El motivo de amarte

08 | DECLARACIONES SORPRESIVAS

Al terminar las clases, usualmente tomaba el autobús o esperaba a que mi madre me recogiese para ir con ella aprovechando su tiempo de refrigerio para llevarme a casa. Otras veces me iba con Jayden, cuando lo encontraba en el estacionamiento a punto de irse. Ya que solo era la segunda semana de clases, decidí acompañar a mis amigos a sus respectivos autobuses de vuelta a casa haciendo hora porque el entrenamiento de Dave duraba un par de horas más y yo debía esperarlo para hacer la asignación de Biología juntos. Me había enviado un mensaje de voz diciéndome que lo esperase en la Biblioteca, pero dado que no había traído mi Kindle, tendría que hacer tiempo hasta que llegase la hora de encontrarnos.

—¿Sabes si este sábado Sickblast tocará de nuevo en Deja Vu? —me preguntó Trey mientras nos dirigíamos a la estación de buses para embarcarlos a él y a Cloe, que vivían a quince minutos de distancia del instituto.

Cloe se burló.

—¿Impaciente por ver a Jess?

—En realidad la pregunta era para ti. ¿No estás loca por ver a Ivor?

Las mejillas de mi mejor amiga se colorearon de rojo.

—No —dijo torpemente.

Tanto Trey como yo nos burlamos.

—¡Sí, lo estás! —dijimos al mismo tiempo, riéndonos.

—Ya cállense, babosos. —Se cruzó de brazos, molesta. Luego sus ojos oscuros se dirigieron a algo detrás de mí—. Oigan, ¿ese que viene no es...?

Una moto se detuvo a nuestro lado, justo a unos cuantos metros del paradero. Tanto los chicos como yo nos pusimos alerta. No era frecuente el robo en motos, pero que alguien se te acercase así, era algo espeluznante. La persona sobre la moto me era familiar, cuando bajé la vista a sus botas de cuero negro, me tranquilicé. Solo era Jayden. Se quitó el casco y acomodó su cabello castaño, mirándome. Sus ojos verdes me repasaron con la mirada, pero no dejé que eso me intimidase.

—¿Vienes a casa o qué?

Mis amigos se atragantaron.

—No —respondí—. Me quedaré a esperar a Dave.

Alzó una ceja.

—¿Él te llevará a casa?

Negué.

—Tenemos que hacer un trabajo de Biología juntos.

Jayden, como si tuviera todo el tiempo del mundo –tal vez lo tenía– se inclinó hacia atrás, sin perder su vista de mis ojos. Parecía que tenían cierto magnetismo, porque a pesar de que mis amigos estaban a mi lado, nunca quitó su vista de mí. Parecía que cuando me miraba, nada más existía para él.

Aquello me gustó más de lo que quisiera admitir.

Noté una pequeña mueca en sus labios, algo imperceptible para los demás pero muy visible para mí. Fue por unos pocos segundos, pero lo pillé en el acto. No le había gustado nada mi respuesta. Sabía que Jayden sentía ciertos celos por Dave, siempre pensé que era porque Dave se había quedado con su puesto de capitán en el equipo de fútbol. Ahora pensaba que era por algo más.

—Puedo esperarte para llevarte de vuelta.

—No hace falta, regresaré en autobús.

—Te esperaré —afirmó sin importarle mis palabras.

Mis amigos estaban extrañamente callados a mi lado, al parecer ellos también estaban sorprendidos por la actitud de Jayden.

—Bueno, es hora de partir —murmuró Cloe sin mirarnos.