Explorando

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-¿A dónde vamos?—Pregunto mientras observo el rostro de concentración de Abraham al manejar

-A un lugar que quiero conocer, en realidad no conozco mucho de México así que tú me acompañaras a los lugares que quiero conocer

-Y el primero será...—Digo mientras observo el escaso tráfico que hay

-Unas motos—Dice sonriendo
-¡QUE!—Digo exaltada él desvía la mirada de la carretera para observarme y sonreírme

-Te dan miedo—Dice con un tono de burla

-Claro que me dan miedo—Pienso—Espera que motos—Digo mientras observo como ingresamos a la autopista

-Que astuta—Dice sonriendo—Son unas motos, cuatro ruedas, enormes—Dice aun riendo

-Cuatro ruedas, que no solo tienen dos—Digo y él suelta una carcajada

-Que inteligencia—Dice

-Abraham ya deja de darle vueltas dime que motos—Digo

-Deja de hacer pucheros

-Yo no hago pucheros

-Claro que si—Dice

-No los hago

-Deja de negarte, haces esto—Dice mientras me hace un puchero enorme y yo no puedo evitarlo y suelto una carcajada

-No hagas eso, te ves demasiado gracioso—Digo intentando controlar mi risa

-Que te da risa—Dice y vuelve hacerlo y mi ataque de risa se hace más profundo
Después de varios minutos logro controlarme totalmente

-No vuelvas hacer eso—Digo mientras recupero mi respiración

-No cuentes con ello—Dice Abraham sonriendo

-Bueno, entonces veo que el camino será largo platícame algo

-Que quieres que te platique—Dice mientras vuelve a concentrarse en la carretera

-No lo sé—Pienso –De ti

-Que quieres saber de mi—Dice sonriendo

-Porque te interesaste en la música y en la filosofía—Digo observo que se queda pensativo como si buscara las palabras correctas

-No lo sé la música es mi debilidad sin ella no podría vivir y la filosofía complementa me fascina componer y entre mas enriquezca mi conocimiento más profundo lograre ser—Dice sonriendo y yo me quedo perpleja con su respuesta realmente es lo que yo muchas veces he llegado a pensar

-Alguna cosa más—Dice Abraham sacándome de mi ensoñación

-Háblame de tu familia—Digo veo que el rostro de Abraham se ensombrece como si un mal recuerdo pasara por su mente y me arrepiento al instante de haber preguntado

-Mira ya llegamos—Dice Abraham desviando por completo mi pregunta bajamos del auto

-Algún día me lo tendrás que decir—Digo veo que Abraham frunce el ceño y caminamos hasta que reacciono en donde estamos

-Espera esto es la marquesa—Digo al notar el frio que empieza a experimentar mi cuerpo

-Así es—Dice Abraham con su sonrisa devuelta camina hacia un señor veo como hablan—Listo—Dice cuando esta devuelta

-¿Que?—Digo

-Ya rente la moto—Dice sonriendo

-Y cual es—Digo viendo la fila de motos frente a nosotros

-Esa roja—Dice señalando la única moto roja que queda—Vamos

El como si fuera un niño corre hacia donde está la moto con una sonrisa en su rostro veo como se sube a ella y la enciende sin necesidad de que alguien esté a su lado enseñándole cuando llego enfrente de él dice

-Ven súbete

-Ni loca—Digo alejandome y una enorme sonrisa se asoma en su rostro

-Claro que lo harás—Dice bajándose de la moto y yo sin pensármelo dos veces salgo corriendo a la máxima velocidad que me permiten mis piernas por el rabillo de mi ojo veo como Abraham viene corriendo y corro más rápido pero fracaso cuando siento que Abraham me toma de la cintura y me atrapa y más sorprendente cuando con facilidad me carga sobre su hombro

-Nada de escapar Mia—Dice mientras camina hacia la moto

-Bájame—Digo intentando safarme de su brazo

-Nunca te soltare Mia—Dice y no sé porque siento que no se refiere a soltarme en este momento y una vez más la emoción recorre mi cuerpo como nunca había sentido.

¿ Y si esto es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora