El imponente ruido de la alarma sonó a las 5:20 am. Me levanté de la cama y entré al closet. Me quité el pijama y me puse un top deportivo, negro, un short deportivo corto, y una zapatillas negras, de deporte. Todo esto de marca Nike.
Entré al baño, me lave la cara, los dientes y me até el cabello en una cola de caballo alta.
Salí de mi habitación y entré a la cocina, saqué una manzana de la fuente de la fruta, la comí lo más rápido que pude. Cuando terminé, salí de la casa con mi teléfono y los auriculares. Atravesé la puerta de entrada, y pude darme cuenta de que aún no amanecía.
Conecté los auriculares al teléfono y le di Play a la lista de reproducción. Puse los auriculares en mis oídos y comencé a correr, sin rumbo fijo. Comencé a pensar en… todo, y nada.
***
Mis piernas dolían y mis pulmones ardían. Me vi obligada a parar.
Respiraba agitadamente y el sudor caía en abundancia por mi cara. Ya había amanecido, no estaba en el centro del cielo, pero el Sol ya iluminaba bastante. Miré la hora en mi teléfono ''6:36 am'', había corrido alrededor de una hora, lo que significa que tardaría una hora en volver.
Estaba en un lugar que no conocía, pero si sabía ubicarme. Luego de unos minutos que usé para recuperar el aire, comencé a correr nuevamente, en dirección a mi casa.
***
Cuando llegué a casa estaba más agitada que antes. Llegué sobre las 6:55 am. Ya que no me había llevado llaves le rogué al cielo que no se hubieran ido todos. Golpee la puerta, luego de unos minutos apareció mi hermana ya arreglada para ir a la Universidad.
- Já, y yo que pensaba que te había quedado dormida - dijo divertida
Aún seguía algo molesta por lo de la noche anterior, así que solo me limité a no contestar, y dedicarle mi sonrisa mas falsa. Entré a la cocina, porque necesitaba agua. Allí se encontraba mi madre, haciendo el desayuno. Sobre la barra había un plato sucio, el cual supuse era el que uso mi padre.
- Buen día, cariño - me sonrió mi madre. Me incliné hacia ella y la besé en la sien - ¿Quieres desayunar?
- No - negué con la cabeza -. Lo hice antes de irme.
Subí rápidamente las escaleras, hasta llegar a mi habitación. Entré a la ducha y me duché lo más rápido posible. Cuando salí me puse una remera negra, sin mangas, con líneas blancas y el número 82 también el blanco, un short de jean claro desgastado y mis vans negras. Me puse un poco de base en la cara y un poco de rímel. Desenredé mi cabello y lo alboroté un poco para que las ondas, naturales, se formaran, aún estaba mojado, pero hace el suficiente calor y es lo suficientemente corto como para secarse rápido.
Tomé mi mochila y celular para salir de mi habitación. Cuando llegué a la sala tomé mis llaves y grité.
- ¡Adiós, mamá!
- ¡Adiós, cariño! ¡Ah, hoy trabajo hasta tarde! ¡Nos vemos en la noche!
- ¡Okay! - y sin más salí de la casa hacia a escuela.
Cuando llegué a la escuela eran las 7:27, en tres minutos tocaría la campana. A unos metros de mí estaban los chicos del equipo, y con ellos estaba Thane. Me acerqué a ellos.
- Hola, chicos - los saludé poniéndome al lado de Thane, abriendo la ronda.
- Hola - movieron la mano.
- ¿Cómo te llamas belleza? - me preguntó Chad, uno de los chicos del equipo. Lo dijo con un todo… seductor. Ugh.
- Ya nos conocemos, idiota.
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La decisión más dificil (TERMINADA)
Novela JuvenilTener que decidir entre el amor y la amistad con una persona tan importante, puede ser ''la decisión mas difícil''. Pero puede que la frase ''el amor lo puede todo'' sea cierta.