Cuando tratas con Kenneth no parece ser el tipo de chico que ha pasado por cosas tan duras, pero como dicen por ahí, a veces no todo es como aparenta ser. Luego de haberlo escuchado hablar sobre su anterior novia que murió, me quedé con un mal sabor en la boca, traté de apaciguar lo que me estaba sucediendo con un buen trago de café.
Entonces la puerta principal se abrió, el tintineo de la campanilla que indicaba que una persona estaba entrando captó mi atención por completo y fijé mi mirada sin saber lo que me encontraría allí.
Mi corazón estuvo a punto de detenerse cuando vi el rostro de mi madre, había avejentado un poco, pero no podía haber otra persona tan igual, tan idéntica a lo poco que recordaba aún de ella, tan similar a las fotos que a veces veía por horas cuando no podía dormir.
Me paralicé, veía a Kenneth que hablaba, pero no lograba escucharlo, mis ojos solamente seguían los movimientos de mi madre, que pasó por mi lado, como si el destino quisiera que la viera incluso más de cerca.
Entonces su mano tomó la mía con fuerza, aquel gesto me hizo reaccionar, las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, mi respiración iba un poco más de prisa que lo usual y no sabía como calmar el torbellino de emociones que me comían por dentro, sentía como si me hubieran colocado una roca gigante en el pecho y me estuviera aplastando.
—¿Esa mujer no es tu madre? Es decir, sé que murió, pero es idéntica —dijo Ken con completa sinceridad.
No sabía que responderle, ni siquiera yo creía que eso pudiera ser posible, pero allí estaba y había pasado por mi lado sin siquiera reconocerme. Quizá ella no me recordaba, ¿pero qué hay de mi padre? ¿Por qué no lo había intentado contactar en todos estos años?
Puede que mis decisiones en estos momentos no estén siendo las correctas, pero no me puedo quedar sentada esperando a que se marche, a que la incertidumbre me consuma cada día sin saber lo que realmente está sucediendo.
Así que me levanté, Kenneth imitó mi acción, más lo ignoré, me dispuse a ir hasta aquella mesa para poder confrontarla, para preguntarle por qué nos había abandonado, para saber como le había dado el corazón, para vivir sabiendo que cada día tenía a una pequeña que la extrañaba.
No creo que aquel accidente le hubiera borrado la memoria, todos pensamos que allí había muerto, no puede ser posible, simplemente me niego a aceptar tal cosa.
—Espera Lennon —me tomó del brazo cuando di los primeros pasos para avanzar y yo lo fulminé.
—Déjame ir, no te das cuenta de que esto es importante, tengo a mi madre a pocos pasos de mí, está vivía y todos estos años no se ha molestado en ir a buscarme Kenneth, me voy a volver loca —le digo en un tono de súplica.
—Lennon, puede que ella ni siquiera te recuerde, no sé como es que ella desapareció, por qué pensaron que estaba muerta, pero quizá sea que ella no te recuerda —me toma por los hombros mirándome fijamente— Tienes que ser sutil, pensar que es lo que le vas a decir.
La realidad es que nada de lo que Kenneth fuera a decirme ahora mismo podía impedir que yo me moviera hasta donde estaba ella, que la confrontara. Asentí para que se sintiera un poco más calmado, sin embargo, en cuanto me soltó mis pasos, volvieron a dirigirse en dirección a la mesa en la que estaba mi madre.
Cuando me paré a su lado, las piernas me empezaron a temblar, por unos momentos pensé que iba a derrumbarme, más las obligué a permanecer firmes, no quería permitirme ser débil, no quería que ella me viera de ese modo, aunque para ella esto puede que no signifique nada.
—Mamá —las palabras salieron de mi boca sin permiso.
La mujer estaba sentada allí con un hombre en frente, ambos dirigieron su mirada a mí, me observaron como si fuera un alíen, un ser completamente diferente a ellos y la mujer sonrío levemente, por un momento pensé que me había reconocido.
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El guardaespaldas de la millonaria caprichosa ✔️
RomanceLennon es la hija de un famoso empresario, como toda hija única siempre consigue lo que quiere, pero todo cambia cuando su vida comienza a correr riesgo y con ello comienza a ser restringida por su padre. Ella piensa que todo eso es una exageración...