Llegamos a un apartamento, un sitio bastante pequeño, con dos habitaciones, una cocina minúscula, un baño de igual manera y una pequeña sala de estar. No puedo quejarme, a pesar de que había un poco de polvo por el tiempo que ambos llevaban fuera, seguía siendo un sitio acogedor y bastante organizado.
Esperaba algo diferente para ser el hogar de un hombre joven, pero me sorprendió gratamente. Me senté en el sofá, la mirada de la hermana de Kenneth no dejaba de estar puesta en mí, pero a estas alturas tampoco tenía más opción que ignorarla, no quería continuar discutiendo con ella.
—No vas a dormir con mi hermano —dijo de repente con fuego en la mirada— No voy a dejar que le hagas daño.
—¿De dónde sacas que quiero dañar a Kenneth? Es el chico más bueno que conocí en mi vida —me encojo de hombros soltando un suspiro— Deja de hacerte ideas que no son, no voy a hacerle nada malo.
—El hecho de que esté cerca de ti ya es malo para mi hermano, no sé qué parte de que te quieren matar no ha quedado muy en claro —rodeó los ojos— Mi hermano tiene que poner su vida en riesgo para poner la tuya a salvo, ¿qué pasará si una de esas personas tiene un arma y le dispara?
Me quedo en un profundo silencio, en mi mente nunca había pasado la idea de que podría sucederle algo, pero ella tenía razón, su vida corría riesgo estando conmigo y a pesar de que lo contrataron para eso, no quiero que nada malo le suceda por mi culpa.
De repente Kenneth apareció con una bandeja, en ella traía café para los tres y me ofreció de un recipiente galletitas. Sonreí con debilidad, me sentía culpable, me sentía mala persona, ahora podía entender mejor por qué su hermana me desprecia.
Kenneth debe ser su única familia real, es quien la cuida, quién paga sus estudios, su apoyo y ahora su vida corre peligro porque está conmigo, ¿cómo su hermana podría verme de otro modo?
Mi celular comenzó a sonar sobre la pequeña mesa ratona de la sala, estaba con la taza de café entre las manos, no había alcanzado a beber ni siquiera el primer trago, mi mirada se clavó sobre la pantalla, donde mostraba el nombre de "Papá". Una parte de mí quería responderle, quería gritarle que era un puto mentiroso de mierda y mi lado racional me decía que no respondiera, que no era bueno esto para mí.
—Lennon —dijo en un tono amable Kenneth y aunque aún no lo hubiera dicho, yo ya sabía que era lo que quería decir.
—No puedo responderle Kenneth, no tengo nada bueno que decirle, si abro la boca será para decirle cosas que le dolerán demasiado —un suspiro audible salió de mis labios.
—Solamente tienes que decirle que estás bien, que vas a quedarte conmigo en el apartamento o que vas a dormir en la casa de Jazmine, lo que prefieras —se sentó a mi lado y tomó mi celular para pasármelo.
—O puedes atenderle tú, puedes decirle que vinimos por unas cosas a tu apartamento para tu hermana, pero que me sentía demasiado cansada y que me dormí —junté mis manos en un gesto de súplica.
—Ahora mi hermano también debe de dar la cara por ti, porque eres una cobarde —sentenció Adira.
—No me importa lo que pienses de mí —comenté ya harta de cada uno de sus ataques y volví la mirada a Kenneth— Por favor.
Se quedó unos segundos mirando la pantalla del celular, pero al final entre suspiros asintió y tomó la llamada.
—Hola señor Óscar, habla Kenneth —dijo un poco nervioso.
Me pegué un poco más a él para poder escuchar lo que mi padre decía al otro lado, apoyé mi mano en la pierna de Kenneth y una pequeña sonrisa salió de sus labios, al menos el gesto lo había hecho relajarse un poco.
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El guardaespaldas de la millonaria caprichosa ✔️
RomanceLennon es la hija de un famoso empresario, como toda hija única siempre consigue lo que quiere, pero todo cambia cuando su vida comienza a correr riesgo y con ello comienza a ser restringida por su padre. Ella piensa que todo eso es una exageración...