La decisión más dificil (TERMINADA)

Capítulo 9: Marry me

9. Marry me.

MACY'S  P.O.V

*Mientras tanto*

  Llegué al estacionamiento subterráneo sin aliento y jadeando.

- ¡Summer! - grité al verla abrir la puerta de su auto. Ella giró la cabeza y pude ver que tenía el entrecejo fruncido en modo de enojo -. ¡Detente! ¡Por favor!

- ¿Para qué?

- ¡Por Dio, Summer! - dije ya exasperada -. ¡No puedes enojarte por eso!

- ¿Por qué no puedo? - dijo, muy enojada -. Por si no te diste cuenta me abandonó (okay, eso ya era mucho) solo para abrazar a esa rubia plástica.

- Primero que nada, no te ''abandonó'', solo estaban tomados de las manos, y segundo que nada, ¿¡Por qué antes de enojarte así no lo escuchas!?

- Si a ti te da igual, bien por ti. Yo no soy así y no me da igual -. Okay, ahora la culpable soy yo.

- Mira, si tú estás alterada, no es mi culpa, así que no me tires los palos a mí. Porque que tú te hayas enojado con él sin saber por qué porque ¡Ni si quiera sabes quién es, por Dios! no es mi problema. Así que cuando te calmes, ten la dignidad de hablarme. Adiós.

  Yo solo quería ayudarla y... ¿qué me gano? Que se enoje conmigo. Por el amor a los Dioses, esta mujer sí que es difícil.

  Comencé a caminar hacia el interior nuevamente a buscar a los chicos. Cuando llegué a en donde estaban me encontré a los tres hablando animadamente.

- Hola - dije suspirando con cansancio y algo de enojo.

- ¿Qué pasó con Summer? - fue lo primero que preguntó su novio cuando llegué a ellos.

- Nada bueno. Se enojó porque según ella ''la abandonaste por abrazar a la rubia plástica'', quise hacer que entrara en razón y también se enojó conmigo y le dije que cuando se calmara que me llamara… - me callé al notar que la ''rubia plástica'' estaba enfrente mio -. Oh, perdóname… no quise decir lo de… rubia plástica.. es solo que…

  Ella soltó una risita, se veía simpática.

- No te preocupes, no me conoce, solo se puso celosa. Se le pasará - me tranquilizó.

- Oh, sí claro… - sonreí. Me olvidaba de algo - Un gusto, soy Macy. Amiga de ellos dos -señalé a los chicos -. Y mejor amiga de la celosa - me presenté.

- El gustos es mio, Macy. Soy Katia, dime Kat - se presentó -. Soy hermana de Mason -. Le sonreí.

- Bueno, chicas y chico… - comenzó el chico de ojos color marrón -. Creo que es hora de irnos.

- Oh, sí por supuesto - le dio la razón el ojiazul -. ¿Vienes con nosotros? - se dirigió a su hermana.

-Claro, pero primero tengo que buscar mi maleta en el estacionamiento.

  Los tres asentímos, y comenzamos a caminar hacia la salida. En el recorrido, que fue muy corto, Kat, comenzó a contarme su vida los últimos 7 años, no con detalles, obvio. Me dijo que había conseguido entrar a estudiar a Pratt Institute en Brooklyn, como siempre lo había deseado, a estudiar arquitectura. Luego de estudiarlo por 5 años y conseguir su título, fue llamada desde Italia para ir a trabajar a una de las más conocidas empresas de ese país. Como estamos cerca de la primavera le dieron vacaciones así que se quedaría 2 meses aquí, para luego volver a su cotidiana vida.

  Era una chica muy buena y hermosa. Tenía unos ojos verdes con una aureola celeste que decoraba el borde de su pupila, que tenían una mirada tan intensa y divertida que te hacían quedarte a escuchar todo lo que tenía que decir, y una voz tan dulce que te daba gusto escuchar todo eso y una enorme y blanca sonrisa que te contagiaba la felicidad que emanaba.