CECILIA
—¿Por qué nadie me dice nada? ¿Acaso soy un cero a la izquierda? Tengo derecho a saber qué es lo que pasa con mis hijos Iván. ¿Por qué tu madre siempre hace lo mismo? —pregunté a mi esposo cuando volvíamos de Bella Vista.
—No lo tomes personal cariño. Estoy seguro de que lo hizo para mantener alejada a la niña del drama que rodea los adultos —responde y eso en vez de calmarme me hace frustrarme aún más.
—Por el motivo que sea Iván, tu madre debió decirnos. ¿Ese es el tipo de confianza que nos tiene? —dije la verdad es que estaba molesta, sentía como que Jimena tenía algo en mi contra. Me ocultó el estado de Susy, así como ocultó que Ángel era padre. Le aparece un abuelo a Susy el cual solo ella conoce. ¿Qué más sabe Jimena que yo no sepa o conozca de mis hijos? Me pregunté para mí misma. No le dije nada a Iván solo enfoqué mi mirada por la ventana. Me sentía muy herida, en especial como si no fuera nada ni nadie para mis hijos. Trataba de canalizar la culpa en Jimena cuando no la tenía ella. La tenía yo al no tener la confianza de mis hijos y personas que me rodean.
—No lo pienses mucho cariño. Ahora vamos a que Ángel le pida matrimonio a Clara y después volvemos a ver cómo está Alan —me dice y sigo sin responderle. Llegamos hasta Zaragoza y eso es otra cosa que tengo en mi corazón. El cómo se me fue presentada Ariana me hizo rechazarla al instante. La pequeña ya tiene casi tres años y yo me vengo a enterar de su existencia hasta ahora. Sé que es mi nieta, pero me duele en lo más profundo no haber podido crear una relación con ella desde que era una recién nacida. Tal vez pasando más tiempo con ella eso suceda, pero por ahora no siento la misma conexión como la tengo con Khoa que lo cuidé desde que era una cosa tan pequeñita.
—¿Has estado muy callada esta todo bien? —pregunta Iván cuando veníamos camino de regreso a Bella Vista.
—Tantas cosas que han pasado en tan poco tiempo. Jamás creí que el pasado volviera para atacarnos de esta manera. Tu casi te mueres, mi hijo Alan recibió un balazo, el secuestro de nuestro nieto, Ángel presentando a su hija de esa manera y yo que me estoy volviendo loca pensando en qué momento pasó todo esto. Aparte que me siento que no soy nada para nuestros hijos. Siempre las únicas que se acercan a mí son nuestras hijas, pero mis hijos varones siento que los he perdido. David allá en Tokio, Alan aquí con su amor frustrado y a punto de ser separado de su hijo, Ángel en una relación con Clara y una hija de la cual jamás me habló en 3 años, ¡3 años Iván! Aitor no creo que algo ande mal con él, pero ya a esta altura no sé qué creer. Me siento herida por no poder tener su confianza. Otros hijos es a su madre que acuden en búsqueda de consejo y de mis hijos hasta el día de hoy que me despedí de Alan en el hospital me pidió ayuda para recibir terapia. ¿Qué soy yo para mis hijos? ¿Solo una psicóloga? Tu madre tiene los medios como para enterarse antes, pero ¿Ella no puede aconsejar a decirles hablen con sus padres? Me siento muy mal Iván y esa es la verdad —confesé con lágrimas en los ojos. Lo único que pudo hacer fue tocar mi mano para que me calmara ya que su brazo enyesado impedía que me abrazara.
—No pienses eso, nuestros hijos te aman. Lo único que puedo decirte es que ya no son unos niños amor. Alana también ya no es una niña, debemos aceptar el ciclo de la vida. Dejar que ellos mismos aprendan de sus errores y estar disponibles cuando llegue un momento donde ellos no puedan con sus propias fuerzas. No creo que sea algo personal cariño, mi madre ocultó la información, porque no le tocaba a ella decir cosas que les corresponden a nuestros hijos. Puedo entender el cómo te sientes, pero que eso no te nuble de lo que está pasando. Tenemos dos nietos a los cuales podemos consentir y hacer lo que ya no podemos hacer con nuestros hijos —concluye y es ahora donde me suelto a llorar pensando en que se llevarán a mi pequeño Khoa de nuestro lado.
—Susy se llevará a Khoa —comento y eso es algo que no le había dicho aún. Estaba recuperándose y sé que al igual que yo Iván tiene un enorme apego a Khoa.
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Jugaste y sufrí
RomanceSusana Libón Park o Susy Li como la llama su madre, es una joven a la que la vida no le ha sonreído en lo absoluto. Desde muy pequeña le ha tocado vivir un infierno a manos de su padre, donde ella y su familia sufren de violencia domestica después d...