Enganchada a ti (ADAPTACIÓN)

Capiulo 26

POV Malú

El avión despega y me pongo los auriculares, pensar que son ocho horas de vuelo me pone nerviosa. Me pongo el antifaz e intento perderme en la música con ganas de quedarme dormida. Llevábamos 7 horas de vuelo y había conseguido relajarme hasta que el avión empezó a moverse demasiado. El piloto informó que estábamos atravesando una zona de turbulencias y que nos mantuviéramos sentados en nuestros asientos con el cinturón puesto. Mis nervios crecían por momentos y cada vez que el avión se sacudía apretaba mis manos en el reposabrazos y cerraba los ojos con fuerza. La última turbulencia fue tan fuerte que me hizo gritar. Tenía los ojos cerrados cuando sentí una mano aferrándose a la mía, abrí los ojos y me encontré con Vanesa sentada a mi lado.

V: Está todo bien, ya casi pasamos las turbulencias— me dijo con una sonrisa tranquilizadora

Yo solo asentí y me aferré con fuerza a su brazo cuando sentí otra sacudida, sentí un peso en el pecho que no me estaba dejando respirar, no me llegaba aire a los pulmones. No conseguía recuperarme, incluso había dejado de escuchar los sonidos a mi alrededor, empezaba a marearme cuando sentí unas manos que me agarraban la cara con firmeza, lo siguiente que vi fueron unos ojos marrones que me miraban con preocupación

V: Malú mírame a los ojos, todo va a estar bien, respira conmigo, coge aire, mantenlo tres segundo y los sueltas poco a poco— me dijo mientras hacía lo que me estaba indicando

Poco a poco empecé a recuperar la calma y por fin sentí aire en mis pulmones. Las sacudidas habían terminado y ahora casi no se apreciaba el movimiento del avión.

V: ¿Mejor? — preguntó mirándome preocupada

M: Ya pasó, gracias— dije abrazándome a ella— Y perdón por el mal trago, pero es que tengo miedo a volar y cada vez que hay turbulencias me pongo nerviosa y pierdo el norte

V: No tienes que pedir perdón, está todo bien, aquí estoy. Lo que restaba de vuelo lo pasé aferrada a su brazo.

Al aterrizar me llevaron directamente a la prueba de sonido del concierto. Estaba realmente cansada por el estrés del viaje, pero no me quedaba otro remedio, un último empujón y luego ya podría descansar. Todo estaba preparado, ya podía escuchar el público desde mi camerino, terminé de colocarme el vestido, y cuando me giré para mirarme al espejo sentí un mareo repentino que me hizo tambalearme y apoyarme en la pared.

V: ¿Malú estas bien? — preguntó al entrar y verme con la cabeza baja

M: Sisi, no pasa nada, listo, ¿nos vamos? — empecé a caminar hacia la puerta, pero Vanesa me lo impidió agarrándome de la cintura

V: Estas pálida, ¿seguro que te encuentras bien?

M: Si no te preocupes— la tranquilicé acariciándole la cara cuando fuimos interrumpidas por Ver

VR: ¿Lista Lula? — asentí y las tres emprendimos el camino hasta el escenario. Las canciones iban pero mi mareo persistía, incluso empezaba a ver borroso. Aproveché unos segundos de música solo instrumental y me acerqué a la parte de atrás del escenario para pedir una botella de agua

V: Malú no estas bien, te has tambaleado un par de veces encima del escenario, necesitas parar esto

M: No pasa nada, solo estoy un poco mareada, pero con un poco de agua se me pasa— tomé un trago de la botella y volví al escenario. Parecía que me empezaba a sentir mejor, menos mal que estaba ya en mi última canción.

M: Muchas gracias, Bogotá!!! Me encanta volver a mi casa, siempre me he sentido muy arropada por ustedes. Una vez más les agradezco que hayan decidido pasar este rato conmigo. ¡¡Los amo HASTA SIEMPRE!!

Me despedí del público y salí del escenario, siguiendo el ritual de siempre, me abracé a los bailarines y cuando vi a Vero al fondo sonriendo empecé a caminar hacia ella cuando sentí que se me fueron las fuerzas de las piernas.

POV Vanesa

El concierto terminó y vi como Malú iba al encuentro de Vero cuando de repente se derrumbó sin previo aviso. Corrí hacia ella que estaba tumbada inconsciente en el suelo

V: ¡Que alguien llamé al médico! — grité un tanto histérica

Comprobé que seguía respirando y parecía que lo hacía con normalidad, Vero estaba nerviosa caminando de un lado a otro. Por fin llegó el médico, nos indicó que le dejáramos espacio para trabajar. Tras comprobar que sus signos vitales estaban bien ordenó a dos enfermeros que la llevaran a su camerino, donde al llegar la tumbaron en el sofá. Vero y yo los seguimos impacientes.

VR: ¿Qué le ocurre Doctor?

Doc: Parece ser que tanto la respiración como el ritmo cardíaco están estables, lo más seguro es que sea un desmayo por sobre esfuerzo. Probablemente no haya estado alimentándose correctamente para el nivel de ajetreo que ha estado teniendo. Igualmente recomendaría que acudiera a hacerse un análisis de sangre para descartar cualquier cosa

Vr: ¿Descartar qué Doctor? — preguntó Vero preocupada

Doc: Nada importante, solamente quiero asegurarme de que no padece de anemia

Una vez terminado el chequeo nos despedimos del doctor tras agradecerle por su trabajo y me senté en una silla al lado de Vero.

VR: Vaya susto nos ha dado la niña

V: Y que lo digas...

VR: Voy a encargarme de que esté todo preparado para trasladar a Malú al hotel en cuanto recupere la consciencia

V: No se preocupe Verónica , ya voy yo, quédese usted con ella— dije levantándome, después de todo era mi trabajo ocuparme de esas cosas no de ella,

VR: Vanesa— dijo impidiéndome el paso— yo me encargo no te preocupes, seguro que prefiere ver tu cara antes que la mía cuando despierte

Su comentario me dejó confundida. ¿Será que sabe sobre nosotras?

M: Hey— escuché la voz débil de Malú a mis espaldas y corrí a su lado— ¿Qué pasa? — preguntó incorporándose poco a poco

V: Te desmayaste, el doctor dice que seguramente será por el sobre esfuerzo de todos estos días de concierto sin parar de un lado a otro, te dije que tenías que para cuando vi que estabas exhausta

M: ¿En serio me regañas ahora? recién despertada de un desmayo — preguntó haciendo un puchero con su boca

V: Tienes razón— dije acariciando su mejilla y dejando un ligero beso en sus labios

M: Además si hay que culpar a alguien aquí es a tí

V: ¿A mí? — dije sorprendida

M: Es que ya no te acuerdas de cómo me cansaste anoche después del concierto— dijo con una sonrisa traviesa haciéndome enrojecer — me encantas cuando te pones rojita

V: Ya tonta— dije apartándole la mano de mi cara— Anda vamos que Vero estaba preparando todo para llevarte al hotel. Y esta vez sí que te dejaré descansar

M: Noooo— dijo fingiendo amargura

V: Tonta