Me desperté de repente un poco sobresaltado, había tenido un mal sueño, uno en donde mi hermana era llevada lejos de mi lado, mi padre la secuestraba y la alejaba para siempre, no importaba en donde la buscara, no la podía encontrar.
Ese siempre ha sido mi mayor sueño, perder a Adira, que algo realmente malo pudiera llegar a sucederle por culpa de mi padre.
Todos estos años saber que llevo la sangre de ese hombre me ha hecho dudar sobre mí, sobre mis sentimientos, siempre pensé que por llevar sus genes podría terminar haciendo algo jodidamente malo, que podría lastimar a las personas que quería. Quizá solamente ese fuera un pensamiento que creció en mí porque en algún momento de mi vida mi padre nos hizo creer que nos amaba, pero siempre, en cada oportunidad que tenía nos dañaba.
Miré a Lennon que estaba durmiendo a mi lado, a diferencia de mí se veía demasiado en paz, como si no hubiera nada que pudiera perturbarla. Sentí la puerta de la habitación abrirse, el rostro de Adira se asomó y su mirada se encontró con la mía.
Aún es demasiado temprano, así que me levanté con cuidado de no despertar a Lennon, creo que mi hermana y yo nos debemos una conversación ante lo sucedido, algo extraño estaba sucediendo con ella.
Caminé hasta la sala siguiendo detrás a Adira, que se dejó caer en el sofá con tanto cansancio que tuve dudas de si había podido dormir algo en toda la noche.
—¿Me podrías explicar que es lo que te está sucediendo Adira? —le pedí tomando asiento a su lado.
—Han pasado muchas cosas Ken, no es fácil toda la situación, este tiempo en el que no hemos estado juntos me has hecho falta, he tenido miedo —explica con la mirada fija en el suelo.
No está siendo honesta, es decir, puedo entender el miedo, vivo con él desde hace mucho tiempo, pero algo en mi interior me dice que esa no es la verdadera razón de por qué se encuentra de ese modo.
—No estás siendo sincera, no creo que el miedo o la situación por la que hemos estado viviendo tanto tiempo sea la verdadera razón de tu actitud de ayer —suspiré y le tomé la mano para frotarla con cariño— Adira, yo nunca en la vida te había visto ser hostil con nadie, nunca te vi siendo grosera con otras personas y si lo eres es por una razón en específico.
—No es una chica apropiada para ti, Kenneth, tú mereces alguien que te quiera de verdad, que te mire con amor, que haga por ti lo mismo que estás dispuesto a hacer por ella —su rostro se desfiguró en un gesto de dolor.
—No puedes afirmar que ella no me quiere, ni siquiera yo estoy seguro de ello, ella es a su manera una chica fabulosa —la tomo del rostro para obligarla a que me mire— ¿Qué es lo que sabes?
—Sé que ella está acostumbrada a tener todo lo que quiere, se nota en su manera de ser, no confío en ella, no voy a fingir que me gusta, porque desde que la vi algo en ella no termina de convencerme Kenneth, la veo como una mala persona —se cruza de brazos y escapa su rostro de mis manos.
Hay algo más, pero no lo entiendo, mi hermana jamás me ha dicho una mentira, es más, siempre ha salido de ella misma venir a contarme cada uno de sus problemas, no entiendo por qué ahora se empeña en hacer esto.
—Adir...
Mis palabras fueron interrumpidas por el sonido del timbre, me apresuré en ir a atender, aunque no estaba seguro de quién podría ser. Cuando abrí a la puerta me encontré con el rostro del hombre que se había hecho llamar mi padre por tantos años, no tengo la menor idea como nos había encontrado, aunque en el fondo siempre supe que algún día averiguaría en donde estábamos, porque ese trabajo jamás le ha quedado grande.
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El guardaespaldas de la millonaria caprichosa ✔️
RomanceLennon es la hija de un famoso empresario, como toda hija única siempre consigue lo que quiere, pero todo cambia cuando su vida comienza a correr riesgo y con ello comienza a ser restringida por su padre. Ella piensa que todo eso es una exageración...