Ohm esta seguro de que el novio de su amante es un tóxico manipulador, por lo que esta dispuesto a hacer de todo para ayudar a su chica a salir de aquella relación tan dañina. Lo primero que tiene que hacer es mostrar la verdadera cara de Nanon Kora...
—¿Podrías disimular un poco y fingir que no tienes ganas de ir y golpearlo? —se quejó Drake mientras me miraba con cansancio.
¿Se supone que yo soy el problema ahora? Solo debo vigilarlo un poco, siempre es bueno conocer al enemigo.
—Es un hipócrita, ¿no viste cómo coqueteaba con esas chicas?
—O tal vez solo estaba haciendo su trabajo...
—Trabajo mi cu... —apreté los labios para evitar terminar la palabra y desvié la mirada. No tenía caso alterarme en estos momentos. Lo último que quería era que vinieran a correrme —. Mira, una cosa es que haga su trabajo, pero él les sonreía demasiado, y cuando digo demasiado es demasiado. Es obvio que lo hacía a propósito porque...
—No sabía que a ese tal Nanon le gustaba coquetear con abuelas.
—¿Qué...?
Señaló detrás de mí con la cabeza y me sonrió con burla, como suele hacer cuando descubre que él tenía razón y yo no. Bueno, no es como que ocurra seguido de todas formas, y puedo asegurar que esta no es una de esas veces. Aun así, volteé disimuladamente a ver de qué diablos estaba hablando, y cuando lo hice, vi a Nanon charlando alegremente con unas señoras que parecían igual de animadas.
Bueno, no era lo mismo. Puede que esté sonriendo, pero no es la misma sonrisa, no parecía estar coqueteando con esas señoras. ¿O tal vez sí? Dios, este chico era mucho peor de lo que creí.
—Por su propio bien, espero que no sea así. Termina de comer para que nos vayamos..
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—¿De verdad vas a irte otra vez con él?
Samanta suspiró, al parecer cansada de tener que explicar lo mismo una y otra vez, pero ¿qué podía hacer yo? Todavía mantenía la esperanza de que decidiera dejarlo y que por una vez me eligiera a mí, solo a mí.
—Esto es lo mejor, Ohm. ¿Qué haría yo si él te hace daño?
—Yo soy mucho más fuerte que él, puedo protegernos a ambos, solo debes...
—Es que no lo estás entendiendo, él es más peligroso de lo que parece. Lo siento, Ohm.
Su mirada evitó la mía en todo momento y cuando la vi alejarse, sentí que una parte de mí se iba con ella. Era tan doloroso ver como paso tras paso se alejaba de mí para correr a sus brazos. Sin poder evitarlo, agarré su brazo, evitando que se aleje aún más de mí.
—Ohm... Por favor...
—Voy a encontrar la forma, te lo juro, vamos a estar juntos.
Ella sonrió, una sonrisa vacía, sin llegar a sus ojos y asintió, soltándose de mi agarre una vez más y siguiendo su camino.
¿Por qué? ¿Por qué no podía estar con la persona que amaba y él sí? Ni siquiera era capaz de valorarla como se debe, la trataba horrible y además, le era infiel, pero aun así, él era quien estaba con ella.
