Capitulo 20

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POV Malú

M: ¿Vero me puedes explicar a qué viene esto? — Exijo saber de inmediato— Sabes perfectamente que Vanesa es la mejor en su trabajo y lo ha desempeñado sin ningún problema desde el principio de la gira.

VR: ¿Desde cuándo te cae bien a ti?— dijo extrañada

M: No se trata de caer bien o mal, es solamente que no me parece correcto jugar con el trabajo de la gente Vero

VR: Bueno ya déjate de gilipollezes si la he despedido es por la manera en que se puso— yo fruncí el ceño ante sus palabras, gesto que hizo que siguiera hablando— Cuando se enteró de que le habías dado el día libre a Carlos y habías desaparecido se puso como loca, es verdad que organizó una búsqueda en 2 segundos pero no puede dejarse llevar así. Esos comportamientos la harán cometer errores

M: Vero, es normal que estuviera nerviosa, al fin y al cabo estaba en su turno de vigilancia y— Vero me interrumpió

VR: No solo fue eso Lula, me habló de muy mala manera utilizando un tono que no le permito ni a mi madre— se notaba el enfado que tenía— Me reprochó el dejarte a cargo de un agente descuidado y cuando le fui a replicar me cortó la llamada

No pude evitar soltar una pequeña risa que hizo enfurecer incluso más a Vero

L: Malú, esto no es gracioso...

M: Lo siento , no pretendía reírme, pero es que la situación es un tanto cómica, me puedo imaginar tu cara al darte cuenta de que te había dejado hablando sola

VR: Hubiera sido gracioso si no estuvieras desaparecida en combate. La verdad es que por lo menos se la veía preocupada y en cuanto organizó la búsqueda no tardó en encontrarte

M: Vero creo que te has precipitado un poco al despedirla, se que tu orgullo debió de sentirse herido, pero era una situación de estrés— dije intentando calmarla— ¿qué te parece si me dejas hablar con ella? Haré que entienda su mal comportamiento y estoy segura de que vendrá a disculparse

VR: No sé Lula, no me gusta retractarme de las decisiones que tomo y lo sabes— dijo dubitativa

M: Andaa— mi boca se había vuelto un puchero para intentar enternecerla— Al fin y al cabo toda esta situación ha sido culpa mía. Yo fui la que armó todo este jaleo...

VR: Bueno está bien— corrí a abrazarla— pero con la condición de que me cuentes qué carajo hace Gonzalo en Venezuela y cómo se enteró en dónde te estas hospedando

M: Uuuush de verdad me tiene hasta los huevos con sus tonterías — me senté en el sofá y recargué la cabeza entre mis manos— Por lo visto habló con alguien en el estudio, y le informaron de donde estaba pensando que seguíamos juntos. Y eso es exactamente lo que pretende, que vuelva con ella.

VR: ¿No cometerás la locura de perdonarla verdad María Lucia Sánchez?

M: ¡No! Ni en sueños, ya pasé mi época de estúpida, pero decidí hablar con ella para que no montara un espectáculo.

VR: Bueno, por lo pronto daré la orden en el estudio de que no vuelvan a dar ningún tipo de información sobre ti o tu paradero a nadie... y menos a ese. ¿Se puso muy pesado?

M: Ni te lo imaginas, le faltó ponerse de rodillas— dije bufando — pero el muy idiota no puede ocultar su verdadera forma de ser más de 5 minutos, en cuanto intenté irme sin arreglar lo nuestro me agarró fuertemente del brazo. Te juro que sentí miedo de su mirada Vero, menos mal que llegó Vanesa en ese momento y me la quitó de encima

VR: ¿Espera, ella te salvó de el insoportable de Gonzalo?

M: Si, la echó del hotel y le advirtió que no permitiría que volviera a tocarme

VR: Parece que me va cayendo mejor, si lo llego a saber se me hubiesen quitado las ganas de despedirla.

