Cristina
Le acabé contando todo y se disculpó conmigo. Por suerte, las cosas no se torcieron más de lo debido, yo volví a ser la misma con él, me sentía bien. Me fui recuperando poco a poco de lo sucedido y volví a ser yo. La relación con Benedict iba viento en popa, y de hecho, me sugirió irme con ellos de viaje a Austria.
–SÍ.
–GENIAL, ya no me voy a aburrir tanto –con Rosa había formado una bonita amistad.
–Bomba.
–No es tan malo estar conmigo, eh –soltó Benedict.
–Tu eres aburrido, ella no.
Benedict puso cara de ofendido. Rosa y yo nos reímos.
–¿Cuándo nos vamos? –miraron a su padre.
–En quince días. A hacer la maleta ya que os conozco.
–Arreando que es gerundio.
Rosa y yo nos fuimos juntas a su habitación.
–¿Quieres que te preste algo? –abrió su pedazo de armario. Había de todo ahí. DE TODO.
–COÑO.
–Jeje.
–Tienes ropa muy sexy.
–Ya. Me ayudaba mi ex a elegirla, pero ya no la uso por razones obvias.
–Aaaanda, pues si quieres dármela...
–Escoge lo que quieras, lo de aquí no, lo demás lo que quieras.
Observé todo. Había cosas muy bonitas. De todas las marcas posibles. Era un cajón digno de un ángel de Victoria 's Secret.
–Graciaaaas.
–De nada –sonríe–. Si quieres algún perfume de los de la derecha, cogelo. Esos ya no me quedan bien.
Asentí y salí ese día de esa casa como si me hubiera ido de compras. Llegué a casa y me lo probé todo, por suerte teníamos la misma talla. Por alguna razón, me acordé de Hamilton, y que lo veré en la carrera. A saber la cara que me pondrá. Aunque yo solo quería llevarme bien con él. En caso de que hubiera algún tipo de problema, hablaría con él. En fin, no era nada importante ahora.
La semana me pasaba muy lento, tenía muchas ganas de ese viaje. En clase volví a rendir bien después de los malos días que pasé y Toto me felicitó por no rendirme. Era un buen profesor, se preocupaba por el bienestar de todos. Aunque no lo fue en el momento que hizo un examen sorpresa, EL VIERNES.
–Te habrás quedado a gusto –le dije cuando me entregó las cuatro hojas de examen.
–Hay que ir comprobando el nivel –me guiñó un ojo sonriendo.
–Pues bien.
–Ya sé que tú sí, pero el resto... –enseñó las cinco hojas de uno en blanco.
Me encogí de hombros sonriendo y procedí a escribir. Me pasé las dos horas con el examen, había que se rendían al momento, que ponían el nombre y lo entregaban. De hecho, mis dos amigas fueron de las primeras en irse, y yo, la última, claro.
–Tienes cinco minutos.
–Ya termino.
–Date prisa.
Odiaba que me metiera presión.
–¿¡Te puedes callar!?
–Tranquilita, conmigo menos.
Lo miré y le entregué el examen sin terminarlo con toda la rabia del mundo. Él lo ojeó, y me lo volvió a dar.
–Ponme el resultado y te lo doy por válido.
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enséñame lo que sabes [finalizada]
FanfictionImagínate tener al profesor más sexy de tu vida y no poder resistirte a la tentación. Habrá problemas, tristeza, decepciones... pero al final, amor. ¿Quieres ver que ocurre en esta pasional, erótica y divertida historia? ¡Entra!