No Es Imposible [ABDL]

04

POV Ezequiel

Había regresado a la casa de la familia que me adopto, me la pase en toda la hora de consulta llorando y fue imposible recibir la supuesta terapia, y la mujer ya tenia otro paciente, a Jonathan y Rocío no les quedo mas opción que retirarse conmigo, pero agendaron una cita para la siguiente semana.

No había querido salir de mi cunita, solo jugaba con uno que otro peluchito, pero en algún momento tenia que salir para comer, tenia hambre.

─ ¡Hermanito! ─me exalte cuando la puerta fue abierta, era Aixa junto a su hermana pequeña─ tienes que comer nene, Angie y yo te trajimos tu desayuno, lo hizo mami.

Angie se acerco a mi casi corriendo y abrió la puertita de la cuna y entro, yo trate de hacerme para atrás.

─ Angie, asustas a el bebé. ─la regaña su hermana, en eso me habla a mi─ Thiago, mi hermana y yo te trajimos avena con fruta y un bibi, has de tener hambre pequeño.

─ ¡Y no aceptamos un no como respuesta! ─dijo la adolescente, a pesar de que parecía querer tener una actitud firme, no le salía, pues ella es muy tierna─

Me causaba incomodidad estar con ellas, no porque me cayeran mal o algo así, si no que ayer había llegado llorando y sus padres les explicaron que yo había tenido un ataque de pánico en plena consulta, y trataban de hablar conmigo para ver que sucedía, pero sabía que ellas tampoco me creerían.

Por suerte solo me alimentaron y jugaron conmigo, también me dieron muchos mimitos, se que no llevo mucho tiempo de conocer a estas chicas, pero ya les agarre cariño, no pude evitarlo.

Después de un día de pasármela jugando con ellas. Cuando llego la hora de dormir, Aixa estaba leyéndome un cuento mientras yo estaba acostado en el regazo de Angie.

─ Había una vez un perro muy hambriento que caminaba de aquí para allá buscando algo para comer, hasta que un carnicero le tiró un hueso. Llevando el hueso en el hocico, tuvo que cruzar un río. Al mirar su reflejo en el agua creyó ver a otro perro con un hueso más grande que el suyo, así que intentó arrebatárselo de un solo mordisco. Pero cuando abrió el hocico, el hueso que llevaba cayó al río y se lo llevó la corriente. Muy triste quedó aquel perro al darse cuenta de que había soltado algo que era real por perseguir lo que solo era un reflejo.

─ ¿Y el perrito se quedo sin comer por siempre? ─no pude evitar hacer un puchero─

─ No bebito ─Angie me estaba haciendo piojito mirándome con ternura por mi actitud─ el perrito logro conseguir otro hueso, y aprendió la valiosa lección a que hay que valorar lo que tenemos y que lo podemos perder por pura envidia.  ─dijo para luego pellizcar mi mejilla─

─ Oh... ─me sorprendí, era una valiosa lección─

─ Parece que se la están pasando bien. ─los tres volteamos, era Rocío y su esposo─

─ Si mamá, ya esta mucho mejor este angelito ─Aixa me sonrió─

─ ¿Es cierto eso? Peque ─Jonathan me sonrió, me quedo inmóvil por unos momentos hasta que siento como Angie alza un poco mi camiseta y me hace trompetitas en mi barriga desnuda─

─ ¡Jajaja! ¡nooo! ─me reí tratando de apartarla, pero ella no paro con las cosquillas─

─ Princesa, ya deja respirar a el nene. ─cuando me percate luego de que Rocío le dijera eso a su hija me había cargado─ nosotros tenemos que hablar con este príncipe ─en eso mi mirada cambio a una de terror─

─ Tranquilo Thiago, no has hecho nada malo cariño ─me dice Jonathan─ es por tu bien, no te vamos a regañar ni nada, ¿ok?

No me quedo mas opción que asentir, las chicas salieron de la habitación y me dejaron a solas con sus padres...