SUSY
—¡¡Susy, hija!! ¿¡Que pasó!? —preguntó mi madre exasperada al venir a mi lado. Mientras observo como estaban metiendo a Alan en la ambulancia.
—¡Khoa, mamá! ¡Secuestraron a mi bebé! —grité con desesperación. Traté de ponerme de pie y lo logré con un poco de dificultad.
—¡Puedes caminar! —me mira sorprendida. Intenté dar un paso hasta ella, pero perdí el equilibrio. Ella no me dejó caer.
—Quería correr detrás de mi hijo, creo que solo ocupaba un momento de desesperación para que mi cuerpo despertara del todo. ¡Mi hijo mamá, quiero a mi hijo! —le dije entre llanto.
—Pero ¿qué pasó? ¿Quién se lo llevó? —me preguntó y en ese momento un paramédico se acerca a nosotros.
—¿Alguien lo acompañará? —me despegué un poco de mi madre y asentí.
—Yo voy con él —sentencié y me ayudaron a subir a la ambulancia. Escuchaba y miraba atentamente todo lo que los paramédicos iban haciendo sobre Alan. Sentí que la vida se me iba cuando mencionaron que el disparo había tocado una arteria y que estaba perdiendo mucha sangre, mi corazón se aceleró cuando lo veo ponerse cada vez más pálido. Alan aun es una persona muy importante para mí y no solo porque sea el padre de mi hijo. Me pregunto porque Rebeca tuvo que hacernos esto. Mi bebé, mi dulce bebé ahora está en manos de esas personas y yo no sabía el porqué. Estaba tan ensimismada pensando en el porqué de todo esto de que no me di cuenta en qué momento llegamos al hospital. Con mucho cuidado bajan a Alan y a mí, después de explicarles mi situación, me recomendaron ver a mi médico. Yo me negué alegando que quería saber el estado de Alan primero y después me atendería o revisaría. Aunque la verdad no creo que necesite de ningún médico. Mi madre y mis hermanos llegaron al rato de que entraran a Alan al quirófano.
—Hija, hemos encontrado esto en la mesa del comedor. Esta más que claro que no es a Alan al que quieren —las palabras de mi madre me llenan de mucha más ansiedad. Con rapidez abrí el papel en mi mano y leo cuidadosamente las palabras escritas en él.
"Susy,
Si deseas recuperar a tu hijo. Te sugiero venir con Iván a la Construcción del edificio Excalibur. Tienen antes del crepúsculo de la mañana para venir. De lo contrario no volverás a ver a Khoa."
Mis nervios se disparan, ¿Al señor Iván? ¿Qué tiene que ver él en todo esto?
—¿Les llamaste? —me pregunta mi madre y negué.
—No les hablaremos hasta saber el estado de Alan —digo y ella asiente. Una hora ha pasado en la que yo le estoy pidiendo a cada ángel del cielo que protejan y cuiden de mi hijo, por fin salió el doctor.
—¿Cómo está? —me levanté torpemente de la silla.
—Está bien, afortunadamente la bala no perforó nada importante. Hemos podido detener el sangrado e inmovilizado su brazo. Ahora dependerá de él. Lo pasaran a una habitación, por el momento estará bajo el efecto del sedante, pero solo durará un par de horas. Los dejo, tengo que atender otros pacientes —concluye el doctor y yo suelto un aire que no sabía que tenía retenido al saber que Alan está fuera de peligro. Le pido a mi madre que le llame a la señora Jimena, la cual parece ya estar enterada de lo que sucede y aseguró estar en camino. Le dije a mi madre que le marcara a Aitor y no dudó en hacerlo. Por un momento me sorprendió que tuviera su número telefónico, pero no hice ningún comentario al respecto. Mi cabeza estaba completamente en querer recuperar a mi bebé. Mis piernas estaban temblando violentamente y me preocupé de no poder ser capaz de ir a rescatar a mi hijo. Nos quedamos ahí esperando por ellos, quería demostrar tranquilidad, pero por dentro estaba desesperada, preocupada y nerviosa por que el tiempo seguía pasando y no tenía a mi bebe a mi lado. La primera en aparecer es la abuela Jimena. Se tambalea un poco al verme de pie frente a ella.
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Jugaste y sufrí
RomanceSusana Libón Park o Susy Li como la llama su madre, es una joven a la que la vida no le ha sonreído en lo absoluto. Desde muy pequeña le ha tocado vivir un infierno a manos de su padre, donde ella y su familia sufren de violencia domestica después d...