Cercania

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Siento el cuerpo de Abraham tenso

-¿Y bien?—Pregunto curiosa

-Algún día— Dice cortante y evita mirarme

-¿Te pasa algo?— Digo se que me estoy metiendo en terreno peligroso 

-A mi nada—Contesta

-Nunca hablas de ellos y cuando lo hago sólo cambias el tema— Digo valiente

-No hablo de ellos no me gusta— Noto frustración en su rostro

-¿Porque?— Se que estoy cerca de llevarlo a perder la paciencia

-No me apetece y no quiero pensar en el pasado cuando mi presente solo eres tú— Fija su mirada en mi esa mirada de tortura

-La familia también debe formar parte de tu vida—Digo

-Para mi solo eres tú—Vuelve a decir

-Me agrada saber eso cariño pero la familia— No me deja terminar de hablar

-Nena ya luego hablamos de esto no quiero arruinar esta noche— Dice

-Esta bien— Digo resignada al ver su incomodidad

-Cariño duerme — Dice pasando sus manos por mi espalda

-Te amo—Digo antes de caer en un profundo sueño

Un aroma peculiar entra por mis fosas nasales ese aroma fresco y masculino

-Mmm—Digo cuando abro poco a poco los ojos Abraham me observan está sonriente
-Buenos días— Dice con esa sonrisa que me enloquece

-Mmm—Digo mientras aspiró su aroma

-Estás cómoda—Dice riendo y escucho el resonar en su pecho

-Demasiado—Alzo mi cabeza y lo beso

-Ahora a la ducha— Dice levantándome en brazos

Abre la regadera y el agua caliente cae por nuestros cuerpos

-Relajate—Dice mientras frota mi cabello con mi shampoo de lavanda

-Podría acostumbrarme a esto—Digo disfrutando cada caricia que me propicia

-Y yo a hacer esto—Dice dándome un beso en el cuello

-Es verdad mis padre te verán aquí—Digo espantada para esta hora deberían seguir aquí

-Tranquila han salido regresan a las doce— Yo confundida pregunto

-¿Como sabes eso?— Lo bueno es que puse el cerrojo sino de otra manera hubieran abierto mi cuarto para invitarme, no tengo la menor idea de a qué hora llegaron anoche.

-Escuche como se iban y tu madre le grito a Alejandro la hora que llegaban— Dice mientras me sigue propiciando caricias

-¿Y mi hermano?— Pregunto

-Ha salido—Dice

-Es verdad le toca fútbol— Digo aliviada Alejandro estará hasta en la noche le conozco y después del fútbol tiene la manía de salir a comer o beber algo

Disfruto de la compañía de Abraham bajo el agua caliente, cuando salimos me pongo un short el calor es inmenso

-Disfrutando la vista—Digo cuando observo la mirada de Abraham quién está tumbado viendo cada movimiento que hago

-Eres hermosa—Sonrió y lo beso

-Igual que tú — Digo bajamos a la cocina Abraham me ayuda a picar fruta yo hago un omelet nos sentamos a comer

-Abre— Dice Abraham sonriendo mientras me da una fresa en la boca yo sonrió como niñita
Hasta que escucho como abren la puerta y siento que me desmayó.

¿ Y si esto es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora