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Toto

Un día más de clase. Pero hoy, asignaría el trabajo de final de curso. Todavía quedaban unos meses, pero deberían empezar a trabajar ya, si querían aprobar.

–¡¿Un coche?! ¡¿Entero?! –la gran mayoría se alarmó.

–¡Genial! –ya sabemos de quien venía esa alegría.

–¡No vale, ella trabaja para Mercedes!

–Exactamente por eso tú nunca llegarás a trabajar para ninguna marca.

Se oyó un "ohhhh".

–Pues dejo la carrera...

–Primero inténtalo. No es tan difícil, chicos. Cualquiera con un mínimo de conocimientos puede hacerlo. Podéis tirar de contactos y especialistas para confeccionar un automóvil funcional, tenéis cinco meses.

Dicho eso, ninguno más dijo nada. Ella estaba dando saltos en la silla, con una enorme sonrisa. Parecía una niña pequeña.

–Si alguien necesita ayuda, asesoraré a quien haga falta –uno levantó la mano–. ¿sí?

–¿Me puedo dar de baja? –todos rieron ante eso.

–Inténtalo aunque sea primero –dije riendo. Menuda clase me ha tocado.

La clase acabó, ella se quedó allí. Yo me puse a sus espaldas, apoyando mis manos en el pupitre, al lado de las suyas.

–Deja de darme estos sustos. Ya me he quedado sin móvil.

–Mm... de verdad que lo siento –lo que ella no sabe es que me di cuenta de la rotura, y dentro de una semana le llegará un pedido de Apple.

–Tranquilo, funciona –alzó la cabeza para mirarme dejando de escribir en el portátil.

Yo asiento y me fijo en su pantalla.

–Joder... ¿Ya tienes todo eso? Si sigues así acabarás en un mes.

–Soy eficiente.

–Eso es lo que nos gusta, la eficiencia –sonreí–. ¿El plano lo has empezado?

–Tengo algo pensado.

–¿Deportivo, familiar, estándar...?

–Deportivo.

–Interesante. Me muero por verlo.

–Genial.

Me aparté de ella, pero me agarró del cuello de la camisa y volvió a atraerme en donde estaba. Bueno, vale.

–¿Qué pasa? –me reí.

–Tengo frío y das calor.

Yo vuelvo a reír. Me incliné un poco más, acabó de escribir y apoyó su cabeza en mi hombro. Yo la miré, estaba tranquila, y preciosa.

–Mira, esto son ideas que tengo para el Deportivo –abrió una carpeta y me enseñó unos folios con bocetos hechos rápido–. Los he hecho nada más acabar de decir el trabajo. Me aficionan estas cosas.

–Ese me gusta, se parece al AMG GTR.

–Exacto.

–Ese "Audi" me lo vas quitando –ella rió.

–Me siento ofendida.

–¿Ofendida? Ofendido debería sentirme yo después de contratarte y que me pongas un Audi.

Rodó los ojos y volvió a centrarse en los bocetos.

–¿Quieres mi consejo? –ella me mira–. Haz uno con un diseño sencillo, inspírate en un Porsche. O en un Mazda Miata.

enséñame lo que sabes [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora