Ohm esta seguro de que el novio de su amante es un tóxico manipulador, por lo que esta dispuesto a hacer de todo para ayudar a su chica a salir de aquella relación tan dañina. Lo primero que tiene que hacer es mostrar la verdadera cara de Nanon Kora...
—Esto es una mala idea —le aseguré a Drake mientras miraba a las personas entrar al lugar.
—No puedes simplemente huir, Ohm, debes enfrentar las consecuencias de tus acciones.
—Pero yo... Yo...
—Hazlo por Nanon —insistió.
No pude encontrar más palabras para contradecirlo, así que suspiré profundamente, tratando de reunir valor. Mis piernas temblaban ligeramente, pero me mantuve firme mientras entraba en el restaurante donde trabajaba Nanon.
Apenas crucé la puerta, lo vi detrás del mostrador. Estaba atendiendo a una señora mayor, pero enseguida notó mi presencia. La sonrisa que se formó en su rostro cuando nuestras miradas se encontraron me golpeó como una puñalada. Le devolví la sonrisa, pero estoy seguro de que fue notablemente tensa.
Me di un poco más de ánimo antes de caminar en su dirección, recordándome a mí mismo que debía hacer esto.
—¿Nanon? No es más que un idiota manipulador, es la persona más horrible que ví en mi vida.
Apenas escuché esas palabras me detuve en seco. Esa voz, podría reconocerla en cualquier lado... Porque era yo.
La sonrisa de Nanon desapareció mientras miraba en dirección a esa voz. En la televisión del restaurante, aparecía un video mío diciendo cosas horribles de Nanon, seguido de fotos y videos que yo mismo había tomado. En todos ellos, Nanon parecía el tipo agresivo que Samanta me había hecho creer todo este tiempo, pero ahora que conocía la verdad, me doy cuenta de lo equivocado que estaba.
Las personas a nuestro alrededor no tardaron en empezar a murmurar, mirando a Nanon sin disimulo alguno. Los murmullos fueron subiendo cada vez más y más, hasta que fueron ya demasiado fuertes.
—¿Quién diría que con esa cara de inocente fuera una basura?
—No puedo creer que fuera capaz de maltratar a esa chica de esa forma.
—¿Quién sabe que otra cosa le hizo?
—Deberia estar pudriéndose en la cárcel.
—El mundo estaría mejor sin personas como él.
Quise gritar, decirles que debían callarse porque ellos no conocían a Nanon y no tenían ningún derecho a decir esas cosas. Sin embargo, en lugar de hacer eso, giré a verlo. Sus ojos estaban llenos de lágrimas mientras retrocedía con pasos temblorosos. Su atención no estaba en mi, sino que estaba puesta en las personas a nuestro alrededor que no dejaban de insultarlo en voz alta sin un poco de culpa.
—Nanon...
Recién cuando dije su nombre, fue que su atención se centro en mi. Estoy seguro de que jamás voy a olvidar esa mirada. Parecía que estaba mirando a un total desconocido, como si no supiera a quién tenía en frente. Había un poco de decepción en sus ojos, pero este era opacado por el miedo. Un miedo que me puso los pelos de punta, y que por más que quise ir a esconderlo entre mis brazos no pude hacer nada.
Jimmy salió corriendo por la puerta del comedor y se acercó a Nanon. Susurró algunas palabras en voz baja antes de llevárselo. No le costó mucho, ya que Nanon parecía un muñeco sin vida. Tan frágil, tan roto.
Cuando por fin mis piernas me hicieron caso, corrí detrás de ellos, que ya estaban afuera del restaurante.
—Nanon, por favor, tenemos que hablar.
Nanon no volteó a verme, pero Jimmy se acercó a mí con una furia casi palpable y me golpeó en el rostro, enviándome directo al suelo. Drake, que se había quedado en el auto, se puso entre medio de los dos.
—¡¿Qué carajos?! ¡¿Por qué lo golpeas?!
—¡¿Acaso no sabes lo que hizo tu amigo?! ¡No es más que un hijo de puta, jamás debí dejar que se acerqué a Nanon! —escupió con rabia, seguido de eso me miro con asco —. ¿Estás feliz con lo que hiciste? Acabas de arruinar su vida. Espero que la culpa te siga por toda tu puta vida.
Antes de que incluso Drake pueda reaccionar, agarro a un tembloroso Nanon por el brazo para llevarlo hasta su auto y largarse de allí.
—¿Ohm? ¿Qué está pasando? —pregunto Drake con visible confusión.
Sabía que estaba lleno de dudas, ya que ambos habíamos considerado los pros y los contras de toda la situación, pero nunca imaginamos que las cosas se saldrían tanto de control. Necesitaba darle explicaciones, pero no podía. Había lastimado irreparablemente a la persona que me gustaba y había arruinado todo por completo.
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P.V Samanta
—¿No crees que esto es demasiado cruel?
Rodé los ojos, mirando a la chica que habíamos pagado para que se colara en el restaurante y pusiera el vídeo en el momento adecuado.
—Cierra la boca, lo que pienses a mi no me interesa. Agarra tu dinero y vete de aquí.
Saqué un fajo de billete de mi cartera y lo tire al piso. Estaba loca si pensaba que yo se lo daría en las manos. Yo estoy por encima de ella y por mucho. Sin embargo, debía mantener un ojo en ella por si la muy llorona decidía cambiar de opinión a último momento y contar la verdad. ¿Qué otra cosa puedo esperar de gente tan débil?
—Quiero que la sigas, si hace algo sospechoso te deshaces de ella, ¿entiendes?
Joong asintió y sin decir ni una sola palabra, fue detrás de la chica.
Sintiendo mi victoria cada vez más cerca, fuí en busca de mi novio. Lo sabía, Nanon tan solo sería uno más en mi lista. Yo siempre ganaba.
La sonrisa se esfumó de mi cuando vi a Dear hablar demasiado cerca de una pelirroja con una blusa demasiado escotada. ¿Quién era esa zorra?
Carraspee para llamar su atención, mientras cruzaba los brazos y miraba a la facilona esa que no dejaba de mostrar sus pechos descaradamente a mi novio.
—Samanta, salió todo bien? —pregunto Dear, sin apartar a la desgraciada esa de su lado. Aunque había preguntado eso, su voz seguía teñida de desinterés, mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo.
—Claro que sí, cariño —dije, poniendo la voz tan seductora como pude. Me acerque con paso firme, y de un movimiento aleje a la zorra esa antes de abrazar el brazo de mi chico —. Ya sabes, tu chica es demasiado inteligente. Pronto vamos a tener todo el dinero y solo nos quedará ir detrás de otra víctima.
—Que no tarde demasiado, ya estoy cansado de toda esta mierda.
—No te preocupes, mi amor, solo es cuestión de apretar los botones correctos —asegure pasando los dedos por su pecho, bajando cada vez más — y más pronto de lo que crees, va a ser el mismo Nanon el que le ponga fin a su vida.
Sí, ese era mi plan. Voy a hundirlo tanto que la única salida va a ser la muerte.
