¿ Y si esto es amor?

Cerebrito.

Salgo hecho una furia de la explanada  me iría de aquí en este mismo instante pero perdería la mitad del día, así que decido ir a mi auto y descansar mi próxima clase inicia en una hora así que voy hasta mi auto y reclino un poco el asiento y pongo música algo relajante así que opto por poner a Justin Timberlake, sin darme cuenta me quedo dormida hasta que a lo lejos escucho que alguien toca mi ventana me despierto instantáneamente y volteo me doy cuenta de que Abraham está recargado en mi ventana noto que habla pero por el vidrio no logro entenderle así que lo bajo

-¿Que pasa cerebrito te gusta saltarte las clases?— Dice riendo antes de decir algo checo mi reloj me he perdido la mitad de una clase agarro rápido mis cosas y salgo del auto— De nada por despertarte— Dice Abraham mientras camina a lado de mi

-Y tu, ¿porque estas afuera?— Digo mientras camino rápido y él intenta seguirme el paso

-Pues me he distraído, además para que llegar temprano si el inicio de la clase solo es darle vueltas al tema— Dice mientras se acomoda el cabello

-Y que crees saber todo—Digo

-Casi todo hay unas cosas que no se— Dice con una sonrisa dibujada en su rostro

-Es verdad, por eso necesitas ayuda,
porque no puedes entender a una materia tan sencilla— Veo que se queda pensativo su sonrisa desaparece

-Pues, creo que así es pero además con que llegues tarde una vez no perjudica o si cerebrito— Dice con su sonrisa de vuelta

-Deja de llamarme cerebrito—Digo un poco más alto mientras subimos las escaleras

-Pero eres un cerebrito porque no decirte así— Dice con una voz tan relajada que hace que me desespere

-Porque me fastidia que me hables así— Digo enojada

-Te fastidia solo que te digan cerebrito o te fastidio yo— Dice sonriendo, no puedo creer como puede estar tan relajado

-Las dos cosas— Digo casi gritando sin darme cuenta de que estamos afuera del salón y todos nuestros  compañeros y la profesora Sánchez nos observan siento que mi cara está demasiado roja

-¿Podemos pasar? – Dice Abraham al notar que yo he perdido el sentido del habla, la maestra le sonríe y asiente los dos entramos y siento las miradas de todos sobre mi

-Vaya así que si es él—Dice Sebas

-Es él que— Digo mientras saco mis apuntes

-Él que te pone así de malas— Dice Sebas

-Aparentemente— Digo él me observa se que quiere preguntar mas pero decide poner atención

Toda la clase no presto atención no puedo entender porque el simple hecho de tener a Abraham me saca de mis casillas, pero hace un rato que se me acerco me sentía nerviosa y no entendía porque, solo sé que desde que llego no he tenido tranquilidad como antes.
Es Viernes y aun no puedo hallar nada que explique porque puede una persona ponerme de tan mal humor. Cuando llego al salón no veo por ningún lado a Abraham.

-Mia, ¿me ayudas con la tarea? que no he entendido nada—Dice Sebas quien se acerca a mi

-Claro Sebas— Digo le explico a mi amigo y por un momento me relajo ya es la última clase y Abraham no ha llegado en ninguna clase

-Hoy te veías mas tranquila Mia— Dice Sofía sonriendo

-Ya es viernes como no ponerse tranquila— Digo para fingir la verdadera razón mientras nos apresuramos a salir

-Mañana es tu clase de música verdad—Dice Sebas mientras caminamos al estacionamiento

-Claro, es de las cosas que más disfruto— Digo con tono relajado

-Oye es verdad mañana es noche de salir un rato ¿a dónde iremos?— Dice Sofía brincoteando

-No lo sé, te toca elegir— Digo sonriendo a mi amiga

-Pues soy malísima escogiendo lugares además— Dice Sofía quien no acaba de hablar y volteo para ver que la distrae y es Matías quien está al lado de Abraham y mi humor una vez más cae en picado

-Vaya creo que tu dolor de cabeza si vino después de todo— Dice Sebas riéndose

-Que gracioso eres Sebas, pero bueno mandan un whatsapp para saber a donde iremos yo me largo de aquí— Digo les doy dos besos a mis amigos y me desvió pero fracaso

-Hey cerebrito no huyas— Dice Abraham todos los que escuchan se empiezan a reír y basta eso para que me enoje pero sigo mi camino— Hey Cerebrito espérame— Cuando estoy a punto de abrir mi auto el recarga un brazo impidiéndome abrir

-¿Que es lo que quieres?— Digo molesta

-Huy si hola yo también estoy bien gracias— Dice Abraham con su sonrisa tan natural como siempre

-Me dejas abrir mi auto— Digo

-No— Dice sin pensarlo y se recarga completamente en la puerta

-¿Que quieres?— Digo exasperada

-Es viernes me toca mi asesoría tu me dijiste que era mi problema así que tengo que buscarte— Dice

-Que eso a mí no me importa— Contesto con exasperación

-Pero a mí si, entonces me vas a ayudar—Dice Abraham tan tranquilo como siempre

-Que te ayude otra que yo no lo voy hacer— Digo y trato de moverlo pero es fuerte

-Pues eres la mejor según el maestro así que si, yo creo que si lo harás—Dice en tono confiado

-Mira ya acabo la escuela eso no es mi responsabilidad

-Que si lo es— Pero mi sorpresa es mayor cuando abre la puerta de mi auto y se mete hasta quedar en el asiento del copiloto

-Que jodidas haces bájate de mi auto—Digo enfadada

-Cerebrito no creo que quieras seguir dando un show— Dice y volteo varias personas están observándonos incluso Sebas, Sofía y Matías que no dejan de reír y sin más subo a mi auto y salgo de ahí rápidamente

-Vaya hasta sabes manejar cerebrito—Dice yo volteo y lo fulmino con la mirada y me detengo

-Bájate ahora mismo— Digo

-No lo hare tu me darás mi asesoría y punto— Dice estamos viéndonos y doy un grito de exasperación

-Está bien lo hare solo para que me dejes de molestar— Digo el sonríe

-Yo no molesto a nadie—Dice

-Pues a mí me molestas

-Oye— Dice sonriendo

-¿Que quieres?— Digo mientras fijo mi mirada en la carretera

-¿Estas enamorada de mi?— Dice sonriendo yo resoplo

-De alguien como tú lo dudo—Digo el suelta una carcajada y me deja pensativa, pero no el me fatiga no me atrae pero últimamente no sé nada desde que él llego.