enséñame lo que sabes [finalizada]

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Cristina

Hoy estábamos dando una vuelta por Manhattan. Era un estado precioso.

–¿Y si nos pasamos por California?

–¿Estás loca?

–Es que ya que estamos, vamos a Los Ángeles

–Está a cinco horas en avión. Como queráis.

–¿Y si nos vamos para verano? Es que ya nos hemos dejado un pastizal...

–A mí me da igual.

–Pues descartado.

–Lo que sí podríamos hacer es irnos con el coche a algún lado.

–SÍÍÍÍÍ –dicen ambas automáticamente.

–¿Nos vamos a Filadelfia?

–Venga.

–¡En un Ferrari!

–Tú calla, que con el BMW que tenemos nos va que chuta.

–Ay.

–He visto que podemos ir a Independence Hall, pero es recomendable pillar la entrada online a 1 dólar porque si tenemos que ir el día de visita, podemos quedarnos sin entradas de toda la gente que hace cola. Así que, yo las cojo.

–Pues venga. A la aventura.

–Y hay muchas más cosas que ver, ya os las iré diciendo, de momento vamos a hacer las maletas, ¡que nos vamos!

Nos fuimos para nuestras habitaciones, quedamos en encontrarnos a los quince minutos en recepción.

Anna

Lo que Cristina no sabía era que habíamos conseguido el número de Toto para hablar con él. Lo copiamos de su teléfono un día que la pillamos distraída. Por lo que aprovechamos ahora y lo llamamos.

–¿Sí?

–Holaaa.

–Hola –qué borde que es cuando se pone.

–¿Qué haces? ¿Estás ocupado estos días?

–La verdad es que no, ¿por qué?

–Nos vamos en dos días a pasar unos días a Filadelfia, y como quiero, queremos tanto a nuestra mejor amiga y sabemos lo mucho que te extraña, habíamos pensado en que podrías venir y darle una sorpresa y pasar año nuevo con nosotras.

–Hecho. ¿Cuándo voy?

–Pues mañana es 28, ven cuanto antes.

–Vale.

–Avísanos de todo y te mandamos ubicación del apartamento. Aunque cuando llegues llévatela a otro, no queremos oír nada –lo escuchamos reír.

–Tranquilas. Cojo el avión en cuanto antes.

–Genial, un beso, totitoooo.

–Adióós.

Cristina

Me fui a duchar tranquilamente. Me lo estaba pasando increíble, pero no imaginaba que echar en falta a alguien podía fastidiarte tanto los ánimos. Lo echaba muchísimo de menos. En parte me hubiera encantado pasar las navidades con él. Mañana es 28 y en dos días estaríamos en Filadelfia pasando año nuevo. En verdad tenía ganas de la fiesta de año nuevo, vivirla como en las películas, aunque hubiera sido increíble tenerlo a mi lado. En fin, decidí no amargarme e irme con mis amigas, las cuales ya tenían todo listo para irnos al aeropuerto para irnos.