M: ¿Ves? Vale la pena tenerla en nuestro equipo Vero

Tras la conversación con Vero me dispuse a hablar con Vanesa. Llevaba ya un par de minutos delante de su puerta y no me atrevía a tocar. La traté muy mal sin razón ninguna, pero es que los encuentros con Gonzalo me dejan muy alterada. Intento que se me quiten los nervios haciendo un par de ejercicios de respiración y finalmente me decido a dar unos golpecitos en la puerta. Cuando esta se abre me encuentro a una Vanesa seria, jamás la había visto así, ni siquiera al principio de conocernos, además sus ojos están ligeramente rojos e hinchados... ¿Ha estado llorando?

V: ¿Y bien? — me dice al notar que me quedo mirándola sin decir nada

M: ¿Puedo pasar?

V: No es un buen momento, estoy terminando de arreglar mis cosas, me voy esta misma noche

M: De eso he venido a hablarte— digo mientras bajo la cabeza y juego con mis manos de manera nerviosa— Vero ha reconocido que ha exagerado un poco y quiere que sigas trabajando para nosotros

V: Demasiado tarde, ya está todo arreglado. Hablé con mi padre y me consiguió un vuelo a Madrid

M: Vanesa por favor déjame que te explique, sé que Vero no fue la única que se excedió en el trato contigo— cada vez estaba más nerviosa y mi voz salía temblorosa

V: No necesito explicaciones de nada señorita Sánchez, cómo usted bien dijo no tengo derecho a nada con respecto a su vida personal

No aguanto más y la empujo ligeramente forzando mi entrada en la habitación y cerrando la puerta tras de mí.

V: ¿Pero qué coño haces?

M: Lo siento pero tienes que escucharme, necesito disculparme, sé que fui una estúpida contigo y que no hay nada que pueda justificar lo que te dije— paro para coger un poco de aire— pero es que Gonzalo siempre consigue sacarme de mis casillas, y al agarrarme del brazo me trajo malos recuerdos que me hicieron reaccionar de la manera en que lo hice—Vanesa me miraba fijamente— Obviamente no pienso lo que te dije, eres más importante para mí de lo que crees

V: Malú...

M: No, escúchame primero— ella se sentó en el sofá y siguió mirándome— Lo siento, no va a volver a ocurrir— empiezo a acercarme a ella y agarro su cara suavemente con mis dos manos— soy una estúpida y siempre pago las cosas con quien menos lo merece, por favor no te vayas

Ella sigue sin hablar, su mirada triste me está rompiendo por dentro. Empiezo a acercar mi cara lentamente hacia ella y cuando estoy a punto de juntar nuestros labios en un beso, ella se separa y se pone de pie.

V: Está bien... me quedaré— me levanto y la abrazo fuertemente, abrazo que ella no responde y hace que me aleje— pero sea lo que sea que empezó entre nosotras en Punta Cana ha de terminar

M: ¿Qué? ¿Por qué?

V: Sabes tan bien como yo que ha sido un error, no deberíamos haber cruzado esa línea, y si seguimos con esto solo nos traerá más quebraderos de cabeza

M: Pero..

V: Pero nada Malú, esa es mi única condición para quedarme, que volvamos a tener una relación estrictamente profesional. Es eso o cojo el avión a Madrid. Me quedo en silencio todavía sin creerme lo que estaba sucediendo. Esta decisión me ha dolido más de lo que esperaba. Es increíble como Gonzalo siempre se las arregla para joderme la vida incluso cuando no estamos juntas.

V: ¿Qué has decidido? — Levanto la mirada y la clavo en esos ojos que me han vuelto loca estas últimas semanas, no quiero acabar con lo que tenemos pero tampoco quiero que se vaya. Necesito tenerla a mi lado, así que me trago la angustia y le respondo

M: Está bien...— digo en un hilo de voz

Salgo de esa habitación casi derrumbada. Cómo es posible que me duela tanto. Cuando todo esto empezó pensé que sería una distracción y que lo pasaríamos bien y ya. Pero esos días que pasamos juntas me llegaron de una manera que no puedo explicar. Hacía tiempo que no me sentía tan feliz, y lo único que tengo claro es que no voy a renunciar a eso. Así tenga que arrodillarme conseguiré que Vanesa me perdone

Enganchada a ti  (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora