Envenenara Mi Soledad

VI. Señales luminosas

Victoria's POV:

Salí de la casa de Gus por la mañana, lo besé en la mejilla y le agradecí por todo. No hablamos de lo que había pasado el día anterior, actuamos como de costumbre. Y conociéndolo bien, sabía que no sacaría el tema durante mucho tiempo y esperaría a que yo lo hiciera, pero me sentía bastante rara y no podía esperar para echarle la culpa al alcohol en mi cuerpo.

Necesitaba bañarme, preparar algo de comer y descansar, me gustaría terminar mi lectura actual y fingir que nada había cambiado entre nosotros, pero no pude dejar de pensar en él... Aún recordaba la suavidad de sus labios y la delicadeza con la que sus manos acariciaron mi cintura y mi cabello en ese acto, cómo sus ojos celestiales parecían leer mi alma cuando se alejaba de mí; era diferente a todo lo que había probado alguna vez, podía escuchar mi pecho gritando por más de él, deseando que volviera a suceder. Definitivamente necesitaba encontrar una manera de calmar mi silenciosa confusión.

"Creo que simplemente tuvo ganas de estar con una chica, cualquiera serviría... Un hombre actuando como un hombre." — Pensé, tratando de simplificar y adivinar lo que Gustavo pensaba de mí. Cuando me miré al espejo, solo en ropa interior, no pude ver nada especial en mí, no me sentía sexy, atractiva ni nada de eso. Ahora ser amiga de Gustavo durante tantos años me parecía un problema, me di cuenta de que estaba parada frente a mi reflejo comparándome con otras chicas con las que él había salido. Nunca lo había pensado antes y no tenía ningún derecho, me sentí estúpida cuando me di cuenta de que un atisbo de celos y inseguridad apareció en mí a través de este pensamiento.

Para mí, fue la confirmación de algo tan latente como inesperado: Me estaba enamorando de mi mejor amigo. Por primera vez consideré las cosas que Martina decía de mí y Gus, tal vez ella tenía razón.

Un poco de drama siempre es bueno para despertar la imaginación de un artista y al menos tendría suficiente inspiración para pintar. Hacía tanto tiempo que no tocaba mis pinturas que fue mágico pasar la tarde olvidándome de todo, completamente absorta en ese mundo colorido, lleno de formas y signos; en cada pincelada un estallido de la alma. De fondo sonaba "Salir de la melancolía" de Serú Girán, la combinación fue como una terapia infalible. Sobre todo me sentí muy bien, más viva.

~

Mi estómago gruñía de hambre, a veces me volvía tan concentrada que olvidaba que era un ser humano con necesidades humanas. Bajé a preparar algo de comer y me di cuenta que ya estaba oscuro, fue increíble como perdí la noción del tiempo. 

El teléfono de la sala principal sonó, "¡Espero que sea por una buena razón!" — Parece que solo llaman en momentos inapropiados. 

— ¿Sí?

— Hola, ¿puedo hablar con la señorita Victoria Carballo Bertolotti? — Una figura masculina modifica su voz para sonar más seriamente. 

Intento fallido, tan reconocible.

— ¡Espero que sea importante, Sr. Gustavo Adrián Cerati!

— Vengo a través de esta llamada convocarte al próximo ensayo de Soda Stereo, mañana en mi casa. Es estrictamente prohibido negarse. — Se notaba por el tono de su voz que estaba sonriendo mientras decía esto.

— ¡Pero dijiste que las canciones eran sorpresa para el día del concierto! — Me alegré por la invitación, pero recordé lo que me había dicho el día anterior.

— Solo sigo las órdenes de Zeta.

Podía escuchar risas al fondo y la voz de Zeta gritando algo ininteligible desde lejos. Aunque hacía mucho que no veía a mi primo, siempre fue una persona muy importante en mi vida, estaba muy feliz de ver lo bien que se llevaban y se divertían.

— ¡Dile que yo también lo extraño!

—  ¿Nos vemos entonces?

— ¡Definitivamente sí! Ya que estoy sola, podríamos venir a mi casa después del ensayo, ordenar pizza y ver pelis...

Me pareció genial la idea para conocer más sobre los gustos de los tres, definitivamente me daría material suficiente para componer el look y la identidad de la banda. Todas estas experiencias serían muy bienvenidas para nuestro trabajo juntos y también pasaría más tiempo cerca de Gus.

— De acuerdo, nena. Estoy ansioso por verte.

Mi corazón dio un vuelco cuando escuché la última frase. Suspiré audiblemente.

— Yo también, Gus...