Capítulo 44: Perdonada.

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Una semana. Siete días. Habían pasado siete días desde la discusión. Y seguíamos sin hablarnos. En realidad, él no me contestaba. Pero no lo culpaba. Y habían pasado cinco días desde la fiesta de Summer. Cinco días desde que ese extraño casi conocido me había besado y dejado allí, sin explicación alguna.

- Dotson, responda la pregunta – la voz del profesor me despertó de mis pensamientos.

- No la sé, profesor – dije, con simpleza.

- Ponga atención – ordenó. Ni siquiera me molesté en asentir.

Thane estaba sentado a mi lado. Me miró y luego habló.

- ¿Qué te pasa? – preguntó -. Andas muy distraída.

No les había contado lo des chico misterioso, ni a él, ni a Summer.

- Nada, es solo lo de Scott – le respondí. No era mentira, pero tampoco era toda la verdad.

El giró su cuerpo para todos lados, mirando en diferentes direcciones.

- ¿Me hablas a mí? – me preguntó, señalándose. Alcé mis cejas -. Ah, pensaba que querías mentirle a alguien que te conociera menos. – me miró con reproche -. Ya, dime la verdad.

Yo reí. De todas formas iba a contarle.

- En la fiesta de Summer, cuando empezó todo lo de las luces y la pintura un chico se acercó y bailó conmigo – empecé a contar -. Luego él me besó y se fue. Solo así.

- Es extraño, pero... ¿Qué tiene de malo?

- De malo, nada. – dije -. Es solo que no sé quién era el chico.

El me miró perplejo y confundido.

- ¿Cómo que no lo sabes?

- No lo sé – dije -. No se le veía el rostro, no pude identificarlo.

Al parecer al profesor no lo habían tratado bien en su casa.

- Dotson, Miller, fuera – dijo mirándonos seriamente.

Claramente ninguno de los dos iba a discutir con el hombre. Yo, no tenía ganas, y probablemente, Thane porque odia esta clase. Tomamos nuestras cosas y salimos del salón.

- Estaba contando los minutos para que eso pasara – dijo, Thane, aliviado -. Iré al baño.

Se perdió por el pasillo. Salí del edificio, hacia el patio. Cando estuve sentada en el césped, debajo de un árbol, mi teléfono sonó.

Número desconocido.

- ¿Si?

- Hola, cariño – dijo una voz femenina, vagamente conocida -. Soy Gemma.

- ¡Gemma! ¿Cómo estás? – pregunté.

- Muy bien, linda – respondió -. Espero que no te moleste, le pedí tu número a Scott.

- No, tranquila – le dije -. ¿Sucede algo?

- No, en realidad – me dijo. No respondí, esperando que continuara hablando -. Sé que tú y Scott tuvieron algunos problemas...

- Si... - dije en un susurro.

- También sé que están distanciados, pero... quería pedirte algo – dijo, ella. Parecía nerviosa.

- Claro, lo que sea.

- En dos días es su cumpleaños – no tenía idea -, y, por diversas razones, supongo que no lo sabías.

La decisión más dificil (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora