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P.V Ohm

No di la vuelta ni una sola vez, por más que lo deseaba. No era lo correcto, no después de lo que hice. Tal vez Nanon iba a odiarme por esto, pero era lo mejor. De esta forma, él estará bien, y las cosas serán como antes. Eso es lo que quería, ¿no? Pero, ¿por qué duele tanto?

Llevé una mano hasta mi bolsillo, palpando con suavidad el objeto. Sí, es lo mejor.

Samanta estaba esperando en la puerta de mi casa cuando llegué, con una sonrisa tan radiante que nunca había visto. Era la primera vez que la veía tan animada.

—¿Sam? ¿Qué haces aquí?

Apenas terminé de hablar, ella se acercó a mí, rodeó mi cuello con sus manos y me dio un beso que no me supo a... nada. Absolutamente nada.

—Vine a verte, mi amor.

—Estamos afuera, alguien nos puede ver —le recordé.

—¿Y eso importa? Somos novios, ¿no?

—¿Lo somos?

Las palabras de Samanta me confundieron aún más. Durante tanto tiempo, ella insistió en que solo podíamos ser amantes, pero ahora me llamaba "mi amor" con tanta seguridad. ¿En qué estábamos realmente?

—Claro, mi amor —insistió.

"Mi amor", era tan extraño. ¿Desde cuándo ella era tan cariñosa?

No quería que pensara que la estaba ignorando a propósito ni nada, así que sonreí lo mejor que pude y le pedí disculpas, asegurando que me sentía un poco cansado y lo único que quería hacer era dormir. Samanta no lo entendió, o no quiso hacerlo, porque se quedó parada en el mismo lugar, como si esperara algo más de mi parte.

—¿Lo hiciste? —preguntó al final, con una sonrisa de altanería.

—Sí, vengo de su casa, pero... No estoy seguro de si esto sea bueno. Me aproveché de él, Sam, ¿y si lo lastimé?

Samanta rodó los ojos con una expresión de desdén, lo que me hizo sentir aún más inseguro y pequeño. No entendía por qué me trataba así, como si mis preocupaciones fueran insignificantes.

—Es Nanon de quien estamos hablando. No debe haber sentido nada —aseguró.

—¿Y qué tiene? Sigue siendo un ser humano. Lo mejor es que yo...

—¡Ya basta! —gritó Samanta, dejándome sorprendido—. Me tienes cansada, ¿por qué debes ser tan llorón? Dios, eres peor que Nanon.

¿Qué? ¿Qué rayos estaba pasando?

—¿Samanta?

—Ya hiciste el trabajo sucio, así que da igual, no necesito seguir actuando como una novia enamorada o una mierda parecida —Samanta se quejó con voz llena de fastidio, sus ojos rodaron con desprecio mientras se burlaba de mí. Sus palabras eran afiladas y llenas de sarcasmo—. ¿De verdad te creíste lo de mi mamá? Qué ingenuo, seguro ni siquiera revisaste las carpetas.

—¿Qué te pasa? Samanta, no entiendo por qué te comportas así de un momento a otro, lo mejor es que hablemos otro día, yo...

—Te mentí, Ohm, te mentí. Nanon nunca me golpeó, nunca me tuvo celos, nunca me fue infiel, yo fui la que hizo todo eso —se burló, señalándose a sí misma con orgullo—. Ahora Nanon te va a odiar, ¿y sabes qué? No es mi problema —. Y tras decir eso, se fue.

Un torbellino de emociones me invadió, una mezcla de incredulidad, arrepentimiento y frustración. No podía creer lo ciego que había sido todo este tiempo y me odiaba por no haber escuchado a Drake. Samanta tuvo que venir a escupirme la verdad en la cara para que al fin pudiera abrir los ojos. ¿Cómo pude ser tan torpe? ¿Tan idiota? ¿Tan ingenuo? Tan... Fácil de manipular.

Wrong (OhmNanon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora