelo - Pero supongo que seguí con eso porque él me gustaba.

Qué triste es pensar que hay personas en el lugar de Ray. Anhelando por años y años que la persona que aman, o de la que están enamorado, les preste atención. Que piensan en todas las posibilidades de tener una oportunidad, pero que la desechan al instante, por las ''imposibilidades''. Que su estado de ánimo dependa de esa persona, la cual ni los registra, tal vez. Y yo pienso que eso ocurre mayormente, porque se enamoran de personas superficiales, o no todas, pero en el fondo todos lo somos un poco. Por lo que seguro que si no tienes una cara bonita, y una billetera llena, no te prestarán atención.

- Cuéntame... - interrumpió mis pensamientos - ¿Cómo fue eso de la ''declaración''?

- Ehmm... - no salían palabras - Básicamente, él me dijo que estaba enamorado de mí, nada más. En realidad no fue tan literal. Pero, yo no sabía qué decir. Así que... no dije nada. Y él cambió de tema, y yo le seguí la corriente, y... pues nada.

Ella volvía a estar con la boca abierta.

- Me cuesta seguirte. - Cerró los ojos -. ¿Puedes contarme detalladamente?

Le conté TODO. Absolutamente TODO. Desde el día de su fiesta número veinte, hasta hoy en la mañana.

- Y... tú... - estaba impactada, o eso creo - eh...

- No es necesario que digas algo. - La tranquilicé. ''Creo''.

- ¡¿Con todas las cosa que ha pasado, tú aún no le dices lo que sientes?! - Ya reaccionó.

- Pues... - moví mis manos - Supongo que no.

Sonreí exageradamente, con ''inocencia'', y ella me miró con los ojos entrecerrados.

- Y... ¿Piensas hacerlo ''pronto''? - preguntó, moviendo la cabeza.

- Pues... - moví mis manos, otra vez - Supongo que no.