No Es Imposible [ABDL]

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Pov Ezequiel

Algo que siempre me pregunto es, ¿Cómo será la guardería abdl que fundo mi hijo? La ultima vez que estuve ahí fue cuando reencarne en el cuerpo de Thiago, después de allí, nada.

─ Créeme que es super bonita ─me sonríe Angie luego de que le preguntara como era tal lugar, estábamos hablando por videollamada─

─ Lau dice que no es buena idea que vaya ahí, por todos los problemas que ha habido con Thiago, no quiere que me perjudiquen a mí. ─me muerdo las uñas del estrés─ pero dice que no hay opción, él y Helen están ocupados, al igual que mi suegro y yerno, al igual que tu familia.

─ Si… yo ya casi tengo que entrar a clases, la profesora de biología es una amargada y voy con ella ─ella rueda los ojos─ por cierto, gracias por venir ayer a mi fiesta, nos la pasamos super bien.

─ A pesar de que te tuviste que dejar despeinar por mi porque si no lloraba y te regañaban… ─digo avergonzado de lo que hice en mi little space─

─ Si, tu tranquilo, luego mi novia me ayudo a peinarme de nuevo ─me sonríe tranquila─ ¿y cuanto falta para que cumplas años? Quiero ser la primera en felicitarte.

─ Mmmm… es en un mes y cinco días. ─digo viendo en el calendario, pues suelo muchas veces olvidar mi cumpleaños─

─ ¡Ya casi! Que bien, espero que te hagan una gran celebración. ─en eso se escucha sonar el timbre─ bueno, acabo el receso. Adios bebito, recuerda que estarás seguro en la guardería abdl, tu tranquilo, tu hijo se asegura que todos los pequeños se la pasen lo mejor posible.

─ Te creo, chao Angie.

Cuando cuelgo la llamada me pongo a alistar mis cosas, pues me voy a la guardería ABDL fundada por mi propio hijo y con un poco de ayuda de mi esposa, todas las personas en las que Helen y Lautaro confían para que cuiden de tienen trabajo o clases. Así que Lau me llevara ahí, según él solamente tenía que fingir ser Thiago.

─ Cielo, ¿ya estas listo? Se me esta haciendo tarde y en la empresa me ocupan pero ya, creo que apenas me va a dar tiempo de dejarte en la guardería. ─entra Lau sin tocar la puerta apresurado, se le notaba el estrés─

─ Si, solo estaba empacando la pañalera, ya termine. ─digo levantando mi “maleta”─ podemos irnos.

─ Ay que bueno, anda.

Él me tomo de la manito bastante brusco, pero como lo vi tan estresado haciendo llamadas mejor no le dije nada, era obvio que lo hizo sin querer.

─ ¿Recuerdas las reglas? Corazón. ─me pregunta luego de unos minutos manejando─

─ No decirle a ningún extraño sobre lo que paso hace 20 años ni quien soy en realidad, no estar en mi big space a la fuerza, no separarme de mi niñera porque la guardería es muy grande y me pierdo, decir si necesito un cambio de pañal o tengo hambre ─hago el esfuerzo por recordar tales reglas─

─ Muy bien, ¿y la mas importante?

─ En ese lugar soy Thiago, no Ezequiel. ─trago saliva, pues me pone nervioso tener que fingir ser alguien mas─ aun así, no debo imitar las malas acciones de Thiago.

Lautaro me felicita, no duramos ni 10 minutos y ya estábamos en el lugar, recuerdo haber salido de ahí como si fuese ayer, mi hijo toma la pañalera y camina conmigo con pasos rápidos, nos subimos a un ascensor y subimos a él piso mas alto.

Al salir había un pasillo con las paredes de color turquesa pastel con murales de trenes y ositos, y también habían juguetes regados por todos lados, pero lo que mas llama mi atención es que habían personas adultas vestidas como bebés, usando chupetes, jugando con juguetes super despreocupados.