Capitulo 24

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POV Malú

Entré en la camioneta y pusimos rumbo al hotel. Noté como Vanesa me miraba fijamente y cada vez que yo me giraba para encontrar sus ojos, ella desviaba su mirada bruscamente.

M: ¿Qué pasa?

V: ¿Qué pasa de qué?— dijo evasiva

M: No paras de mirarme de reojo, algo te pasa— ella miraba por la ventanilla fingiendo desinterés por nuestra conversación— Bueno, si no me quieres decir pues no me digas

Saqué mi celular y me pasé el resto del camino mirándolo fijamente sin saber muy bien lo que estaba viendo. Al llegar subimos a mi habitación y tal y cómo había hecho anteriormente, ordenó al guardia que nos esperaba que ella se encargaría del turno hasta la mañana. Entramos en silencio, yo me quité los tacones y fui directa al bar del cuarto, me serví una copa de vino y empecé a beber de ella cuando sentí unas manos en mi cintura. El contacto tan deseado me hizo cerrar los ojos y al momento sentí sus labios en mi cuello dejando pequeños besos. Su mano derecha empezó un camino subiendo por mi costado hasta terminar apoyada en mi pecho, en ese momento la aparté de mí empujándola ligeramente hacia atrás y me di la vuelta para quedar frente a frente. Su mirada era de confusión.

V: ¿Pasa algo?

M: ¿Algo de qué?-contesté imitando la respuesta que ella me había dado anteriormente en la camioneta

V: ¿ En serio Malú? No seas infantil— dijo caminando hasta el sofá y dejándose caer en el

M: Infantil nada, así como a ti no te pasaba nada en la camioneta, a mí no me pasa nada aquí

V: Creí que habíamos dejado de lado nuestros enfados...

M: Nadie ha dicho que esté enfadada contigo

V: ¿Y por qué no me dejas tocarte? — preguntó volviendo a levantarse

M: Por nada en particular— dije terminando de un trago lo que me quedaba de vino en la copa Vanesa suspiró fuertemente y caminó a paso firme hasta llegar a mi altura, agarró mi cabeza entre sus manos y me obligó a mirarla

V: ¿Quieres saber en lo que pensaba en la camioneta? — yo asentí— Es una estupidez, por eso no me atrevía a hablar... pero ya que te pones tan terca

Soltó mi cara y me dio la espalda alcanzando una botella de vodka y sirviéndose en un vaso, le dio un pequeño trago y aún sin darse la vuelta me habló

V: Yo solo... me sentí un poco abrumada por lo que estaba, bueno por lo que estoy sintiendo...

M: Sintiendo de qué Vanesa que te pasa?— ella se giró finalmente y me atravesó con esa mirada tan potente

V: Tú Malú, tú me pasas— cogió aire— me pasa que no entiendo cómo es posible que echara de menos simplemente una palabra por tu parte en estos días. Me pasa que me es imposible dejar de pensar en tí, me pasa que me muero por arrancarte la ropa y hacerte mía cada vez que te veo— tomó otro trago de su vaso, lo acomodó en la mesa y caminó hasta mí— Me pasa que me encantas y no sé lidiar con estos sentimientos

Me quedé parada frente a ella, me cogió por sorpresa al confesarme sus sentimientos hacia mí y no es que no sintiera lo mismo, porque cada vez estaba más convencida que esta mujer me había trastocado el corazón, es simplemente que mi cuerpo no reaccionaba. Mis ojos seguían anclados en los de ella, que me miraba esperando que reaccionara

V: Malú— habló de nuevo— con esto no te estoy pidiendo nada, sólo quiero que quede claro que para mí, lo que estamos viviendo es algo importante, algo que me está cambiando por dentro. Así que, si para ti es solo un juego o un rollo para entretenerte mientras estas de gira, algo que vas a acabar una vez volvamos a nuestras vidas normales... por favor, te pido me lo digas

M: Vanesa yo— bajé la mirada aún sin saber qué contestar — yo— ¿por qué mierda no me salen las palabras?

V: Está todo bien, no hace falta que digas nada-dijo caminando hacia la puerta de la habitación—

Justo cuando empezó a abrir la puerta recuperé el control sobre mi cuerpo y corrí tras ella, cerré la puerta con mi mano izquierda aprisionándola así entre la puerta y mi cuerpo, la giré agarrándola de los hombros y la besé. Tardó en reaccionar, pero finalmente sentí sus labios moverse al ritmo de los míos. Nos separamos para poder respirar y la atraje hacia mí en un abrazo tan fuerte que no pasaba aire entre nosotras

M: Me gustas mucho Vanesa— dije separándonos para volver a tener contacto visual con ella— es que acaso ¿no notas lo nerviosa que me pongo al mirarte? me tranquilizas con solo una sonrisa y cada roce de tu piel con la mía desata una oleada de electricidad que me vuelve loca. Durante todo el día estoy deseando que lleguen los momentos en que estemos a solas y poder besarte, tocarte. Ya dejémonos de tonterias y hagamos lo que realmente nos apetece 

Enganchada a ti  (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora