POV Vanesa
Tan pronto llegamos al hotel anoche, Malú se metió en la cama y cayó rendida, ahora mismo son las 11 de la mañana y tengo que despertarla ya que el vuelo a Madrid sale dentro de 3 horas. Me acerco a ella y mientras la acaricio empiezo a despertarla dejando besos esparcidos por su cara, ella empieza a removerse en la cama.
M: Mmmm me encanta despertarme así— dice abrazándome— buenos días
V: Buenos días cielo, no quería despertarte pero el vuelo sale en 3 horas y tenemos que prepararnos para el aeropuerto
M: Ay se me había olvidado comentarte una cosita con todo lo del desmayo anoche-dijo sentándose en la cama
V: ¿Qué pasó?
M: Nada malo no te preocupes, solo que ayer con Vero aplazamos los boletos de avión
V: ¿No te encuentras bien para viajar?— me acerqué a ella preocupada
M: No, no es eso— me agarró las manos entrelazando nuestros dedos— Es solo que me apetecía pasara unos días más aquí contigo y le dije a Vero que nos buscara otro hotel para quedarnos 3 días más aqui en Bogotá...¿Qué te parece?
Sus palabras salieron con un poco de incertidumbre, temerosa incluso de que no me gustara la idea. Sonreí para tranquilizarla y la besé lento, recreándome en esos labios que me encantan
V: Me parece una idea estupenda
El resto de la mañana aprovechamos para pasarla metidas en la cama hablando de todo y de nada entre caricias y besos. Una vez llegó la hora del almuerzo, nos levantamos y nos duchamos por turnos pese a mis esfuerzos por conseguir que se duchara conmigo alegando que así ahorraríamos en gasto de agua al planeta. Malú estaba dando unos últimos retoques a su maquillaje cuando llamaron de recepción indicando que nuestro Uber había llegado.
V: ¿Me vas a decir a dónde me llevas? -pregunté impaciente ya que no había querido revelarme nada
M: No señorita, es una sorpresa— dijo sonriente
El auto se estacionó al frente de un local pequeño que no tenía muy buena pinta la verdad, nos bajamos y Malú agarró mi mano dirigiéndome a la entrada de aquel lugar. Al entrar me quedé en shock, el interior no tenía nada que ver con el exterior del edificio. Por fuera estaba lleno de grietas y no le vendría mal una manita de pintura, pero por dentro era otro mundo. Era un pequeño restaurante, no habían más de cinco mesas. La decoración era divina, parecía que habíamos viajado a Italia, los manteles a cuadros rojos y blancos y los dibujos en las paredes de La Fontana di Trevi, La Torre inclinada de Pisa y el Coliseo Romano me dejaron con la boca abierta.
M: ¿Te gusta? — preguntó nerviosa
V: Me encanta, es hermoso
M: Tú si que eres hermosa— dijo para a continuación dejar un rápido beso en mis labios
Un señor vestido elegantemente se aproximó a nosotros y tras hablar dos segundos con Malú, nos escoltó hasta nuestra mesa. No había nadie mas en el local, solo nosotras dos y la luz tenue del sitio que lo hacía parecer incluso mas íntimo.
V: ¿Cómo es que conoces este lugar?
M: Solía venir de pequeña con mi padre.— dijo nostálgica— Veníamos todos los viernes por la noche, era nuestra tradición. Mi padre decía que era nuestra noche de escape de la "sargento" mamá— dijo entre risas— Hacía años que no venía y cuando me dijiste en Punta Cana que tu comida favorita era la pasta, se me ocurrió la idea de traerte
V: Es precioso, gracias por traerme— dije acariciando sus manos
Pasamos una velada de lo más romántica. La comida estaba deliciosa y la compañía incluso mejor. Cuando terminamos decidimos caminar de vuelta al hotel dando un paseo. Caminábamos en silencio agarradas de la mano con nuestros dedos entrelazados. No necesitábamos llenar los silencios con palabras, estábamos a gusto. Llegamos al hotel y subimos a nuestra habitación, decidimos preparar las maletas puesto que mañana tendríamos que dejar la habitación y mudarnos de hotel. Una vez terminamos nos tumbamos en la cama agotadas.
V: Es la hora de la cena, pero si te digo la verdad todavía estoy llena del almuerzo— dijo riendo
M: No me extraña, no solo te zampaste tu enorme plato de plasta al pesto, sino que arrasaste con lo que me sobró de mi Lasaña— se echó a reír al instante
V: ¿Con que esas tenemos eh? — en un segundo me subí sobre ella a horcajadas y empecé a hacerle cosquillas en el estómago
Sus risas llenaban la habitación, su cara se había vuelto roja de tanto reír y le caían lágrimas por su rostro.
M: YA para para por favor jajajajaj
V: Dí que lo sientes— dije sin parar de hacerle cosquillas
M: Lo siento lo siento jajaja pero para por favor jajaj
La dejé respirar por fin y me tumbé a su lado con una sonrisa de oreja a oreja en mi cara
M: Eres malvada ¿lo sabías?
V: Pero te encanta que lo sea. Malú se puso de lado y yo la imité quedando frente a frente, noté como sus ojos iban a parar a mi boca mientras se mordía el labio inferior. No tenía ni idea de lo mucho que me encendía que hiciera eso, o tal vez sí, no aguanté más y la atraje hacia mí para besarla. Nuestros labios se movían lentos, su lengua dibujó una línea sobre mi labio inferior pidiendo permiso para adentrarse en mi boca y yo no ofrecí resistencia alguna. El beso se intensificó y se tornó deseoso. Mis manos agarraron su cintura y la atraje más a mí, entre nosotras no pasaba ni una pequeña brisa de aire. El beso fue bajando de intensidad hasta que nos separamos para coger aire.
M: ¿Te importa si esta noche solo dormimos? — me preguntó mirando fijamente a mis ojos
V: Para nada— dije acariciando su mejilla y besando su frente. Malú se dio la vuelta dándome la espalda, agarró mi mano derecha y la apoyó rodeando su cintura quedando en cucharita. Me acurruqué junto a ella y apoyé mi cabeza en el hueco de su cuello dejando allí ligeros besos
M: Buenas noches Vane
V: Buenas noches.
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Enganchada a ti (ADAPTACIÓN)
FanficVanesa, una guardaespaldas asignada al cuidado de Malú , una cantante caprichosa que se cree mejor que nadie. Está historia es una adaptación, el contenido NO me pertenece. Todos los créditos a su autora. Autora: @Lauraq91