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Narrador Omnisciente

Diego se encontraba riendo junto a una de sus compañeras mirando como el pequeño que le toco cuidar dejándose dar un biberón por Zarina solamente para que le prestara por unos minutos sus colores, porque después estaba jugando con otros pequeños.

─ Diego, no despegues el ojo de ese chico ni un segundo, que es él little del jefe y con solo un rasguñito pequeñito que tenga, él Señor Lautaro te matara. ─le susurra al oído una chica de cabello color rojo vino y uñas pintadas del mismo color─

─ Tampoco seas tan exagerada, Caro ─suelta una carcajada mientras come un muffin─ aparte, él jefe me dijo muy claro que no es él cuidador del chico, solo se esta haciendo cargo de él porque su familia no puede.

─ ¿Y no se te hace extraño que un empresario multimillonario como Lautaro, él cual conoce miles de niñeros para pequeños porque tiene una gran guardería abdl este cuidando de un pequeño de unos amigos estando él tan ocupado? ─le pregunta Carolina alzando una ceja─ ¡hazme el favor Diego! Yo ese cuento no me lo creo ni un poquito. Un hombre tan ocupado como él jefe no llega tarde a una reunión importantísima con los de la compañía Apple, en su propia empresa por un pequeño de sus amigos.

─ ¿Y tu como sabes que él señor Lautaro tenia una reunión importantísima em su empresa con el los propietarios de Apple? Yo lo se porque él mismo me lo dijo, y se supone que solo él y yo lo deberíamos saber. ─él mira a su compañera con sospecha, sabiendo lo chismosa que era─

─ Ay, ¡pues tengo mis formas y ya! Además, no estamos hablando de eso, estamos hablando de que ese cuento que él jefe dice quesque Thiago no es su bebé es mas falsa que mi ex ─ella se ríe nerviosa intentando cambiar de tema, pero se detiene cuando ve a Diego molesto─ ¡bueno ya! Me lo dijo su mamá.

─ ¿Y como la Señora Helen te dijo eso?

─ Es que estaba platicando con ella y le pregunte cuales eran sus secretos de belleza, porque ósea, ella es una señora que ya esta en sus cuarentas y no tiene una sola imperfección en su rostro y tiene un cuerpazo divino de reloj de arena, aparte que es muy alta. En cambio yo estoy en mis veintes y soy una legitima tabla, nada por delante ni por detrás, aparte de que soy bien enana.

─ ¿Y eso que tiene que ver con lo que te estoy preguntando? No me cambies de tema, Carolina.

─ ¡Déjame terminar por Dios! Y la señora me respondió que aparte de la genética, era no matarse tanto trabajando, solo lo necesario. Pero después me dice que aunque su hijo se parece en su mayoría a ella, no cree que cuando este en sus cuarentas luzca igual de bien porque esta obsesionado con su empresa de computación, y peor cuando decidió colaborar con Apple, así fue como me entere. ─termina de contar con una sonrisa incomoda─

─ Es que tu eres todo un caso Carolina.

─ Aunque yo no le creo a lo que dice mi futura suegra, porque Lautaro es simplemente guapísimo, y lo seguirá siendo no importa la edad que tenga. ─suelta una carcajada coquetamente, dado que llevaba un tiempo sintiéndose atraída por Lautaro─

─ Tú sabes muy bien que él jefe es gay, y que aparte esta en una muy sería relación con un señor. Él cual si no esta trabajando como niñero aquí, es el secretario de él Señor Alexander, él abuelo de Lautaro. ─le recuerda a su amiga burlándose al ver su cara de desilusión─

─ ¡¿Por qué siempre tienes que recordármelo?! Infeliz.

Carolina le da un codazo a Diego, y aunque a él le duele un poco solo se ríe fuertemente notando el enojo de la chica que sabe perfectamente que Lautaro nunca se va a fijar en ella, pero a Carolina solo le toca aceptarlo. Las bromas y risas entre los dos trabajadores de la guardería se ve interrumpida por un fuerte llanto, Diego voltea y nota que es él pequeño que su jefe le asigno.

No Es Imposible [ABDL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora