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3/¿?

P.V Ohm

Debía esperar un poco más antes de invitarlo a salir de nuevo, ¿verdad? O tal vez, en realidad no importaba mucho.

Agarré mi celular y escribí: "¿Vamos de picnic mañana?" Pero lo borré de inmediato. No, Nanon iba a pensar que soy un intenso que no tiene nada que hacer en el día. Dejé de nuevo el celular, acostándome, mientras miraba fijamente el techo.

Por alguna razón, la sonrisa de Nanon no salía de mi cabeza, estaba grabada de tal forma que no podía borrarla por más que lo intentara. Él de verdad no parecía ser un mal chico, fue muy agradable conmigo y me divertí muchísimo a su lado. ¿Entonces, soy yo el que está equivocado? ¿Estoy haciendo algo mal?

Con frustración, agarré la almohada y tapé mi cara con ella. No sabía qué hacer. Una parte de mí insistía en que esto no era lo adecuado, pero otra voz en mi interior, susurrando desde lo más profundo de mi mente, me instaba a seguir adelante. No por Samanta, no para borrar esas dichosas pruebas. Era por algo más.

De repente, el sonido de un mensaje me hizo apartar la almohada de mi rostro y alcanzar el celular con rapidez. Inexplicablemente, una oleada de desilusión me invadió al ver que el mensaje era de Samanta en lugar de... Bueno, ya no importaba.

Sami

Ohm, ¿lograste un avance?

"Sí, somos más cercanos, creo que no falta mucho para que..."

Borré el mensaje, mientras fruncía el ceño.

Ohm P.

No, no está funcionando como creía.

Nanon no parece estar interesado en ser mi amigo en lo más mínimo.


¿Por qué le estaba mintiendo de esta manera? No tiene sentido, esto es algo que hago por ella. Se supone que es por ella.

Sami

¡Qué odioso es!

Ohm, inténtalo de nuevo.

Podríamos hacer alguna actividad como... no sé, escalar.

Piensa en algo.


Pero... ¿acaso Samanta no sabe que a Nanon no le gustan las alturas? ¡Yo solo necesité una noche para descubrirlo! ¿En serio ella no lo sabe después de haber sido novios durante tanto tiempo?

Da igual, no es mi problema. Dejé el celular de nuevo, sin molestarme en responder los últimos mensajes, y me preparé para dormir. Aunque suene ingenuo, si tengo que encontrarme con Nanon mañana, confiaré en que el destino se encargue de ello.

Un peso incómodo se posó sobre mi cuerpo, oprimiéndome y robándome el aliento, lo que me impedía seguir durmiendo

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Un peso incómodo se posó sobre mi cuerpo, oprimiéndome y robándome el aliento, lo que me impedía seguir durmiendo. Cuando abrí los ojos, me encontré con la mirada de Drake clavada en mí, llena de burla.

Dios, a veces quisiera darle un buen golpe en el rostro.

Que alguien le consiga una novia o un trabajo, lo que sea, por favor.

—Buenos días, feo durmiente —canturreó.

—Eran buenos hasta que llegaste —me quejé, empujándolo de la cama.

Con pereza, me dejé caer en el borde de la cama, estirando mis músculos antes de finalmente levantarme.

—¿Cómo te fue en tu cita con Nanon? —preguntó él, levantándose.

Yo encogí los hombros, tratando de parecer desinteresado antes de entrar al baño, lavarme la cara y cepillarme los dientes. Sin embargo, cuando estaba guardando el cepillo en su lugar, me di cuenta: ¿cómo es que Drake sabe que salí ayer con Nanon? Nunca se lo dije, ¿acaso nos vio?

Salí del baño con la esperanza de encontrarlo en la habitación, pero como no estaba, seguí adelante hasta llegar a la cocina, donde lo encontré sirviéndose un poco de té.

—¿Cómo lo sabes?

—¿Cómo sé qué? —preguntó, haciéndose el desentendido.

—Lo de Nanon.

—Oh, eso... Me lo dijiste.

¡Bingo! Ahí estaba la mentira, yo no le dije nada, estoy más que seguro. Probablemente nos vio y ahora quiere hacerme creer que le conté algo, pero no es así. No voy a caer en eso. Estaba a punto de contradecirlo, listo para afirmar que sus palabras eran falsas, cuando él agregó con una sonrisa burlona en su rostro:

—Lo dijiste mientras dormías. —Momento, ¿qué? —. También dijiste que a Nanon se le marcan unos hoyuelos muy bonitos al sonreír. Que su pelo es muy suave. Que se veía increíblemente sexy con esa remera blanca ajustada y... ¿Qué más? Insultaste a un tal Jimmy, dijiste cosas que no voy a repetir.

¡No puede ser! ¿En serio dije eso? Mi mente era un torbellino de caos al haberme delatado de esa forma, pero hice todo lo posible por disimularlo, evitando más burlas hacia mi persona, y me concentré en desayunar. El resto del día, o al menos hasta la tarde, estuve en el trabajo. Porque claro, yo también trabajo, ¿de qué se supone que voy a vivir? ¿Del aire? Bueno, sí, en cierta medida, pero necesito dinero para cubrir mis necesidades básicas.

Fue alrededor de las 6 de la tarde cuando consideré pasar por el restaurante de Nanon y hacerlo parecer algo casual, pero no, no podía parecer tan insistente. En su lugar, decidí dar una vuelta para despejar la mente. Caminé sin pensar demasiado en mi destino, hasta que llegué a una plaza, y allí vi a Nanon sentado en una de las bancas, leyendo un libro.

Tal vez nuestro destino sí era encontrarnos hoy después de todo.

Con sigilo, me acerqué por detrás, soltando un "¡Bu!" mientras agarraba sus hombros. Nanon dio un salto en su sitio, aferrado al libro en sus manos, antes de girar. Pero cuando sus ojos se encontraron con los míos, su ceño fruncido se suavizó y me dedicó una sonrisa.

—¿Ohm? No esperaba verte hoy.

—Yo tampoco —aseguré, sentándome a su lado—. No sabía que te gustaba leer.

—Normal, nos conocemos hace poco, no puedes saber todo de mí tan rápido.

—Sé que hueles bien, ¿eso cuenta?

Él abrió los ojos sorprendido, con las mejillas de un color rojizo. Se veía tierno. Y como para demostrar mi punto, me acerqué más a él, oliendo su cabello.

—Ya —se quejó, aunque sabía que no le molestaba tanto como quería hacerme creer, porque se estaba riendo—. ¿Qué eres? ¿Un perro?

—También puedo ser eso —bromeé.

Y solo para molestarlo un poco más, mordí su mejilla con suavidad, lo suficiente para hacerlo reír y quejarse.

Nanon volteó el rostro para decirme algo, sin embargo, sus palabras jamás salieron. La distancia entre nuestros rostros era poca, tan escasa que podía sentir su cálido aliento, y por un momento, me vi tentado a besarlo.

Wrong (OhmNanon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora