Enganchada a ti (ADAPTACIÓN)

Capitulo 16

POV Malú

Los rayos del sol dando directamente en mi cara me hacen despertar, el cuerpo de Vanesa seguía recostado en el mío y mi mano reposaba sobre su cintura. Mis ojos recorrieron su cuerpo desnudo y no pude evitar sonrojarme al recordar los eventos de anoche. No sé cómo voy a actuar cuando se levante, cómo ella va a actuar, me empiezo a poner nerviosa. No es que me arrepienta, pero sé que nuestro "encuentro" podría suponer problemas en nuestra relación de trabajo, al fin y al cabo todavía nos falta la gira por Latinoamérica. Estando inmersa en mis pensamientos noto que su cuerpo se empieza a mover, se estira como un lirón y luego me abraza fuertemente, creo que sigue dormida.

V: Buenos días...-me dice todavía con los ojos cerrados

M: Buenos días— le respondo casi sin voz y sin mirarla

Su agarre se va volviendo más suave hasta que termina por separarse de mí.

V: Voy a darme una ducha... Su voz sale un poco dubitativa esta vez, se levanta y comienza su camino hacia el baño, es inevitable que mi mirada se clave en su trasero hasta que cruza la puerta y su cuerpo desaparece. Me incorporo y sacudo mi cabeza intentando despejar todo pensamiento sexual que me viene a la cabeza. La verdad es que me ha encendido un poco verla contoneando las caderas, desnuda, pero ¿qué iba a hacer? ¿seguirla y unirme a ella en la ducha? Imposible, primero tendremos que hablar de lo ocurrido, necesito saber cuáles son sus pensamientos con respecto a "esto". Decido no darle más vueltas al asunto por el momento y levanto el teléfono de mi habitación, pido el desayuno para ambas y me levanto a ponerme algo de ropa encima antes de que Vanesa salga de la ducha.

POV Vanesa

Me levanto de la cama y me dirijo al baño, aligero el paso cuando me doy cuenta de que sigo desnuda. Me siento un poco decepcionada por la actitud cortante de Malú, seguramente estaba arrepentida de lo que pasó, después de todo esto había sido un juego para ella desde el principio. Lo que me preocupaba era de lo que estaba significando para mí. Intenté estar a su altura en este duelo, pero me quemé, y más de lo que pensaba. El hecho de que nuestra relación hubiese mejorado en los últimos días no ayudaba. Y anoche fue incontrolable el deseo de hacerla mía. Ahora empezarían mis problemas, va a ser una tortura trabajar con ella lo que resta de gira. Cuando termino la ducha ya ella no está en el cuarto, lo agradezco, así puedo vestirme sin prisas. Salgo hacia el salón y allí la encuentro sentada en frente de una mesa llena de platos. Había de todo, huevos revueltos con beicon, tostadas francesas, tortitas, croissants, parecía un festín. Ella me mira y se sonríe.

M: No sabía que te apetecía así que he pedido un poco de todo — su voz sale tímida y parece que le cuesta mantenerme la mirada. Me acerco y me siento a su lado, ¿son cosas mías, o está nerviosa?

Empiezo a comer, pero ella sigue quieta a mi lado inmutable, su cuerpo está tenso y sigue sin poder mirarme

V: ¿No vas a desayunar? — le pregunto mirándola— No creas que voy a poder con todo esto yo sola

M: Si, claro... ¿me pasas el café? — su mirada no se levanta de la mesa Le paso su vaso y rozo su mano con intención de ver su reacción, al momento retira su mano de la mía haciendo que el café se derrame en mi regazo.

M: Lo siento, perdón perdón— dice agarrando una servilleta y empezando a restregarlo por mis piernas

V: No te preocupes, gracias a dios este café está casi frío— le agarro las manos y me mira fijamente por primera vez desde que nos despertamos, suelta un suspiro y cierra los ojos

M: Tenemos que hablar-vuelve a abrir los ojos y separa sus manos de las mías

V: Está bien, empiezo yo-digo ladeando mi cuerpo quedando así frente a ella— No quiero incomodarte, sé que esto ha sido un juego para ti así que si quieres podemos hacer que esto no ha pasado y volver a tratarnos como antes— Suelto esto casi sin tomar aire entre palabra y palabra

Su mirada se vuelve confusa

M: Un momento, ¿A qué te refieres cuando dices que esto ha sido un juego para mí? — dice con el ceño fruncido

V: Pues que te escuché hablando con Vero— ella baja la mirada y empieza a frotar sus manos una contra la otra— No te preocupes yo decidí entrar en ese juego, no me esperaba acabarlo como lo acabamos la verdad— digo frotándome la nuca con la mano

M: Bueno es mi turno— dice levantándose y empezando a caminar por toda la sala— Es verdad que quería ponerte nerviosa, pero no por las razones que piensas— dice volviendo su mirada a mí— No quería reírme de ti Vanesa...me parecía tierna la manera en que reaccionabas cuando te provocaba...

Vuelve a evitar mis ojos y sigue con su recorrido por el salón. Me levanto y la cojo por los hombros parando su andar y obligándola a mirarme

V: Eso quiere decir que... ¿no te arrepientes de lo de anoche? — Ella sonríe levemente ante mi inseguridad y aprisiona mi cara entre sus manos

M: Para nada... me alegro de que pasara... es verdad que según como llevemos la situación podría perjudicar nuestro ambiente de trabajo, pero algo me dice que solo lo mejorará

Tras terminar de hablar junta sus labios con los míos, dejando un suave beso y se vuelve a separar.

M: ¿O acaso tú te arrepientes de lo que pasó? La miro con cariño y le devuelvo el beso con ternura

V: No podría aunque quisiera, tienes que reconocer que fue bastante... agradable-digo levantando mis cejas D: Jajaja eso sin duda... pero creo que podemos mejorarlo— me coge de la mano y me lleva hacia la habitación, yo por supuesto me dejo llevar.